Increíble, pero cierto. El polémico
aeropuerto de Castellón ha costado millones a las arcas públicas sin que se haya visto en años un solo avión despegar de sus pistas y ahora encima sus directivos se permiten el lujo de subirse el sueldo a pesar de su nula productividad.
En concreto, el director general,
Juan García Salas, pasó de cobrar 84.200 euros en 2010 a 88.104 en 2011, según las cuentas anuales de la
Generalitat valenciana publicadas este martes. Es decir, que este señor habría cobrado más que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y que el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy. Aerocas, la sociedad pública que gestiona el aeropuerto, aprobó en febrero la reducción obligatoria para que los directivos del sector público valenciano tengan un sueldo tope de 55.000, tal y como quedó especificado en la orden del Consell del año pasado. Pero en 2011 ya se llegó tarde. La crisis le toca a le quien toca.
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