Los descontentos con el reparto de cargas de Montoro
jueves 02 de agosto de 2012, 09:50h
Se
tardará en asumir los efectos del desarrollo del último Consejo de Política
Fiscal y Financiera, con el plante de Cataluña, el portazo de Andalucía, los
votos en contra de canarios y asturianos, la desconfianza vasca, y otras cuantas
reticencias de otras Comunidades, todas ellas, sin embargo, sumadas a la
disciplina del PP. Hoy relata El Mundo que la secretaria de Estado Fernández
Currás ha llegado a amenazar con la posibilidad de hacer uso del artículo 155
de la Constitución, en virtud del cual, el Gobierno pudiera asumir el control
de una Comunidad que incumpla sus obligaciones. A su vez, el portavoz del Grupo
Popular en el Senado, José Manuel Barreiro,
aseguró que "España es una", y ha reclamado al PSOE que haga un
ejercicio de responsabilidad, de compromiso con el país, porque es el momento
de cumplir con la ley, y porque ha llegado el momento de que todas las
comunidades autónomas se aprieten el cinturón como se lo estamos pidiendo a
todos los españoles. Barreiro recordó que hace un año se impulsó una reforma de
la Constitución por parte del Gobierno del Partido Socialista para cimentar el
compromiso español con la estabilidad presupuestaria y que contó con el apoyo
del PP, entonces en la oposición. "Ese mismo ejercicio de responsabilidad
que el PP hizo en su momento se le pide ahora al PSOE" para sacar adelante
al país, argumentó el dirigente popular. Sobre esas consideraciones de presunta
"deslealtad" que dirigentes del PP han proferido sobre las comunidades "díscolas",
la dirección federal del PSOE les expresa todo su apoyo. "Nuestra lealtad es
con los españoles", proclama Rubalcaba.
Desde Ferraz, sede federal de ese partido, no ha salido la mano que mece la
cuna de la disidencia, dada la autonomía de los gobiernos socialistas en
relación al partido, pero el apoyo es absoluto. Es más, en las próximas horas
se registrará en el Congreso la petición urgente de comparecencia del ministro
de Hacienda para que explique "el cambio de criterio sobre el endeudamiento y,
singularmente, el cambio de cifras del techo de deuda que se traduce en menos
maestros, cierre de hospitales, más paro y más sufrimiento". Además, el cambio
afecta más a comunidades gobernadas por el PSOE, lo que le hace pensar que hay
afán de "castigo". "Montoro se comporta como político de un partido pero no
como ministro de todos los españoles", se queja Rubalcaba tras escuchar a los
consejeros socialistas.
Por otro
lado, señala este jueves El País que si no hay rectificación, la decisión acordada en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF)
de limitar el endeudamiento de las comunidades, y que afecta particularmente a Andalucía, una de las menos
endeudadas, supondrá una nueva ola de recortes. La comunidad andaluza se siente
la más perjudicada por la decisión del Gobierno central de limitar el
crecimiento de su techo de deuda y alerta de que puede significar "el cierre de
19 hospitales o de 2.000 colegios o el despido de uno de cada cuatro empleados
públicos, hasta 60.000".
El
presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ilustró con estas cifras a título de
ejemplo los efectos que puede tener el hecho de que el Gobierno central les
impida elevar su tasa de endeudamiento hasta el 15,1%. A primeros de 2012
estaba en el 9,8%, una de las más bajas de toda España, y lo limite al 13,2%,
lo que significa perder 2.735 millones de financiación. El socialista resaltó
la gravedad del problema y lo que supondría para Andalucía elaborar los
Presupuestos de la comunidad de 2013 con el nuevo techo de endeudamiento. "Es
imposible", dijo en varias ocasiones, al tiempo que sostuvo que "pone en riesgo
los servicios públicos fundamentales". En efecto, la
decisión tomada en el CPFF, supone una seria limitación a la capacidad de
endeudamiento de determinadas comunidades, las que menos debían a los bancos.
