Los primeros residuos radiactivos
que se almacenarán en el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas
(Cuenca) procederán de la central nuclear de Vandellós I y dejarán de ser
derivados a Francia. Un 'servicio' por el que España paga más de 65.000 euros
diarios desde enero de 2011.
El ministro de Industria, José Manuel Soria y la presidenta
castellano-manchega, Dolores de Cospedal
han asistido a la presentación del proyecto del silo nuclear. Soria ha recordado
que Castilla-La Mancha cuenta con un sector agrícola de gran peso y un sector
industrial débil, por lo que ha apostado por insertar proyectos de inversión
como el ATC en la política industrial de la región.
Soria ha explicado que el objetivo es atraer
empresas que generen talento, que innoven y que investiguen en desarrollo.
En esta línea, Cospedal ha apuntado que el
ATC será un foco de atracción para empresas y ha apostado por la investigación
y las nuevas tecnologías para la modernización de la comunidad autónoma.
Por
su parte, el alcalde de la localidad, José María Sázi, ha calificado a Enresa
como "una de las principales empresas ecológicas del mundo", ha
agradecido el apoyo de gobiernos y vecinos de los pueblos de la comarca y ha
asegurado que la oposición al ATC ha sido "política".
Soria y Cospedal han sido recibidos en
Villar de Cañas entre aplausos y con pancartas de bienvenida, como la que
decía: "Estando tú en el gobierno, se acabó la mala racha, pues ahora está
en buenas manos toda Castilla-La Mancha".
Sin embargo, varios miembros de la
plataforma contra la instalación del almacén nuclear en la localidad se han
concentrado para protestar contra "un acto propagandístico y
político", en palabras de su portavoz, María Andrés, quien ha dicho a Efe que no se ha avanzado nada en el
proyecto desde que en diciembre de 2011 se eligiera la localidad para albergar
el ATC.