Riesgo de que la crisis se le vaya de las manos a Rajoy
martes 17 de julio de 2012, 08:04h
Primera cuestión, ¿quién
lleva la voz cantante, quién controla el timón de las reformas-reajustes? Se
supone que, tierra adentro, Rajoy, o acaso Sáenz de Santamaría, y fuera de
aguas exteriores, De Guindos, que habla idiomas... Luego, en materia
divulgativa y de respaldo, Cospedal, a quien, como "segunda del partido", tiene
la tarea de apoyo a las medidas del Gobierno. Ahora, por ejemplo, ha sido la
más evidente y directa: Nos ha dicho que es obligación de todos los partidos y
de todos los ciudadanos, así lo ha dicho,
apoyar al Gobierno de España para que España no sea intervenida. Así se
claro. Cospedal dice tal cosa mientras De Guindos, en una oportuna declaración
efectuada en Barcelona, proclama que "ni estamos intervenidos ni habrá rescate
total". Y que -dice De Guindos-, el Gobierno valora el esfuerzo de Cataluña. Lo
dice en el momento en el que "salta" y rasga la "costura catalana", después de
que Artur Mas interpretara que la advertencia que es una amenaza de
intervención la advertencia de que Cataluña es una de las autonomías que aún
requieren mayores ajustes para atenerse al 1,5 por 100 del déficit prescrito
para los Gobiernos regionales, sin excepción. Artur Mas dice que eso es una
injusticia, porque nadie como Cataluña ha recortado sus gastos... Probablemente
porque nadie como Cataluña tenía tanto que recortar.
Pues bien, en los últimos
días, ha cundido el pánico al comprobar que los mercados siguen sin dar por
buenos los pasos que dan, Rajoy, SSS y
el Gobierno de ambos. La puesta en marcha de las directrices de Bruselas-Berlín
no parecen suficientes a esos poderosos señores dueños de la deuda sin pagar.
Seguramente, por varias razones. La primera de ellas, por la calamitosa
política de información que sigue poniendo en marcha el Gobierno. Dice una cosa
al país, otra a quienes leen inglés o alemán y también es distinta la versión
de "las medidas" del "tijeretazo" o del "rajonazo", para cada día de la semana.
Todavía no sabemos la cifra total de los ahorros o de los ingresos
extraordinarios del Gobierno, porque las cifras de los cálculos no cuadran. Y
el orden de ese "ajuste" anunciado no es menos lamentable: Rajoy empezó a
desgranarlo, en su comparecencia en el Congreso, por la reducción de concejales, que, si no
sucede nada extraño, deberá producirse, tras las correspondientes reformas, con
ocasión delas elecciones autonómicas y municipales de dentro de dos años...
Pero hay otras urgencias, probablemente más rentables para el Estado, como la aplicación
del nuevo IVA, desde el primero de septiembre. Tampoco ha habido claridad sobre
tal reforma, lo que seguirá en el grupo del IVA hiperreducido, lo que pasa del
bloque del ocho al diez por ciento, y lo que pasa del 18 al 21 por 100. En esta
materia, el desastre en explicaciones ha sido Cristóbal Montoro, ya conocido
por la inadecuación en su trato con sus
colegas del Congreso, con los consejeros de Economía y Hacienda, o con los periodistas. Sus malos modos sólo
son parecidos a los de Andrea Fabra, a quien, por cierto, ha respaldado muchos
colegas, pero no la secretaria general del PP, Cospedal, que le ha sacado
tarjeta amarilla. Por lo menos. Llamar hijo de puta en el hemiciclo, a quien
sea, los adversarios socialistas o el grupo de cinco millones de parados, no
parece una demostración de buen decir. Como tampoco lo fue el aplauso de la
bancada popular a cada una de las medidas, dolorosas, sin duda, que iban
encajando funcionarios o ciudadanos en general.
El Gobierno,además, ha tenido
un par de deslices más, en esta ceremonia de divulgar los alcances de "la
tijera": entre los funcionarios afectados por los recortes de gastos están
bomberos, policías, Fuerzas Armadas... Y no parece que se haya pensado en que
esto iba a suceder de este modo. De ahí que sorprendiera, en primer lugar al
Gobierno, la "comprensión" que los policías antidisturbios hicieron hacia los
funcionarios que protestaban en la calle contra los recortes que les afectaban.
También a los oficiales, los policías, los bomberos, los médicos, las
enfermeras, afecta la supresión de la paga extra de Navidad de este año, y más
aún cuando no queda claro cuándo se recuperará ese "derecho adquirido" de las
catorce pagas anuales... El otro desliz se ponía de relieve este lunes en
Cataluña, cuando Artur Mas se daba por aludido a la advertencia de Cristóbal
Montoro, efectuada el jueves anterior al consejero Mas Colell, de que si no se seguían recortando los gastos
de los presupuestos catalanes, el Gobierno central intervendría las cuentas
catalanas. AV Mas le faltó tiempo para poner el grito en el cielo. A Mas y a
Durán, su portavoz en Madrid, por igual. Los dos invocaron el "venganza
catalana te alcance", Mariano Rajoy: rompen con el PP y dejarán sólo al PP para
que resuelva sus papeletas de la crisis por su propia cuenta y sin apoyos
exteriores. De Guindos, presente este lunes en Barcelona, ha tenido que sofocar este incendio catalán
proclamando que "el Gobierno valora el esfuerzo de Cataluña", y que nadie tiene
propósitos de intervenir a Cataluña. "El Gobierno, declara este martes a La
Vanguardia, no debe intervenir en una comunidad autónoma salvo en una situación
absolutamente excepcional, en la cual no estamos en este momento". Pero las piedras y los gritos ya se han
lanzado, y no suelen regresar de inmediato, a su punto de origen. Tardará en
curarse la injuria...
¿Se le está yendo de las
manos la crisis y sus soluciones a Rajoy y sus colaboradores del PP? Unos
cuantos elementos no han dado la talla, ciertamente.