Largamente anunciado,
el ministro del Interior, Alberto Ruiz Gallardón echa a andar su
ambiciosa reforma del Código penal, que, desde su arranque, merece
atenciones abundantes en la mayor parte de los periódicos de este
sábado, al recoger los acuerdos del consejo de Ministros de la
víspera. En todos los titulares se hace referencia a uno de los
aspectos de la reforma que, de antemano, ya han resultado más
debatidos y que más rechazo, también, producen: la introducción en
nuestra normativa de la ya conocida como cadena perpetua revisable.
Titula El País, sin grandes alharacas: La prisión permanente da
otra vuelta de tuerca al Código Penal. El Mundo hace del asunto su
primera materia: Cadena perpetua revisable para los peores asesinos.
Con la reforma Gallardón, los terroristas y quienes se ensañen con
sus víctimas pasarán
la vida en la cárcel si no se arrepienten. Dice ABC: Terroristas y
asesinos de menores serán castigados con prisión permanente. El
endurecimiento del Código Penal afecta a violadores y magnicidas.
En La Vanguardia: Gallardón presenta el Código Penal más duro. La
reforma incluye la prisión permanente, que los jueces revisarán
cada dos años. Titula El Periódico de Cataluña de manera
explícita: Cadena Perpetua. Y explica, a continuación, que
Gallardón
impulsa una dura reforma del Código Penal en la que introduce la
figura de la prisión permanente revisable. En fin, el diario
barcelonés se hace eco de la dura
reforma del Código Penal impulsada
por el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, en la que el
Gobierno introduce la figura de la prisión permanente revisable para
cinco supuestos: Homicidios terroristas, magnicidios y genocidios;
Crímenes de bandas organizadas; Asesinato tras agresión sexual;
Asesinato múltiple; y Asesinatos de menores. Y en La Razón, ya
habitualmente, y con certeza el más entusiasta de todos los
propósitos del Gobierno, Nuevo Código Penal, se hace justicia- El
Gobierno introducirá la prisión permanente revisable para
asesinatos terroristas y de menores. Caso Marta del castillo: Se
agravará la pena por la ocultación del cuerpo y por agresión
sexual. Protección infantil: El Ejecutivo ha tenido en cuenta la
alarma provocada por casos como el de Bretón. No a la impunidad: los
etarras podrían estar en prisión más de 40 años y no salir tras
18, como De Juana. En La Gaceta hay una crítica implícita a la
incoherencia del Gobierno en su titular: El Gobierno avala la prisión
permanente tras excarcelar a Bolinaga...
El diario El
País hace
una detenida observación del proyecto del Código Penal, uno de
los más severos de Europa, con penas de hasta 40 años para los
delitos más graves, y que se ha ido endureciendo en las últimas dos
décadas por las reformas sucesivas de los Gobiernos del PP y el
PSOE, que siempre han ido en la misma dirección: penas más altas.
Ayer, Alberto
Ruiz-Gallardón dio
otro giro de tuerca: su proyecto de reforma del Código Penal no
agrava por lo general las penas, pero crea dos figuras nuevas, la
prisión permanente revisable (que
además se aplicará a más casos de los que él dijo en un
principio) y la custodia de seguridad, amplía el alcance de otra, la
libertad vigilada post-pena, y exprime el alcance de otras cuantas.
El resultado es, una vez más, un paso más, el Código Penal más
duro de la democracia, en uno de los países con mayor tasa de
población reclusa de Europa, según datos de Instituciones
Penitenciarias. Ruiz-Gallardón, que presentó el informe con las
líneas maestras de ese proyecto durante la rueda de prensa posterior
al Consejo de Ministros, apeló en dos ocasiones a casos que "han
ocurrido en España" y que "en la mente de todos están"; lo
hizo al explicar la pena de prisión permanente revisable para
asesinatos sumados a agresión sexual y al anunciar que la detención
ilegal con desaparición de la víctima será equiparada al
homicidio. Negó, sin embargo, que la ley tenga un barniz populista o
pretenda dar respuesta a casos recientes de gran impacto social, como
el asesinato de Marta del Castillo o la desaparición de los niños
José y Ruth Bretón Ortiz. También lo desvinculó de la polémica
por la excarcelación
del etarra enfermo Iosu
Uribetxeberria Bolinaga. "Llevamos meses trabajando en este
proyecto", argumentó. El texto articulado del nuevo Código Penal
aún debe ser cerrado por Justicia, y entonces pasará al Congreso.
