De Cuadernos para el
Diálogo a la Presidencia del Congreso de los Diputados
Perfil: Gregorio Peces-Barba, el fin de un humanista en las filas del PSOE
martes 24 de julio de 2012, 12:21h
Decir que Gregorio Peces-Barba
Martínez (Madrid, 1938) era uno de los 'padres de la Constitución' es decir
poco de una persona que representó políticamente un periodo muy importante de
la historia de España. Desde una vertiente social-cristiana, Peces-Barba fue
una de esas figuras que plasmó su oposición al franquismo de forma didáctica y
a través del intelecto: muchos recuerdan aún su paso por la revista 'Cuadernos
para el Diálogo', el único punto real de encuentro de la oposición al régimen
del siniestro general. Con la desaparición de Peces-Barba se pierde un poco más
la memoria viva contra un régimen oprobioso.
Gregorio Peces-Barba era hijo
del abogado fiscal, capitán auditor del Ejército de la República y ex senador
socialista por Toledo Gregorio Peces-Barba del Brío, galardonado con la Orden
de Isabel la Católica, concedida en Consejo de ministros (20.5.1994). Fue uno
de los siete diputados que formaron la Ponencia Constitucional en 1977,
encargada de elaborar la Constitución Española que cumple ahora 33 años.
Estudió el Bachillerato
en el Liceo Francés de Madrid, con compañeros como Miguel Boyer (ayer, socialista; hoy, en las filas de FAES) y Simeón de
Bulgaria. Cursó la carrera de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid,
por la que se licenció y se doctoró con la tesis sobre el pensamiento social y
político de Jacques Maritain, que fue calificada con sobresaliente cum laude y
se publicó bajo el título Persona, Sociedad y Estado (1972). Amplió sus
estudios en la universidad francesa de Estrasburgo, donde obtuvo la
licenciatura en Derecho Comparado y fue profesor numerario de Filosofía del
Derecho en la Universidad Complutense de Madrid en los revueltos años de 1966 y
vicedecano de la Facultad de Derecho en los inicios de la transición (1976-1977).
Inscrito en el Colegio de
Abogados de Madrid (1962), Peces-Barba se inició en el ejercicio de la abogacía
en el despacho profesional de su padre, compartiendo despacho con otros dos
jóvenes activistas, José María Mohedano y Tomás de la Quadra: el primero
recalaría en el Partido Comunista de España (PCE), Tomás de la Quadra y
Peces-Barba acabarían encuadrados en el Partido Socialista.
Desde el despacho de su
padre, Peces-Barba actuó como abogado defensor en numerosos procesos ante el franquista
Tribunal de Orden Público (TOP), de tristísimo recuerdo, y en diversos consejos
de Guerra entre 1963 y 1975. Por ejemplo, intervino en el sumario número 1, un
proceso contra la Comisión Obrera de Vizcaya, y en 1970 actuó en el Proceso de
Burgos como defensor del miembro de ETA Víctor Aranda. Como consecuencia de su
actividad profesional y política, durante el estado de excepción de 1969 fue
confinado en Santa María del Campo (Burgos) por disposición de la autoridad
gubernativa.
La pluma en vez de la
espada
Muchos recuerdan aún que
Gregorio Pece-Barba fue uno de los fundadores de la revista Cuadernos para el
Diálogo, en 1963, junto a Joaquín Ruiz-Giménez, Pedro Altares y Javier Rupérez,
entre otros, todos ellos encuadrados en la democracia cristiana opositora al
régimen. De ahí, precisamente, proviene su formación demócrata-cristiana, encuadrándose
en el grupo Izquierda Democrática.
Por esas actividades
clandestinas, en 1971 fue detenido y suspendido del ejercicio de la abogacía
durante tres meses por el terrible TOP, y en mayo de 1975 volvió a ser detenido
en Valladolid, acusado de asistir a una reunión ilegal en un restaurante, con
otras veinte personas, una más de las que el decreto de Reunión permitía en
aquellos días.
Su compromiso político y
social le llevó a ingresar en 1972 en el PSOE en la clandestinidad, un Partido
Socialista que ya vivía la convulsión interna que se originó previamente en la
UGT y que se transmitió a la organización política hasta la escisión de 1974 en
Suresnes. Ni qué decir tiene que Peces-Barba, como tantos otros jóvenes del
'interior' (la dirección se hallaba, por razones obvias, en el exilio), se
encuadró con los jóvenes que tomaron el poder y asaltaron las oficinas de la
Secretaría General en Toulouse. Atrás quedaban la mayor parte de los dirigentes
que habían combatido arma al hombro en la guerra civil y que ya eran
calificados como 'históricos', un eufemismo para catalogarles de
'reemplazables' dentro de una España moderna.
Dentro del PSOE, Peces-Barba
fue vicepresidente del XXVII Congreso y presidente del I Congreso de la
Federación Socialista Madrileña (FSM), secretario del Grupo Parlamentario
Socialista y miembro de la Ponencia encargada de estudiar el anteproyecto de la
Constitución (1977-1979, el 7.3.1978 se retiró de la citada ponencia, siguiendo
instrucciones de su partido, pero al concluir ésta sus trabajos, Peces-Barba
firmó el Anteproyecto de la Constitución, precisando que su firma no presuponía
el consenso del PSOE), vocal de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE
(Congreso Extraordinario, septiembre de 1979, en el que fue portavoz del grupo
castellano-leonés y apoyó la opción de Felipe González), presidente de la Junta
Arbitral de Consumo Nacional (29.11.1993/ abril de 1997, fue sustituido por
Alberto Bercovit), y miembro de la Comisión de Registro de Bienes y Actividades
de los cargos públicos del PSOE (elegido por el Comité Federal el 29.4.1994).
