Se aplicará a casos de terrorismo, asesinatos de menores y crímenes contra la humanidad
Gallardón 'puentea' la Constitución para implantar la cadena perpetua revisable
viernes 14 de septiembre de 2012, 14:23h
El Gobierno ha estudiado
el anteproyecto de reforma del Código Penal más duro de toda la democracia; tan
duro es, que el ministro de Justicia, Ruiz-Gallardón, se ha adelantado a
anunciar que 'su' Código Penal tiene "plenamente encaje
constitucional", sobre todo en lo relativo a la prisión permanente
revisable. Una 'cadena perpetua' que se aplicará en los casos de homicidios
terroristas, en los asesinatos más graves de menores y en casos de genocidio y
crímenes contra la humanidad. Este nuevo Código podría atentar contra derechos
civiles duramente conquistados, especialmente en las manifestaciones públicas.
El Código Penal de
Gallardón es "plenamente constitucional", según el ministro de
Justicia, porque así lo dice un estudio del Consejo de Estado que asegura que
la figura de la 'prisión permanente revisable' -es decir, la cadena perpetua
con revisión- no vulnera el principio de la reinserción y reeducación del reo
consagrado en la Constitución Española. La inclusión de esta figura es uno de
los aspectos más polémicos del 'Código de Gallardón', pero no el único.
En todo caso, la reforma
del Código Penal que aprobará el Gobierno próximamente introducirá en la
legislación española por primera vez la cadena perpetua, aunque revisable, cuyo
propósito es, según el ministro, endurecer el castigo en delitos
"especialmente reprochables" como son los casos de magnicidio del jefe
del Estado español o de jefes de Estado extranjeros que se encuentren en
España, algunos casos de genocidio con resultado de muerte o violaciones
masivas, delitos de terrorismo con resultado de muerte, o determinados actos de
tal "brutalidad" en los que las víctimas sean menores de 16 años, o
personas con discapacidad especialmente vulnerables y que tras la agresión
sexual se produzca el asesinato.
Para poder pedir la 'revisión'
de la cadena perpetua se ha fijado un mínimo de años de cumplimiento de pena,
que se encuentra en una horquilla de 25 a 35 según la 'brutalidad' del acto por
el que fue condenado.
Delitos contra el orden
público
La polémica va a
centrarse también, sin duda, en la tipificación como delito la difusión de
mensajes que inciten a la comisión de algún delito de alteración del orden
público: para entendernos, las manifestaciones violentas, porque el 'Código
Gallardón' define muy precisamente 'atentado', incluyendo todos los supuestos
de empleo de violencia sobre policías antidisturbios o, incluso, miembros de rescate -SAMUR y similares-, si
bien no se equipara esta actuación a la resistencia pasiva.
Sobre este nuevo delito, Ruiz-Gallardón
dijo en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que sólo se castigará la
difusión de mensajes que inciten a la comisión de algún delito de alteración
del orden público, pero "de ninguna manera la convocatoria a espacios o
tiempos donde se pueden producir esos delitos": no se penará la convocatoria
a movilizaciones, sino la incitación a cometer actos de violencia.
Por eso mismo, las penas
se agravarán cuando se porten armas, se exhiban simuladas o se realicen actos
de violencia con peligro para la vida o integridad de las personas, así como
los actos de pillaje. Pero, además, se amplia la definición del delito de 'atentado',
que incluye todos los supuestos de acometimiento, agresión, empleo de violencia
o amenazas graves de violencia sobre la policía.
Pese a todo lo que se
dijo meses atrás, Ruiz-Gallardón ha confirmado que el delito de 'resistencia
pasiva' se mantiene igual que ahora: no se equipara al atentado, pero se coloca
junto a la desobediencia, penada con entre seis meses y un año de cárcel.