En cualquier caso, no se aplicará a delitos cometidos antes de su
aprobación. Estas son algunas de las novedades anunciadas por el
ministro. »
Prisión permanente revisable. Es
una pena similar a la cadena perpetua, con la diferencia de que, si
el preso demuestra estar reinsertado, puede ser excarcelado a partir
de un cierto momento. Ese momento aún está por decidir, pero el
plazo mínimo de permanencia en prisión (antes del cual no se podrá
revisar la condena) estará "entre los 25 y los 35 años",
dependiendo del tipo de delito y de si es uno o varios cometidos
conjuntamente. El PP, en campaña electoral, apuntó a que esa nueva
pena se aplicaría a delitos terroristas y sexuales; después,
Ruiz-Gallardón rectificó y anunció en mayo que únicamente iría
dirigida a delitos de terrorismo. Ahora ha cambiado de parecer: la
prisión permanente revisable será aplicable a homicidios
terroristas, magnicidio, genocidio, delitos de lesa humanidad y
también a los casos de "asesinato agravado"; en este último
supuesto entran los asesinatos de menores de 16 años o de personas
especialmente vulnerables (por razón de discapacidad o de edad), los
asesinatos múltiples, los cometidos por organizaciones criminales y
los que sean "subsiguientes a un delito contra la libertad sexual".
En esos casos, el tribunal sentenciador tendrá que aplicar
imperativamente la pena de prisión permanente revisable, no otra.
Según el tipo de delito, se fijará un plazo mínimo y a partir de
ahí se revisará la condena "de oficio, cada dos años", o a
petición del reo cada año. ¿Quién decidirá si el preso está
rehabilitado? Ruiz-Gallardón dijo que "el tribunal sentenciador";
fuentes de Justicia matizaron que está en estudio aunque en todo
caso será un tribunal colegiado, no el juez de Vigilancia
Penitenciaria. Pero también explicaron que, a partir de cierto
momento (otro plazo que hay que fijar), el reo podría acogerse al
tercer grado penitenciario y a los permisos consecuentes, así que
por ahora es imposible saber cuál sería el tiempo mínimo de
cumplimiento efectivo en prisión. Si el reo no se rehabilita y por
tanto su condena no es revisada, estaría toda la vida en prisión,
como en una cadena perpetua. Si se le revisa la condena, saldría
durante un tiempo en prisión condicional, hasta comprobar que está
totalmente reinsertado (para esa libertad condicional tampoco se ha
fijado plazo ni condiciones aún), y después ya quedaría
definitivamente en libertad. Fuentes de Justicia subrayaron que "casi
todos los países europeos" tienen en sus legislaciones la pena de
prisión permanente revisable».
Custodia de seguridad. Es
una medida de seguridad, no una pena, pero en la práctica significa
añadir hasta 10 años más de prisión (o de internamiento en algún
tipo de centro) a un preso que haya cumplido ya su condena. Se
aplicará cuando el tribunal sentenciador (la medida debe
establecerla en el momento de dictar sentencia, no a posteriori) crea
que hay "especial peligrosidad". Y podrá revocarse en cualquier
momento si desaparece esa peligrosidad. Se aplicará a delitos "de
especial gravedad": asesinatos, homicidios, secuestros, agresiones
sexuales, delitos con violencia, terrorismo o tráfico de drogas. A
diferencia de la prisión permanente revisable (que será obligatoria
en los delitos para los que está pensada), esta medida será
discrecional: el tribunal podrá dictarla o no. Fuentes de Justicia
explican que habrá dos supuestos: para
los delitos más graves, la
custodia de seguridad podrá dictarse en la primera condena; para el
resto habrá que esperar a que el delincuente reincida para aplicarle
esa medida -si el juez quiere- en la segunda condena. »
Libertad vigilada. Esta
medida ya se incluyó en el Código Penal aprobado por el Gobierno
socialista en 2010, para delitos sexuales y de terrorismo. Ahora se
amplía a otros delitos, como los patrimoniales, robos o delitos
violentos (por ejemplo con resultado de lesiones). Consiste en que el
preso, una vez cumplida su condena en prisión y puesto en libertad,
debe someterse a control o vigilancia judicial (con distintos
mecanismos, como la obligación de presentarse en el juzgado o la
colocación de dispositivos electrónicos) durante un plazo de 10
años. Debe imponerse también en el momento de dictar la sentencia,
