martes 31 de julio de 2012, 10:26h
Será
muy difícil que la espera hasta la
sesión del jueves en la que se
supone que el BCE dará contenido a la advertencia de la semana pasada de su
Presidente, no acabe haciéndose larga para todos, sobre todo teniendo en cuenta
que tras varias semanas de preapocalipsis, lo único que a estas alturas unos y
otros tienen para enfrentar la sesión diaria de trabajo es una declaración. A
pesar de todo, se percibe un tono mezcla de expectativa (70%) y confianza (30%)
que permite recuperar las sensaciones de sesiones de no hace mucho tiempo donde
lo más importante que acontecía era la publicación de un indicador o la ruptura
de algunos niveles técnicos. El día que volvamos a aquellas sesiones, más de
uno va a tener que aficionarse a deportes de riesgo para que su sistema
nervioso se mantenga en forma.
El
caso es que la jornada de ayer no ha estado precisamente huérfana de asuntos de
interés. El que más cerca nos toca, es la esperada confirmación de un nuevo
trimestre de contracción del PIB, un
0,4% trimestral, que se suma a los dos anteriores (4º de 2011 y 1º de 2012) con
descensos del 0,3%. Hay que ir al segundo trimestre del 2009 para encontrar un
deterioro mayor. El descenso de la demanda interna (consumo e inversión)
explica de nuevo la contracción, que solo se aminora por el incremento de
exportaciones. Es un modelo que seguirá funcionando de igual modo en la segunda
mitad del año, hasta encontrar un equilibrio en 2013 antes de recuperar tasas
positivas en 2014. Al menos es lo que se deduce de muchas de las estimaciones
que manejan los mercados.
Mercados
que juegan a adivinar las posibles
combinaciones a través de las que el BCE puede dar contenido a la
declaración de su Presidente. Un paso atrás del BCE sería peligroso, porque
vista la respuesta de los mercados al aviso, se demuestra que hay credibilidad disponible
y es esta una munición escasa. Lo normal, es que dada la limitación del BCE
para comprar emisiones en el mercado primario, sea el EFSF quien efectúe esas
compras, reservándose el BCE para las compras en mercado secundario. ¿Dar una
cifra como hacen la FED y el Banco de Inglaterra? Es una posibilidad. Las
estimaciones de las compras de deuda por el Banco de Inglaterra son del 20% del
PIB. Equivaldría a una cifra en la EZ de 1,6 billones, algo muy improbable. Una
alternativa sería fijar una referencia límite para la prima de riesgo. El caso
es que mientras se espera, las expectativas sobre la ruptura del euro aumentan
a 73% desde el 55% según el German Sentix
Institute. Que salga Grecia se estima en un 97%. Sobre España sube
al 15,4% desde el 12,5%. Simplemente esperando. No fiarse mucho.
Analista y consultor
Consejero Delegado del Grupo Omega Financial Partners. Es economista, MBA por la IE Bussiness School y en Estrategia Internacional por la London Business School. Formado en el Chicago Mercantil Exchange, es experto en Options Risk Management por O´Connell & Piper de Chicago. Conferenciante y profesor de derivados financieros y divisas en diversos programas Master. Además, dirige los Comités de Riesgo de compañías de múltiples sectores de actividad, siendo miembro de varios Consejos de Administración. Ha sido contertulio habitual de emisoras de radio, miembro del equipo editorial de diversos diarios
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