Son varios los diarios que hablan de semana clave para
España, y para el Euro, coincidiendo con
la visita que va a realizar este próximo jueves la canciller y todopoderosa
líder comunitaria
Angela Merkel y porque, sobre todo, como señala La Gaceta, el
jueves mantendrá el BCE una reunión decisiva en la que detallará su plan de
compra de deuda. La Vanguardia es el diario que en mayor medida empieza a dar
la bienvenida a Merkel, desde sus titulares de Portada:
Rajoy convoca a la gran
empresa española para ganar el favor de Merkel. La estrategia del presidente
para la cumbre del jueves consiste en exhibir ante la canciller sus reformas y
la sintonía con las empresas españolas. En El País se señala, en uno de sus
titulares de portada, que Rajoy tratará este jueves de que Merkel defina su
postura sobre el rescate.
Cuenta El Mundo
que Alemania cree que Rajoy se equivoca de prioridades y que altos funcionarios
que preparan la visita de Merkel sostienen que se confunde al presionar al BCE
para bajar la prima de riesgo en vez de combatir el paro con más reformas. En
su portada, ABC también habla de semana clave para estabilizar la eurozona, con
la vista puesta en el BCE. Y también habla Cinco Días de "otra semana
decisiva": El mercado espera que el BCE detalle su hoja de ruta este jueves. La
reunión de Rajoy y Merkel, una cita clave para la ayuda de España...
Ya metidos en el detalle de las crónicas, el diario
El
País abre sus páginas de Economía con el título: La ayuda financiera
para España enfrenta al BCE y el Bundesbank. El Banco Central alemán presiona
para frenar el programa de compra de deuda de Draghi. Habla esta crónica de
reunión crucial para el conjunto del euro y, en primer lugar, para la solvencia
de España. Se espera, según El País, que Draghi exponga los pormenores y
condiciones de una posible compra masiva de bonos españoles, una iniciativa que
ha
desatado duras críticas del Bundesbank, el banco central alemán, que teme
que la inflación se dispare y ponga en riesgo el ahorro de los alemanes. Según
esta información, el BCE contempla comprar de nuevo deuda soberana en los
mercados secundarios,
según
explicó Draghi el mes pasado. Mariano Rajoy y el primer ministro italiano,
Mario Monti, lo solicitan desde
hace meses, pero la medida chocaba con el Gobierno y el banco central
(Bundesbank) alemanes. Draghi ha encontrado una fórmula para asegurar la
libertad de movimiento del BCE e intentar apaciguar a Berlín. En obediencia al
lema de Angela Merkel, "no habrá prestaciones sin contrapartidas".
El BCE sólo comprará bonos de los países que soliciten la
intervención de los fondos europeos de estabilidad en los mercados primarios.
Estos fondos pueden comprar deuda directamente de los Estados, pero sus
recursos son limitados. El BCE, en cambio, tiene la máquina de hacer dinero.
Pero al condicionar su intervención a una petición de ayuda a los fondos,
Draghi obliga a que los países beneficiarios firmen un nuevo memorando de
entendimiento con los acreedores. Es decir, a que acepten nuevos ajustes y más
recortes. Tras conocer estos detalles, Merkel envió una tibia señal de apoyo a
Draghi. Este respaldo está provocando tensiones domésticas entre el Ejecutivo y
el
Bundesbank. Su presidente,
Jens Weidmann, es la única voz discordante en el Consejo de Gobierno del BCE.
El banquero central insiste en que la compra ilimitada de deuda entorpecerá las
reformas que él cree necesarias para los países afectados. Como él, muchos
conservadores alemanes consideran que la compra de bonos (aun en los mercados
secundarios) viola los tratados europeos y auguran que provocará inflación en
Alemania.
El diario
Frankfurter Allgemeine
Zeitung (FAZ), buque insignia de esta corriente de opinión,
apenas deja pasar un día sin algún titular sobre los peligros que acechan a los
ahorros de los alemanes. Draghi, por su parte, escribió hace unos días en un
semanario alemán que
la
estabilidad monetaria requiere a veces "medidas que van más allá de lo
habitual". Es una llamada a la calma en Alemania, donde la probable
reactivación del programa de compra de deuda soberana está causando una
polémica notable. Persisten los rumores de que el jefe del Bundesbank se ha
planteado dimitir en protesta por la deriva tomada en la Torre del Euro.
Mientras que la agencia de noticias Dow Jones cita "fuentes internas del
Bundesbank" para desmentir que ,
Weidmann
amenazara con su renuncia el sesudo FAZ y el populista Bild abundaban el sábado en la
historia. En medio de la controversia, Merkel hace honor a su viejo apodo -la canciller de teflón- y
adopta una actitud presidencial. En una entrevista reciente apoyó otra vez a
Draghi y destacó "la independencia" del BCE. Acto seguido y sin pestañear,
expresó su respaldo a Weidmann como "nuestro banquero federal". Indica también
la crónica de El País que una encuesta de la televisión pública reveló en
agosto que el 70% de los alemanes confía en Merkel para salir de la crisis. El
45% de los encuestados reconoció no tener una opinión formada sobre qué debería
hacer el BCE en este momento.