y puede ser revisada y retirada. Tanto la custodia de seguridad como
la libertad vigilada son medidas "basadas en pronósticos [de
peligrosidad], no en hechos", admiten desde el ministerio. "Pero
el pronóstico se hace sobre una situación objetiva previa",
añaden. »
Detención ilegal con desaparición de la víctima. La
pena por este delito (ahora, diez años) será equiparada a la de
homicidio (de 10 a 15) cuando el autor no diga qué ha hecho con la
víctima, pudiendo llegar "hasta a 20 años si las víctimas son
menores de 16 años o la detención está relacionada con una
agresión sexual", precisaron fuentes de Justicia. »
Libertad condicional. Si
un preso recibe la libertad condicional y, ya en la calle, vuelve a
cometer un delito, al regresar a prisión tendrá que cumplir todo lo
que le quedaba de pena cuando salió en libertad condicional; con el
Código actual, el tiempo que ha pasado fuera de la cárcel se le
descuenta de la pena. Por otra parte, los condenados por primera vez
a penas de hasta tres años y que muestren una conducta irreprochable
tendrán más fácil acceder a la libertad condicional: podrán
hacerlo a mitad de condena, frente a los dos tercios actuales. »
Delito continuado. Desaparece
esta figura para los casos de delitos sexuales, lo que hará "que
vean incrementada la pena". »
Incendios forestales. Se
endurecen las penas: hasta seis años de cárcel (en lugar de cinco
años) en casos muy graves, y hasta nueve años si el incendio afecta
a espacios naturales protegidos. »
Hurtos y faltas. Los
"hurtos sistemáticos", como los cometidos por carteristas, que
ahora son faltas, implicarán prisión de hasta tres años si se
cometen con "profesionalidad". Por otro lado, el ministerio hará
una "limpia" para convertir algunas faltas en sanción
administrativa y otras en delitos (sin aumentar la pena). »
Delitos económicos. Habrá
una nueva regulación de la malversación y una persecución "más
eficaz" del fraude y la ocultación de bienes en procesos de
quiebras societarias.
Comenta
en su editorial
El Mundo que
el ministro de Justicia presentó ayer la reforma del Código Penal
cuyo anteproyecto aprobará el Gobierno en las próximas semanas. Se
trata de una reforma muy profunda que da respuesta a las demandas de
una gran parte de la sociedad. Llega a la conclusión de que esta
reforma es un intento del Gobierno por reconciliarse con buena parte
de su base electoral, profundamente descontenta por la puerta en
libertad del etarra Bolinaga. También
ABC
editorializa sobre el proyecto Gallardón: La prisión permanente
revisable, sostiene ABC,
es la que mejor se acomoda al principio de reinserción como
objetivo de la pena, porque si el delincuente evoluciona
favorablemente podrá ser excarcelado y, si no, seguirá en prisión.
Observa La
Vanguardia que
según
Gallardón, el propósito de endurecer el castigo en delitos
"especialmente reprochables" es el que ha impulsado la
modificación de la normativa penal. Y que entre las principales
novedades del texto, se impone la nueva pena a casos de magnicidio
del jefe del Estado español o de jefes de Estado extranjeros que se
encuentren en España, así como algunos casos de genocidio con
resultado de muerte o violaciones masivas. Además de los
delitos de terrorismo,
a los que el ministro ya había hecho mención en anteriores
ocasiones, el informe plantea el "máximo reproche penal"
en determinados actos de tal "brutalidad" en los que las
víctimas sean menores de 16 años, o personas con discapacidad
especialmente vulnerables y que tras la agresión sexual se produzca
el asesinato. De todos modos, el ministro ha asegurado que existe un
número mínimo de años para que el preso pueda conseguir la
libertad condicional. Este periodo puede oscilar entre "25 o 30
años" dependiendo de las características del caso y nunca será
"antes de como lo regula el Código Penal vigente". En
La
Razón
se
sostiene que la medida más relevante, sin precedentes en nuestro
ordenamiento jurídico pero presente ya en legislaciones de nuestro
entorno, es lo más parecido a una cadena perpetua, aunque en este
caso se podrá revisar cada dos años (o a instancias del reo) a
partir de un límite mínimo de estancia en prisión que se
determinará, según fuentes del Ministerio de Justicia, en función
del número de condenas y de la gravedad de los delitos cometidos.
