Toda o casi toda la carrera judicial está en contra
del ministro de Justicia,
Alberto Ruiz-Gallardón. No importa a qué sector se
pertenezca, sea progresista o conservador:
los planes del ministro de convertir
el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en una especie de dirección
general dependiente del Palacio de Parcent, sede del Ministerio, ha conseguido
lo que nunca antes había logrado, aunar voluntades y desprecio contra le
'ambicioso' y 'advenedizo' Ruiz-Gallardón.
En el CGPJ entienden que la reforma del CGPJ que
plantea Gallardón -cuyas líneas maestras se aprobaron en el Consejo de
Ministros del pasado viernes- es sólo una venganza del ministro por la forma en
la que se ha producido el cese del anterior presidente del Supremo y del CGPJ,
Carlos Dívar. Y, luego, claro, un deseo desmesurado del Gobierno de
Rajoy por
controlar el Poder Judicial, de tal manera que convierta a este poder en un
apéndice del Ejecutivo.
Se busca magistrado al borde de la jubilaciónTras el cese de Dívar, las cosas pueden seguir como
están ahora, aunque sea en plano de interinidad, ya que sólo queda algo más de
un año para proceder a la renovación del actual CGPJ. Así, podría seguir el
vicepresidente
Fernando de Rosa presidiendo en funciones el Consejo, y no
pasaría nada. Pero el propio De Rosa ha manifestado que no desea seguir con
esas funciones y, además que no es candidato para presidir este órgano de
gobierno de los jueces para tan solo un año.
Por esa razón, en los últimos días se han producido
-y se están produciendo- numerosísimas reuniones entre los 20 vocales que
conforman actualmente el CGPJ. Se trata de buscar un magistrado del Tribunal
Supremo que dé el 'perfil' adecuado para esta situación de interinidad. En ese
perfil se recoge que el candidato esté a punto de cumplir 70 años; es decir, al
borde de la jubilación, dado que si le quedara mucha vida profesional por delante
nadie querría ese caramelo amargo.
Ese perfil lo cumplen la menos entre doce o catorce
magistrados del Supremo, pero en las distintas reuniones que se están
manteniendo se han simplificado a una lista de ocho. He aquí los candidatos.
-
Rafael Fernández Montalvo, magistrado progresista del
Tribunal Supremo.
-
Carlos Granados, fue Fiscal General del Estado en
la etapa de Juan Alberto Belloch como ministro de Interior y Justicia; contribuyó
a fundar en 1984 la moderada asociación judicial Francisco de Vitoria y es
magistrado del Tribunal Supremo desde 1992.
-
José Ramón Ferrándiz Gabriel, magistrado de la
Sala I del Tribunal Supremo y ex presidente de la conservadora Asociación
Profesional de la Magistratura (APM).
-
Jesús Soto Prieto, de la Sala de lo Social del
Tribunal Supremo.
-
José Manuel Sieira, presidente de la Sala de lo
Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo.
-
Santiago Martínez Vares, magistrado de la Sala de
lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo.
-
Gonzalo Moliner, presidente de la Sala de lo
Social del Tribunal Supremo.
-
José Luis Calvo, progresista, magistrado de la
Sala de lo Militar del Tribunal Supremo.
Ahora bien, ni siquiera se tiene claro cuál es el
número exacto de vocales para la elección del presidente, dado que a fecha de
hoy todavía existen varias interpretaciones al respecto. Para elegir al
presidente del Supremo se necesita una mayoría de 2/3, pero ¿contando 21
vocales o sólo 20? Porque, claro, el Consejo tiene 20 vocales más el
presidente, pero el presidente, que era Dívar, dimitió.
En todo caso, la mayoría de los vocales del Consejo
apuestan porque del Pleno de mañana salga un presidente con el perfil anunciado:
magistrado del Supremo y a punto de jubilarse.