Fuentes de Hacienda recuerdan que la Ley de Estabilidad, que entró en vigor en
mayo, es la que determina la obligación de fijar el techo de deuda. Hacienda
toma como partida la deuda registrada en el Banco de España al final de 2011 y
suma la cantidad que resulta de financiar el déficit de este año (el 1,5% del
PIB) y el del próximo (0,7%) más unos ajustes por la liquidación del sistema de
financiación de 2008 y 2009. El método para fijar el tope de deuda es igual
para todas las regiones pero también trata igual a las que tienen sus cuentas
más saneadas que a las más manirrotas, con más deuda. Ese es uno de los
argumentos de Andalucía cuyo nivel de deuda sobre PIB es del 9,8% cuando la
media está en el 13,5%. De esta forma, Andalucía no podría contar con 2.735
millones que pretende captar con deuda. Griñán se quejó de que esta decisión
fue adoptada "sin previo aviso", media hora antes del consejo. Tampoco el
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le anticipó nada en la reunión que ambos mantuvieron el lunes en La Moncloa y que se suponía iba a abrir una nueva
etapa de diálogo. Según Griñán, Rajoy quedó en estudiar la propuesta de
Andalucía de hacer un reparto del déficit (el 0,7% en 2013) más equilibrado
entre el Estado y las comunidades. Pero la respuesta se produjo en el CPFF: "Ha
sido un ministro andaluz [Cristóbal Montoro] el que ha infligido a Andalucía un
objetivo inasumible", subrayó. Griñán habló por teléfono con Rajoy ayer para
reabrir el diálogo. Griñán se quejó de trato discriminatorio, de ataque
"frontal y gravísimo" y acusó al Gobierno central de aplicar un rasero distinto
a Andalucía. "Discriminan a Andalucía y a todas las comunidades que en el
pasado redujimos nuestra deuda mientras que benefician a las que hicieron justamente
lo contrario". Andalucía quiere que el Gobierno dé explicaciones de por qué se
le rebaja su límite de deuda mientras que se aumenta, respecto a lo que estas
comunidades presentaron en mayo, la de Cataluña en casi 4.298 millones;
Valencia, 612 millones más y Castilla-La Mancha, 944. Hacienda, en cambio, niega
que haya un trato perjudicial hacia Andalucía. Fuentes del ministerio
consideran que es falso el panorama descrito por Griñán sobre el cierre de
hospitales y servicios públicos. Recuerdan que Andalucía se benefició de un
préstamo de 2.700 millones del plan de pago a proveedores por lo que no debería
tener deudas comerciales pendientes. No obstante, Griñán volvió a reiterar su
compromiso con el objetivo de déficit. "No es una contienda entre la Administración
central y las comunidades autónomas. Eso es una cortina humo: es un ataque a la
educación y a la sanidad públicas".
En
cuando al "plante de Cataluña" en
el Consejo de Política Fiscal y Financiera, no debe interpretarse como un
portazo definitivo sino como una advertencia de lo que puede venir en el futuro
si el Gobierno no escucha las demandas de la Generalitat, que en el corto plazo
pasan por relajar el límite de déficit y en el medio por la negociación del
pacto fiscal. Así lo dejó claro el presidente catalán, Artur Mas,
a Mariano Rajoy.
"España no saldrá de esta complicada situación a base de ahogar a la
Generalitat y a Cataluña", enfatizó. Mas defendió que "Cataluña es demasiado
importante en el conjunto de España y en sus exportaciones como para que España
salga sola de esta situación". "A base de menosprecio y falta de respeto no
resolverán nada", dijo en referencia a la actitud del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro,
a quien la Generalitat considera como una suerte de pirómano que no colabora a
crear un buen ambiente de trabajo entre el Estado y las autonomías. Ahogado por
la crisis de liquidez, como lo describe La Vanguardia de este jueves, Mas pidió
al Gobierno una "suma de esfuerzos" mientras el Gobierno catalán busca cómo
hacer frente a pagos por valor de 430 millones a hospitales, escuelas y entidades
sociales concertadas. El president Mas, ha insistido en que si España quiere salir de la
crisis tiene que contar con Cataluña, porque esta comunidad "es
imprescindible" y el Estado no puede "ahogarla" económicamente.
