Los
productores de ajo han mostrado su preocupación debido a que ya se ha cosechado
el cultivo y el mercado exterior se encuentra paralizado, mientras que otros
años por estas fechas existía mucha actividad. Sin embargo, el responsable de ajo de la Organización Agraria, Antonio Escudero, señala que "no hay motivo para inquietarse puesto que queda un año por delante para poder
vender la mercancía que está perfectamente almacenada en cámaras frigoríficas".
Según
el responsable de ajo de ASAJA de Cuenca, esta falta de movimiento se debe, en
gran parte, por la crisis económica y financiera, pues "los bancos no ofrecen la
fluidez de crédito de años anteriores a los compradores de este cultivo".
Campaña de ajo 2012
En
cuanto a la campaña de ajo en Cuenca, el frío del invierno y la posterior
sequía han provocado una reducción de entre un 15 y un 20% con respecto a una
cosecha normal, a pesar de que la superficie de siembra se ha incrementado este
año en un 10%. No obstante, añaden, han mejorado las primeras previsiones y el ajo de
este año tendrá una muy buena calidad.
Sin
embargo, el tamaño del cultivo también ha descendido y, con ello, el precio
también ha bajado, recuerdan, "hasta el punto que se le paga al productor por debajo de
los costes de producción, dejando en la cuerda floja la viabilidad de las
explotaciones, así como la de un sector estratégico para la economía regional".
La
Organización Agraria denuncia una vez más la "indefensión de los agricultores en
la cadena alimentaria, puestos a merced de la especulación y al abuso de
algunas distribuidoras".
A
pesar de ello, ASAJA de Cuenca confía en que esta situación termine cuando el
Gobierno ejecute las medidas anunciadas, como la Ley de la Cadena Alimentaria,
con la que, explican, "se pretende acabar con las prácticas comerciales desleales y
abusivas que se generan en las operaciones comerciales y dar por fin
transparencia al mercado".