Y este nuevo 'Código' es el
que Gallardón dice que "no es más represivo", porque el orden público
garantiza el ejercicio de derechos fundamentales, y quien garantiza a los
españoles el ejercicio de sus libertades "son las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado en primer lugar, todo lo que sea protegerlas es garantizar
el ejercicio derechos fundamentales por parte ciudadanos". Dice el
ministro: "No puede preocupar a nadie que no agreda directamente a Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad del Estado, con la novedad de que se hace extensivo a
los servicios de rescate".
Nuevas faltas y delitos
Entre otras novedades, el
nuevo Código Penal suprimirá las faltas, que se convertirán en delitos penados
con multa o serán perseguibles administrativamente, con el objetivo de reducir
la sobrecarga en los juzgados. Además, incluye medidas como el endurecimiento
de las penas por incendios forestales, la tipificación como delito patrimonial
de las conductas abusivas de administradores de empresas y la reforma de la
libertad condicional.
Entre otras cosas, se
suprimirá la falta de hurto para sustituirla por un delito leve que castigará
los casos en los que lo sustraído no supere lo mil euros, aunque para fijar
este límite se tendrá en cuenta la capacidad económica de la víctima. Para ofrecer
una respuesta adecuada a la multirreincidencia y la delincuencia grave, se
prevé que en el caso de delincuencia profesional y organizada se les pueda
condenar con el tipo agravado a penas de uno a tres años de prisión e, incluso,
en los casos más graves, de entre dos y cuatro años.
Respecto a la libertad
condicional, además de regularse como una suspensión de pena, se aplicará en
los mismos términos en los casos de prisión permanente revisable, cuando una
vez cumplidos los años fijados se revise la situación del penado; en el resto de
los casos, se ampliará la posibilidad de acceder a la libertad condicional para
los condenados por primera vez a penas de hasta tres años y con conducta
irreprochable, que podrán acceder a la libertad condicional a mitad de la
condena, frente a los dos tercios actuales.
Otra novedad, de la que
ha informado el Ministerio de Justicia, es que para agilizar la satisfacción de
la responsabilidad civil se podrá acordar o revocar la libertad condicional, al
tenerse en cuenta si el reo ha ocultado bienes o no ha aportado información
sobre los que dispone para no hacer frente a ese pago. En el caso de
extranjeros, la sustitución de la pena de prisión por la expulsión del país se
ajustará a lo previsto en la Ley de Extranjería.
Incendios forestales: más
pena para los incendiarios
El 'Código de Gallardón' contempla
un endurecimiento de las penas para los autores de incendios forestales que se
consideren especialmente graves: hasta seis años de cárcel. Pero cuando los
incendios afecten a espacios naturales protegidos se castigarán del mismo modo
que los delitos contra el medioambiente: sus autores serán castigados con la
pena superior en grado, que en este caso supone nueve años de prisión. Además
se modificará la Ley del Jurado para que estos delitos pasen a ser competencias
de tribunales integrados por jueces profesionales.
Delitos económicos,
malversación y cohecho
La represión de los
delitos económicos también tiene novedades importantes: la reforma adecua la
insolvencia punible a los supuestos de acreedores fraudulentos y da respuesta a
posibles conductas ilícitas de los administradores concursales, que podrán ser
condenados por malversación y cohecho.
Igualmente, en cuanto a la
administración desleal y la malversación pasarán a ser delito patrimonial las
conductas de abuso e infidelidad de los administradores de las empresas cuando
causen un perjuicio económico. La administración desleal de fondos públicos
será castigada como delito de malversación, como ya establecía la Ley de
Transparencia.
Finalmente, la reforma
también incluye la transposición de diversas directivas europeas relativas a la
lucha contra el racismo y la xenofobia: se tipifica la negación del genocidio cuando
incite al odio contra las minorías; la lucha contra los abusos y explotación
sexual de los menores y pornografía infantil, en la que se delimita la
pornografía infantil punible, incluyendo montajes fotográficos con menores, y
la lucha contra la trata de seres humanos.
La reforma del Código
Penal no aborda la reforma de la ley del aborto porque requiere "un
proyecto independiente", según Ruiz-Gallardón.