Presidente del Congreso
de los Diputados
Peces-Barba siempre
simultaneó su actividad política con la privada y en 1982 obtuvo, por
concurso-oposición, la plaza de profesor agregado de Derecho Natural y
Filosofía del Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense
de Madrid. Decidió entonces no presentarse a los comicios generales que se iban
a celebrar en octubre de ese año para dedicarse plenamente a la docencia, pero
más tarde reconsideró su postura y accedió a presentar de nuevo su candidatura
en la lista de su partido.
Candidato del Partido
Socialista para ocupar la Presidencia del Congreso, fue elegido presidente de
la Cámara Baja por 338 votos a favor, 8 en blanco y ninguno en contra
(18.11.1982). En el discurso que pronunció inmediatamente después de su elección,
Peces-Barba afirmó que los principios que inspirarían su actuación
serían tres: objetividad, imparcialidad e independencia. Asimismo, manifestó
que, como signo externo de neutralidad, no ejercería su derecho al voto en las
sesiones de la Cámara. Presidió, igualmente, la Diputación Permanente del
Congreso y la Comisión de Reglamento, según establece el artículo 47 del
Reglamento de esa Cámara (2.12.1982/ 1986).
En enero de 1983
Peces-Barba decidió seguir impartiendo clases en la Universidad Complutense de
Madrid, lo que causó malestar en la ejecutiva del PSOE. Sin embargo, consiguió
una excedencia especial que le permitió impartir la docencia varios días a la
semana sin percibir ninguna remuneración.
De vuelta a la Unviersidad
En junio de 1986 cesó
como presidente del Congreso e inmediatamente solicitó su incorporación a la
cátedra de Derecho Natural y Filosofía del Derecho, en la Universidad
Complutense de Madrid. Ya en el campo docente, ha sido presidente de la
Comisión Gestora de la Universidad Carlos III (7.6.1989), en la zona sur de
Madrid, de la que fue rector y catedrático de Derecho, Moral y Político desde
su puesta en funcionamiento (curso académico 1990-1991).
Director del Instituto de
Derechos Humanos, Gregorio Peces-Barba ha desempeñado además los cargos de
parlamentario del Consejo de Europa y vicepresidente de la delegación
parlamentaria española en el citado Consejo. En la víspera del decimotercer
aniversario de la Constitución Española, fue investido doctor honoris causa por
la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED, 15.12.1991), junto a
los seis ponentes de la Carta Magna para cuyo fin fueron elegidos por la
Comisión Constitucional del Congreso de los diputados.
Un año más tarde, fue
investido doctor honoris causa por la Universidad norteamericana de San Luis en
España (23.10.1992), y el 19 de abril de 1993 leyó su discurso de ingreso en la
Real Academia de Ciencias Políticas y Morales, en el que analizó la relación
entre ética, política y derecho e indicó algunas desviaciones de la sociedad
respecto al modelo teórico del estado democrático debido a problemas de "límites
y de equilibrio".
Defensor de García Valverde
Miembro del Consejo
Asesor de Sanidad, órgano de carácter consultivo dependiente del Ministerio de
Sanidad, que se constituyó en 1992, Gregorio Peces-Barba, fue designado (1991)
junto a Adolfo Suárez y Joaquín Ruiz-Giménez como experto para asesorar al
Gobierno de Guinea hacia la transición democrática. Y recuperando su profesión
de letrado, ejerció como abogado defensor de Julián García Valverde, ex
ministro de Sanidad y ex presidente de Renfe, en el caso desglosado de Filesa,
sobre presunta financiación irregular del PSOE a través de las contrataciones
del AVE.
Fue doctor honoris causa
por la Universidad de Vigo (28.3.1996) y estaba en posesión de la Gran Cruz de
la Orden de San Raimundo de Peñafort (diciembre de 1986), Medalla de Honor
peruana con el grado de Gran Cruz (concedida en 1983 por el presidente de la
Cámara de Diputados de Perú) y Legión de Honor francesa (13.12.1987).
Es autor de numerosos
libros entre los que destacan: Derechos Fundamentales (tercera edición 1980),
Libertad, Poder, Socialismo (1978), La Constitución Española de 1978. Un
estudio de Derecho y Política (1981), Tránsito a la modernidad y derechos
fundamentales (1982), Introducción a la Filosofía del Derecho (1983), Teoría
general de los derechos humanos y Texto básico de los Derechos Humanos.
Parlamentariamente, ha
sido diputado del PSOE por Valladolid en las Legislaturas Constituyente
(1977-1979), en la que fue secretario del Grupo Socialista y miembro de la
Ponencia encargada de estudiar el anteproyecto de Constitución; I (1979-1982),
en la que formó parte de la Diputación Permanente y de las comisiones de
Reglamento, Mixta Constitución-Reglamento y Justicia y fue secretario del Grupo
Socialista, del que dimitió a finales de 1981, siendo sustituido por Javier Sáenz
de Cosculluela; y II (1982-1986), en la que desempeñó la Presidencia del
Congreso.