Puede que a Iker Casillas, capitán de la Selección española y del Real Madrid, campeonísimo de todo, no le den el Balón de Oro -se rumorea que este año recaerá otra vez en Leo Messi-, pero día a día demuestra ser un gran deportista.
Vean el vídeo que está circulando en Internet y que muestra como el portero pedía a un asistente arbitral que pitara el final del partido contra Italia, que hizo campeona a La Roja en la Eurocopa, porque el marcador ya era suficientemente humillante para los italianos, que caían 4-0. En un momento determinado, se ve cómo Casillas se acerca a dicho asistente y le llama dos veces, para después decirle: "Respeto por el rival, respeto por Italia, van 4-0 ya...".
Solicitaba así que no siguiera prolongando el tiempo del partido, ya en el descuento. En cuanto ve que el árbitro principal señala el final, asiente con la cabeza y se acerca al asistente para abrazarle.
Casillas tiene algo mejor que el balón de oro, el reconocimiento de toda una nación, que si bien en el terreno de juego son rivales, tanto dentro como fuera del mismo, se ha ganado el respeto y la admiración de toda Italia. Ya en España la tenía, pero nos hace sentirnos orgullosos. Esto sí es la marca España.