Por
lo que se refiere a la Xunta dispondrá en 2013 de un Presupuesto un 7,53%
inferior al que aprobó el Parlamento de Galicia para el presente ejercicio. Con
los límites de deuda y de déficit impuestos por el Consejo de Política Fiscal y
Financiera, que reducen la capacidad de endeudamiento de Galicia a menos de la
mitad, el Gobierno gallego ha aprobado un límite de gasto para el próximo
ejercicio de 8.481 millones de euros, 691 millones menos que los que figuran en
los Presupuestos de 2012. El informe que acompaña la propuesta, que este mismo
jueves se someterá a votación en el Parlamento, se acompaña de un cuadro
macroeconómico que prevé una caída del PIB del 0,4% y, pese a ello, una
reducción de la tasa del paro de dos décimas. Tras el Consello de la Xunta, Núñez
Feijóo ofreció ante los periodistas una versión suavizada del ajuste, y comparó
el Presupuesto del año próximo no con el aprobado por la Cámara en diciembre de
2011, sino con el resultante de los ajustes realizados a lo largo del año, de
8.771 millones de euros. Con este cálculo, la caída presupuestaria se reduce a
290 millones de euros (-3,3%), aunque Feijóo fue más allá y aseguró que, en la
práctica, y tras "los ajustes ya implantados" por las Administraciones
autonómica y central, se limitará a un 1,1%. Por su parte, la conselleira de
Facenda, Elena Muñoz, justificó la comparación del techo de gasto con el
presupuesto "ajustado", en vez de con el aprobado por el Parlamento, para poder
realizar una comparación en términos "homogéneos". La Xunta presentó sus
cuentas de 2012 condicionadas a las que aprobase el Gobierno de Rajoy, que se
retrasaron hasta mayo. Pero en contra de lo anunciado, y pese a los 250
millones de euros de reducción de ingresos que supusieron, el Ejecutivo
autonómico adaptó sus cuentas oficialmente "sin recortes". El Gobierno gallego
lo justificó apelando a medidas como la rebaja en el gasto de la función
pública, el ahorro farmacéutico y el incremento del déficit previsto. Ahora
recurre a esas mismas medidas para asegurar que los 690 millones de caída del
gasto no pasarán en la práctica de unos 100 millones de euros. No menos
optimistas son algunas de las cifras que figuran en el informe de estrategia
fiscal y financiera, que prevén que el PIB caiga en Galicia una décima menos
que en el conjunto de España, con lo que sitúa el crecimiento gallego en un
-0,4%. Tanto el FMI como servicios de estudios privados calculan que la
economía española caerá más del doble que el 0,5% que prevé el Gobierno de
Rajoy. Pese al consenso generalizado de que se requiere un crecimiento próximo
al 2% anual para generar empleo, el informe de la Consellería de Facenda, que
presentó Elena Muñoz, confía en rebajar la tasa de paro a un 20,1% dos décimas
menos que en 2012 y 4,2 puntos por debajo de la calculada por el Gobierno
central para todo el Estado. "El leve descenso de la ocupación y una caída del
número de parados en el entorno de un punto harán que la población activa
disminuya ligeramente (0,4% de descenso) y se alcance la referida tasa", relata
el documento. Con todas estas cifras, Feijóo insiste en su tesis de que Galicia
está menos mal que el resto de comunidades autónomas, gracias a que "se
anticipó" en las medidas de austeridad, lo que le llevó a prometer que el gasto
social del año próximo "se mantendrá" o sufrirá ajustes mínimos. Una vez
aprobado hoy por el Parlamento el techo de gasto, las consellerías tendrán
hasta octubre para cerrar el Presupuesto de la Xunta para 2013, con el
objetivo, afirmó Feijóo, de "blindar el gasto social" y "mantener a la baja" el
gasto corriente e improductivo. El presidente destacó que desde su llegada a la
Xunta, los Presupuestos autonómicos se han reducido en torno a un 20%, hasta
situarse a niveles del año 2005. Pero ni Feijóo ni la conselleira de Facenda, Elena Muñoz,
hicieron referencia en su presentación pública del techo de gasto a las
críticas que contiene el informe, y se ciñeron a relatar algunas de sus cifras.