Por encima de querellas bizantinas sobre bonos y primas de
riesgo, Merkel sigue siendo la líder más popular del país. A un año de las
elecciones, sus críticos liberal-conservadores en los partidos de
centro-derecha que conforman la coalición de Gobierno carecen de margen de
maniobra ante la canciller. Y concluye la crónica: Ante estas incertidumbres,
España e Italia se mantienen a cubierto. En Italia confían en que el recurso de
España a los fondos de estabilidad y la consiguiente intervención del BCE en
los mercados secundarios reduzca la prima de riesgo de ambos países, situada en
el caso de España en los 550 puntos básicos y, en el de Italia, en 450. Se
espera que España evite un rescate completo como el de Grecia o Portugal y que
acepte nuevas condiciones a cambio de la compra de bonos. Así se pretende
esquivar los riesgos de contagio a Italia, cuya economía es demasiado grande
para ser rescatada. Un rescate completo de España comportaría riesgos que pocos
quieren asumir. En Alemania se percibe que Rajoy juega esta carta para no pedir
más ayudas a Europa pese a la desastrosa situación de sus cuentas nacionales y
autonómicas.
En el diario
El Mundo, la crónica lleva por
título Merkel pide prioridad para las reformas Y cuenta que Alemania quiere que
Rajoy se concentre en ganar credibilidad combatiendo el paro, y considera que
el presidente español se despista con sus menciones a los eurobonos. Avanza la
crónica que la canciller dirigirá un discurso a los cien altos directivos en
total, entre empresas españolas y alemanas, durante la conferencia económica
que se celebrará en Moncloa. El contenido del discurso es un secreto bien
guardado, y Merkel lo pronunciará a la misma hora en la que el presidente del
BCE, Mario Draghi, estará justificando públicamente la crucial decisión final
sobre la compra de bonos españoles e italianos.
Pero lo que no es ningún secreto es que la delegación de Berlín llega
con el objetivo de dar impulso a una intensificación de la cooperación
económica que permita a las empresas apoyar de manera efectiva el curso de las
reformas, según el vicepresidente del Gobierno alemán, Georg Streiter. Alemania
desea, por tanto, incidir en el potencial de reformas que posibilitan la
creación de puestos de trabajo y actividad económica, el mismo que ha permitido
a los empresarios alemanes mantener el empleo a pesar de la crisis y, como
consecuencia de ello, mantener la confianza en el país y en la deuda alemana...
ABC habla del marathón diplomático que espera,
esta semana, a los líderes europeos, buena parte de ellos pendientes de las
decisiones que adopte Draghi. Menciona, mañana martes, el encuentro de Hollande
con Monti en Roma. El jueves, Draghi que explicará sus planes para España e
Italia. Y el jueves, Mariano Rajoy recibe a Merkel en Madrid. Los expertos
esperan, dice ABC, que el BCE anuncie operaciones coordinadas por el MEDE y el
Fondo de Rescate, siempre que los países interesados lo pidan. Su conclusión es
que Europa afronta una semana decisiva para el futuro de la moneda única.
En
La Vanguardia, dice en su titular que
España quiere conquistar a Merkel, y que Rajoy pretende recuperar el favor de
la canciller tras burcar apoyos de Hollande y Monti. El Gobierno exhibir´ña
ante Merkel el cumplimiento de la hoja de ruta reformista de Rajoy. Habla
también de cónclave empresarial, y dice de él que busca ofrecer un mensaje de
confianza en la economía española. En la Moncloa, cuenta la crónica, insisten
en que Merkel es la gran socia amiga de Rajoy. Y cuenta que un centenar de compañías
se darán cita en Madrid en busca de negocio. Señala en un momento de la crónica
que Merkel, con elecciones en 2013 y una coalición que ya no le funciona.
Necesita que alguno de los países que han aplicado sus recetas, levante cabeza,
para demostrar que renía razón. Y España es la más firme candidata... En otra crónica,
La
Vanguardia señala que el BCE decide este jueves si es el banco de toda
la zona euro, y que Draghi tiene apoyos para reiniciar la compra de deuda
española.
En otros diarios hay también referencias a esa próxima
visita de la señora Merkel, Bienvenida, señora Merkel...
Dice
La Razón que la canciller busca tiempo
para superar los escollos legales y políticos del mecanismo de ayuda del BCE.
Dice
La Gaceta que una nueva intervención del
BCE impondrá ajustes adicionales al Gobierno.
Y en
Cinco Días se observa la coin bcidencia
de la visita de Merkel y la reunión del BCE: La institución se reúne el jueves,
día del encuentro de Merkel y Rajoy y de la subasta de bonos del Tesoro. La clave
será ver lo que ocurre en las siguientes emisiones de subastas de bonos hasta
que se formalicen la petición de ayudas y lleguen las compras del BCE...
Mientras tanto, la OCDE, a su vez, ha urgido al banco central a comprar bonos
de los Estados con problemas.
De momento, el euro muestra tendencia a subir, después de
meses de crisis: anda por el 1,25 euros por euro, después de haber estado
durante semanas por el 1,22, 1,21, 1,23...