Las tácticas 'militares' ejercitadas
el pasado mes de febrero por el Jefe Superior de Policía de la Comunidad
Valenciana,
Antonio Moreno, que llamó
"el enemigo" a los estudiantes, han hecho furor entre los antidisturbios; al menos,
entre los mandos de las Unidades de Intervención Policial (UIP).
Según ha sabido este
diario e-Xclusivo de fuentes solventes,
de cara a la manifestación del pasado
jueves, 19 de julio, el jefe de la Unidad de Intervención Policial de Madrid,
Javier Nogueroles, que tiene a su cargo nada menos que 1.100 antidisturbios,
ofreció un briefing a sus subordinados para prohibirles taxativamente cualquier
acto de confraternización con el 'enemigo'.
Nogueroles, que es
inspector jefe y manda la 1ª UIP desde hace cinco años, les dijo que cualquier
gesto de solidaridad con los manifestantes iba a suponer la apertura de
"un expediente sancionador severo".
Y es que Interior estaba
muy preocupado por algunas lecturas que se han hecho públicamente de gestos
habidos entre los antidisturbios desplegados, entre otros sitios, en el
Congreso de los Diputados. El quitarse los cascos hace unos días, por ejemplo, cuando
se manifestaban policías y bomberos, se interpretó erróneamente como un gesto
de solidaridad, cuando en realidad se trató de una orden del jefe de la Unidad
cuando vio que no había peligro de confrontación. Pues bien, Nogueroles les ha
dicho ahora que al 'enemigo' ni agua o habrá peligro de grave sanción.