Muñoz explicó que el grueso de la capacidad de gasto de Galicia procede del
sistema de financiación autonómica, por el que prevé lograr 6.194 millones de
euros. Mediante el resto de recursos, como tributos propios, fondos de la Unión
Europea y transferencias finalistas del Estado, se prevé ingresar otros 1.748
millones. A estos ingresos no financieros de 7.942 millones, habría que sumar
los 407 millones de euros de la capacidad de endeudamiento y 132 millones más
por ajustes en la contabilidad nacional, lo que daría lugar a los 8.481
millones a los que asciende el techo de gasto de la comunidad para 2013.
¿Y
en Euskadi? "No nos sentimos concernidos por lo decidido ahí". La frase, en la
que ayer incidían fuentes del Gobierno vasco, pone de manifiesto cómo la
política que el Ejecutivo central, y en especial el Ministro Montoro está
desarrollando respecto a las comunidades autónomas y su situación económica
está ahondando el enfrentamiento entre los Gabinetes de Patxi López y Mariano Rajoy. Aunque
Euskadi, dado su régimen de Concierto, asistió sólo como oyente a la
conflictiva reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, su desarrollo
ha servido para rearmar los ataques del Ejecutivo vasco a lo que considera una
política de "ordeno y mando" del central. "No se puede gobernar a fuerza de
real decreto", enfatizaba ayer la consejera de Educación, Isabel Celaá, en Azpeitia, donde
acudió para representar al Gobierno en los actos de la festividad de San
Ignacio. Tras la reunión en Madrid, el ministerio
difundió un comunicado oficial en el que fijaba como techo de deuda para
Euskadi el año entrante 7.309 millones de euros, el 11% del PIB regional,
apenas un 0,8% más que este año. "Es un objetivo marcado unilateralmente",
replicaban las fuentes informantes, que deberá verse en su momento, según recordó
también la consejera en la Comisión Mixta de Concierto. El departamento de
Economía ya está hablando con el ministerio homónimo "al efecto", precisó la
consejera. El propio desarrollo de la cita y la actitud de Montoro ha irritado
al Ejecutivo socialista, como reflejó el propio lehendakari, Patxi López, en su Twitter, tras ser
informado por el consejero de Economía: "Rajoy está castigando a las
comunidades que hemos gestionado bien y beneficiando sólo a las que han
derrochado, curiosamente del PP", escribió López en su cuenta. El lehendakari incidió, además, en otro mensaje en la
solvencia de Euskadi tras el cierre del primer semestre del año con superávit
(un 0,1%), por lo que reiteró su oposición frontal a aceptar recortes
obligatorios en los servicios públicos. Lo que el Gobierno vasco cree que está
en juego, en el fondo, es la propia defensa del autogobierno. En el entorno del lehendakari, cuenta El País, se
repite la idea de que la necesidad de Rajoy de mandar señales a Bruselas sobre
el estricto cumplimiento del déficit no se puede aprovechar para restringir el
Estado autonómico obviando el diálogo. "No es aceptable que en las competencias
propias te digan cómo tienes que hacer las cosas", recalcaban las fuentes
informantes. "Mientras este Gobierno
tenga la responsabilidad de este país no vamos a aceptar recortes en sanidad,
en políticas sociales, ni vamos a dejar que tenga efecto nada de lo que
signifique recortes en educación", subrayó Celaá, cuyo departamento remitió por
la tarde un comunicado que ponía en boca de la consejera una frase, que no
llegó a pronunciar en el acto: "Recurriremos sistemáticamente toda vulneración
del estatuto de Gernika".
Nadie
duda de los propósitos de Rajoy-Montoro de someter a rajatabla las cuentas
autonómicas, presentadas en el mundo entero como causantes del desmadre
financiero español de los últimos tiempos.