Presumiblemente, esa horquilla se situará entre los 25 y los 35
años. No sólo se aplicará a los homicidios terroristas, sino
también a los cometidos contra el Rey o el Príncipe heredero o
contra jefes de Estado extranjeros; a casos de genocidio y crímenes
de lesa humanidad; cuando la víctima sea menor de 16 años; a
homicidios precedidos de delitos sexuales; a los de carácter
múltiple y a los perpetrados por una organización criminal. La
aplicación de la prisión permanente revisable, no obstante, no
impedirá que el condenado pueda beneficiarse del tercer grado y, en
su caso, de la libertad condicional si cumple los requisitos
penitenciarios. Pero no es ésta la única medida de calado en la
reforma abanderada por Gallardón. Con carácter excepcional, se
establece la custodia de seguridad para los autores de delitos de
especial gravedad (contra la libertad sexual, de terrorismo o de
tráfico de drogas, entre ellos), a quienes se podrá seguir privando
de la libertad por un periodo máximo de diez años incluso una vez
que hayan cumplido su pena «si se mantiene su peligrosidad». En
todo caso, esta medida deberá ser incluida en la sentencia por el
tribunal que los haya condenado. No menos trascendente es el cambio
legal que castigará con la misma severidad que un homicidio el
delito de detención ilegal con desaparición o la supresión de las
faltas de nuestro ordenamiento, que permitirá ahorrarse los 400.000
juicios de faltas anuales, «una barbaridad y una pesadilla para la
Administración de Justicia», según fuentes del Ministerio. Algunas
desaparecerán, y se perseguirán únicamente por la vía
administrativa, y otras se considerarán delitos leves, que en todo
caso no computarán como antecedentes penales. Quienes sí saldrán
beneficiados por los cambios legales serán los que sean condenados
por primera vez a penas de hasta tres años. Si acreditan una
conducta irreprochable podrán beneficiarse de la libertad
condicional a mitad de la condena (sin esperar a cumplir los dos
tercios, como ahora). La «profesionalidad» de quienes protagonicen
robos reincidentes se considerará una agravante que llevará
aparejadas penas de uno a tres años. Por último, en los delitos
económicos la administración desleal se regulará como un delito
patrimonial y se podrá castigar con mayor facilidad la malversación
y la insolvencia punible.
El cumpleaños de Leticia.-
Hay un segundo asunto en el que coinciden también todas las primeras
páginas de este día 15 de septiembre: el cuarenta cumpleaños de la
Princesa doña Leticia. El
País
señala, en una breve llamada en portada, que la princesa de Asturias
rediseña la Corona española, y que celebra su 40cumplaños con un
inusual reportaje de la familia de la fotógrafa Cristina García
Rodero. El
Mundo ofrece
una foto del personaje: La Princesa Leticia, a los 40. Es el asunto
de mayor relieve en la portada de ABC:
Cuarenta años y una familia feliz. Con motivo del aniversario de
doña Leticia, los Príncipes posan con un reportaje gráfico sin
precedentes. La
Vanguardia
también destaca ese "album para Leticia en sus cuarenta años".
El Periódico
titula
Cuarenta años no son nada, y
que la princesa Letizia protagoniza una sesión fotográfica por su
aniversario.
La Razón
ofrece en su portada la foto de los príncipes y las infantas, el
reportaje de García Rodero, con el título "cumplir con España".
"Retrato de la Princesa madura" es uno de los títulos del
reportaje de La
Razón.
En La
Gaceta se
habla de "una princesa en constante evolución"...
En su información sobre el
cumpleaños, dice
El Periódico que
"no se sabe si Letizia tendrá
hoy una fiesta sorpresa, como sucede a menudo cuando alguien cumple
40 años, un aniversario de lo más redondo. Confesó ayer la
princesa que esperaba celebrar el día de su aniversario «tranquila
y en casa», así que parece que no espera nada imprevisto para hoy.
