Eso sí, el referéndum
debe ser convocado exclusivamente en Cataluña, no en el conjunto del Estado
español, porque, según el presidente de la
Generalitat,
Artur Mas, las consultas hay que
hacerlas donde se entiende que hay cierta soberanía: "Si la consulta la
quieren hacer a nivel del Estado lo más probable es que salga que no... lo normal
es consultarlo a los catalanes". A pesar de todo, en 90 minutos de
conferencia y preguntas Artur Mas obvió por completo la palabra
'independencia', aunque sí estuvo presente en el fondo de sus planteamientos.
Resulta evidente que el presidente
de la
Generalitat vino a un desayuno multitudinario de Nueva Economía Fórum en
Madrid para rentabilizar el éxito participativo de la Diada del pasado 11 de
septiembre. Rentabilizarla de cara a 'España', y rentabilizarla de cara al
encuentro que Mas mantendrá con el presidente del 'Gobierno español',
Mariano
Rajoy, el próximo 20 de septiembre en La Moncloa.
De lo que va a exigir en
ese encuentro Mas habló sin tapujos: "Las relaciones entre Cataluña y
España tienen que ser de tú a tú", y hay que partir de la base de que
"aquí ha despilfarrado todo el mundo", por lo que si la Unión Europea
le ha concedido una rebaja de un punto a España en su déficit para este año que
supone 10.000 millones de euros menos de recorte, esa disminución del esfuerzo
debe repartirse equitativamente entre el Estado y las Comunidades Autónomas, y
no exigir mayores recortes a quienes más gastos públicos tienen.
Eso por un lado, pero lo
esencial es que Mas va a exigir ahora a Rajoy con más fuerza que nunca la
"soberanía fiscal" en Cataluña: "Queremos ser responsables de
los ingresos y gestionarlos", para lo que los nacionalistas exigen salir
del 'café para todos' de la Ley Orgánica de Financiación Autonómica (LOFCA)
-"no tiene sentido estar en un régimen común"-, crear una especie de
'concierto económico' específico de Cataluña y reducir considerablemente el
déficit fiscal, que, según Mas, arroja saldos negativos anuales para los
catalanes próximos a los 16.000 millones de euros.
¿Y si no se le hace caso?
Incluso en ese supuesto Mas huyó de pronunciar abiertamente la palabra
'independencia', pero sí volvió a utilizar eufemismos como que "Cataluña
necesita el instrumento de un Estado. Ése es el clamor de la gente", que pensaron
que 'ese Estado podría ser España', pero que es evidente que no sirve. Ahora
bien, en su toma y daca Mas lanzó un significativo: "No nos hemos vuelto
locos, no nos hemos subido a la colina [eufemismo de 'echarse al monte'], y en
todo caso el
Govern, y los nacionalistas de CiU sin duda, defenderán un Estado
propio dentro de Europa y del euro. En este punto, la amenaza para España:
"El futuro de Europa es el de los Estados que representan a
naciones".
Una reivindicación
permanenteEl desayuno fue realmente
multitudinario: había auténtica expectación -más bien empresarial que política-
por ver qué tenía que decir en Madrid el presidente catalán dos días después de
una Diada tan multitudinaria y reivindicativa que fue realmente histórica.
Había multitud de asistentes -se llenaron dos salones del Ritz y allí estaban
representantes de todos los medios de comunicación-, pero había, curiosamente,
muy pocos políticos que no fueran los propios nacionalistas catalanes y algunos
vascos. Del resto, se pudo ver entre la multitud al ex ministro de
Zapatero y ex
presidente de la
Generalitat,
José Montilla; el presidente de CEIM,
Arturo
Fernández; la delegada del Gobierno en Madrid,
Cristina Cifuentes; el ex duque
de Lugo,
Jaime de Marichalar, o el Jefe de la Casa Real,
Rafael Spottorno.
Todos, junto al
empresario presente, escucharon decir una vez más a Artur Mas que Cataluña aporta
mucho a España y a cambio recibe una "invasión competencial
permanente", que el Estado ha incumplido incluso la reforma del
Estatut de
2006, que la financiación autonómica siempre está por debajo de la población
catalana, que "no se nos pagan las deudas", y que por todas esas cosas,
y por muchas otras más que sería prolijo relatar en una crónica, "la
desafección ha ido a más" y "entre Cataluña y España se ha producido un
sentimiento de fatiga mutua": "Se está produciendo entre Cataluña y
España un paralelismo a lo que ocurre entre la Europa del norte y de la sur: El
norte se ha cansado del sur", y de la misma manera "entre Cataluña y
España se ha producido un cansancio mutuo".
La 'transición política'
catalanaÉse es, precisamente, el
argumento del presidente catalán para asegurar que Cataluña ha iniciado su
propia 'transición política' como en 1977 lo hizo España: "Durante décadas,
nuestro objetivo y nuestra política era ayudar a transformar el Estado para que
fuera también el nuestro, un Estado amable. Pero esto no ha sido posible, a lo
mejor es que no hemos tenido suficiente fuerza y tiene que entenderse que
Cataluña necesita un Estado. La pregunta es si en el conjunto de España se
puede aceptar que Cataluña es una nación. Si negamos la pura evidencia, hay
muchas cosas que no se pueden resolver".
Y eso es lo que evidenció
la manifestación de Barcelona del 11-S, con un éxito tan clamoroso que, según un
Mas un tanto demagogo en este punto, ese "millón y medio" de
catalanes que salieron a las calles equivalen en "proporción" a nueve
millones de españoles en la calle y "un mandato de la calle, de la
población, no se puede ignorar, hay que escucharlo y encajarlo".
Y desde esa plataforma,
el lanzamiento permanente de la queja y de la reivindicación: "Se ha
presentado a Cataluña como un pedigüeño que no tiene más remedio que pedir
dinero", pero, "¿cómo puede ser que con un déficit anual de 15.000
millones, tenga que pedir recursos para financiarse? No tiene sentido que las
dificultades las sufran quienes generan los recursos", dijo el president
catalán.
Con esos antecedentes,
Mas reivindicó una vez más en Madrid que Cataluña ha apoyado siempre al
Gobierno central, pero que "a cambio" lo que ha recibido de Cataluña
es una "invasión competencial". La idea que quiso transmitir es que
eso se ha acabado, y que no se le ocurra al Estado aplicar el supuesto
constitucional de la suspensión de la autonomía catalana, porque sería
"una sinrazón".
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