Rajoy, solo, no; acechado, sí
jueves 19 de julio de 2012, 18:47h
Ayer, la mayoría absoluta del PP, permitió al
Gobierno sacar adelante los dos decretos aprobados hace una semana en
Consejo de Ministros. El primero de ellos, referido a las medidas
adoptadas para rebajar el déficit y, el segundo, en el que se establece
un fondo autonómico para evitar la "caída" de cualquier autonomía. El
PSOE y los demás grupos de la oposición se negaron en rotundo a prestar
cualquier apoyo y parte de la izquierda abandonó el salón de plenos para
no participar en la votación. "El Gobierno y Rajoy se han quedado
solos", se oía una y otra vez por los pasillos del Congreso que, en esta
ocasión, no fue testigo mudo de aplauso alguno, salvo los que salieron
de la bancada socialista una vez que su secretario general, Pérez
Rubalcaba dijera "no como una casa" a las medidas del Ejecutivo.
El Gobierno y su Presidente no salieron derrotados y hablar de
soledad cuando se tiene mayoría absoluta es, cuando menos, un poco
arriesgado. Ni el Gobierno ni el Presidente, de acuerdo con la
aritmética parlamentaria, están solos pero ambos están acechados.
Están acechados, en parte por errores perfectamente subsanables
-versión en inglés y de madrugada de los acuerdos de Gobierno, no haber
dedicado una jornada a hablar, al menos, con el líder de la oposición,
ausencia del Presidente en una jornada parlamentaria como la de ayer-
por la prima de riesgo, por las exigencia de 770 millones de garantía
solicitados por Finlandia, por las versiones y contraversiones de
quienes en Europa tienen voz y, desde luego, acechados, tanto por el
enfado explicito de un amplio sector de la opinión pública como por el
sensación de agotamiento de la mayoría silenciosa.
Están acechados porque al margen de que las medidas sean acertadas
o no, resulta que chocan con las competencias de las autonomías que se
han convertido en algo absolutamente intocable e innegociable cuando
aquí lo que tiene riesgo principal es España como país -y por tanto sus
autonomías- y no el nivel de autogobierno de cada una de ellas.
Trasladar a Europa la idea de aquí estamos todos a una es poco menos que
misión imposible.
Están acechados por la Oposición, incluida UPN, que finalmente se
abstuvo. Las medidas del Gobierno son discutibles y susceptibles de
crítica, pero después de haber escuchado con atención algunos de los
discursos pronunciados ayer se puede afirmar que han hecho bueno al
Ejecutivo. Con todo, lo lamentable es que ni en situación de máxima
emergencia se vislumbre un gesto de mínima generosidad con el país,
sobre todo cuando todos -políticos y no políticos- sabemos que no hay
alternativa. Cuando se nos dice que todo está mal pero nadie sugiere
medidas alternativas creíbles que permitan pensar que si este Gobierno
fracasa, ahí hay otros con ideas claras para tomar el relevo.
Rajoy se volvió a Moncloa sabiéndose acechado. Rubalcaba hizo lo
propio a su despacho de la calle Ferraz, pero Rubalcaba ¿Cómo se sabía
Rubalcaba?.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (2)
10431 | Pikertom - 20/07/2012 @ 12:09:20 (GMT+1)
Señora Zarzalejos, en pocas palabras nos dice que a pesar de los errores del señor Rajoy, su mayoría es suficiente para que los ciudadanos nos tengamos que callar la boca para que siga equivocándose. Bruselas y otros organismos internacionales le están diciendo al señor Rajoy y a su mayoría que se tienen que hacer otras políticas si quiere salvar al pais del precipicio, pero el señor Rajoy, como tiene su mayoría, pues erre que erre. Señora Zarzalejos, si que hay otras políticas diferentes a la que plantea el señor Rajoy y su mayoría. Si que las hay. Mientras tanto los ciudadanos seguiremos empobreciendonos, perdiendo derechos, perdiendo libertad, comiendo mierda.
10407 | Cuquiña - 20/07/2012 @ 00:32:05 (GMT+1)
Ha acertado vd. en el adjetivo, acechado, eso está haciendo la irresponsable oposición, hoy el Congreso ha sido un Insultódromo, y me alegro de que Rajoy haya estado trabajando mucho mejor que escuchando a los pequeños partidos soltando insultos y malas palabras, irrespetuosos y a veces groseros, y hasta la sensata Rosa Díez perdiendo el oremus. Gestionar lo que está haciendo el PP debe ser complicadísimo, y los españoles sensatos no olvidamos a quien se debe la horrible situación en que nos encontramos. Los mercados, viendo a la izquierda impresentable, seguirán desconfiando de nosotros
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