Pero si no la homenajean en privado con un sarao especial e
inesperado, al menos tendrá como regalo la sesión fotográfica que
ha protagonizado con su familia en el palacio que ocupan en El Pardo,
donde también está La Zarzuela. Unas fotos cuidadas realizadas
por Cristina
García Rodero, Premio
Nacional de Fotografía, en las que aparecen su marido, Felipe, y
sus hijas, Leonor y Sofía. Con
los tres muestra siempre una actitud de lo más cariñosa y cómplice.
Las imágenes, tomadas a principios de agosto, fueron distribuidas
ayer por la Casa Real con la condición de que no se publicaran hasta
hoy mismo. En unas aparece en el jardín, con las niñas y el
príncipe, ya sea jugando, leyendo un cuento o charlando
cariñosamente con ellas, y en otras, se dejan inmortalizar en uno de
los salones de su residencia, sentados distendidamente en un sofá.
También hay retratos de la princesa, la protagonista del día que se
ha convertido en el valor en alza de la monarquía española; luce
ante la cámara tres vestidos: uno rojo, otro blanco y un tercero,
negro. Y añade El P. de C.:
En sus ocho años junto
a Felipe (se
comprometieron en noviembre del 2003 y se casaron en mayo del
2004), Letizia llega
a los 40 convertida en una princesa que ha demostrado su compromiso
activo en favor de la infancia y la juventud, la educación, la lucha
contra enfermedades penosas y la investigación científica. El
diario El Mundo proporciona
ese ya famoso Album de doña Leticia conmentado. La Casa Real ha
difundido 16 fotografías con motivo del cuarenta cumpleaños de la
Princesa Letizia. Algunas consideraciones acerca de estas imágenes.
Primero: la
selección del fotógrafo.
Cristina García Rodero, cálida y cercana, más reportera que
retratista. Una mujer en la cúspide mundial, gracias a su
pertenencia a la agencia Magnum. El resultado es muy poco arriesgado,
muy comercial, muy de ¿estudio fotográfico de ciudad de provincias?
Tres sesiones y varios cambios de ropa: Blusa
con paillettes y
pantalón blanco, Pantalón blanco y blusa Burdeos, blusa color
coral, vestido rojo, traje de encaje negro, madre...y esposa.
Segundo: en todas
las fotos institucionales el
palacio o sede oficial tiene presencia destacada. Es una forma de
transmitir poder, pero también una manera de llamar a la polémica.
La línea que separa la elegancia de la ostentación es realmente
fina. En este caso el palacio apenas aparece. Es una manera de evitar
la controversia. Se cuela ligeramente el ladrillo en una imagen
por la parte derecha. Si no fuera así, podríamos pensar que se
trata de la suite de un hotel. Y muy parcialmente en la parte
derecha de otra. La mayor parte de las fotos sólo muestran el
jardín. Tercero: las
sesiones tenían
como principal objeto la imagen de la Princesa. Con fotos de primer
plano, de plano medio, reflejada en el cristal, retrato clásico de
estudio, y, fundamental, aquella en la que aparece junto al Príncipe
en primer plano. La Princesa se sienta delante, acaparando
protagonismo. Un par de detalles más en esta imagen: mientras el
Príncipe mantiene sus manos distensionadas, doña Letizia sujeta la
mano derecha de su marido. Cuarto: apariencia
de naturalidad.
Al menos eso es lo que se ha buscado. La Princesa posa descalza
mientras Felipe de Borbón juega con una de su hijas, Leonor. La
Infanta Sofía parece dormir mientras su madre le acaricia el pelo.
Quinto: la
incomodidad del Príncipe.
Aun sonriente,
aparece con el ceño ligeramente fruncido. Doña Letizia posa
con más naturalidad. Sexto: ¿dormida
en mitad de la sesión? La
Infanta Sofía aparece adormilada en varias fotos... incluso irritada
en otra de ellas. Séptimo (y último).- El
resultado, pretendiendo naturalidad es melifluo.
Y un detalle que seguro no es gratuito: el anillo de boda de la
princesa es visible en diez de las fotos. -Comentarios de El
Mundo a las fotografías.
Dos asuntos, dos, protagonizados
por Gallardón y por doña Leticia, que merecen y merecerán
abundantes comentarios y observaciones, unos a favor y otros menos...
Dos asuntos, dos, protagonizados
por Gallardón y por doña Leticia, que merecen y merecerán
abundantes comentarios y observaciones, unos a favor y otros menos...