Todos
conocemos la infidelidad esporádica, pero algo muy distinto
es la infidelidad duradera, que acaba formando parte de la
vida del "infiel" y además, de la relación de pareja.
Y cuando el nuevo miembro, que suele ser una persona aparece en
escena -porque a veces es un hobby, una ocupación o sus amigos-
bloquea o interfiere la relación con la pareja.
Se
establece entonces una relación con terceros en la que uno de
ellos participa de dos relaciones paralelas sin que el otro esté al
corriente ... Cuando se forma la nueva pareja dentro de la pareja, no
es con intención de que dure, suele ser una diversión en un momento
concreto, en horas bajas ...
Esta
es una de las consultas
más frecuentes que
atiendo en la consulta. Son personas que acuden a terapia
sexual porque
necesitan orientación,
se sienten sin rumbo, desorientadas y no saben cómo salir ... Me
hablan de que su vida está acoplada a dos personas con amor y dicen
: qué haría yo sin alguna de ellas. No me sentiría complet@
Las
causas
son varias desde la
soledad a la evolución
divergente de gustos,
aficiones e intereses de cada uno, amén de la rutina, la necesidad
de un afecto que no tienen, y que puede conducir a un cambio de
objetivos diferente
al que se estableció al principio de la relación, por eso buscan
una solución al problema.
En esta situación buscan una persona que tenga esas caracerísticas,
que llene ese vacío,
que ya no cubre la pareja.
Uno de
los factores más frecuentes que provoca esta búsqueda es la
soledad : se necesita un
tercero, porque
aunque parezca absurdo uno de los dos se
siente solo, aunque esté
en compañía y no está a gusto, por eso busca o a otro para cubrir
ese vacío. Y si llega la
rutina y hacer siempre lo
mismo, sin novedades, ni sorpresas, los cansa ... la relación se
agota y provoca que uno
de los dos o a veces, los dos, salga de ese circuito
cerrado y se lance
a buscar alicientes o nuevos
atractivos.
El
nuevo amante puede aparecer en sitios de lo más comunes como
en el trabajo, entre los amigos, el gimnasio, el super
o cualquier tienda del barrio. La necesidad de afecto se pierde
con el tiempo y como es necesaria para mantenerse y sobrevivir
... Si se pierde el hábito de dar y de mostrar el cariño al
otro, y las manifestaciones de afecto suponen un esfuerzo
... ya no se da el beso, ni el abrazo íntimo, que incluso puede
llegar a desaparecer.
La
cotidianidad y el
sentimiento de posesión
bloquean la necesidad de mostrar el
afecto al compañero y la
relación se vuelve raquítica,
fría, rígida y carente de cariño. Así las cosas, no es raro que
uno de los dos salga a buscar
el afecto que perdió ...
En esta situación la actividad
sexual suele ser
insuficiente e insatisfactoria,
y tiende a reflejar la
salud de la relación. Y
si la sexualidad es
pobre en cantidad y en calidad, ya no da sorpresas ... Además se
alarga en el tiempo, y suele ser uno
factores desencadenantes
de la búsqueda consciente o inconsciente, de nuevos alicientes
sexuales para sentirse más vivo y más motivado.
Otro
factor a tener en cuenta es la
evolución divergente,
que se da más que nada en parejas que se conocen desde muy
temprana edad y la
relación se hace muy antigua. Aquí la evolución
de cada uno a su manera y
a veces de forma independiente, va agrandando la
incomunicación y las
diferencias, y se encuentran de pronto sin nada
que decirse, sus
intereses y sus inquietudes no coinciden. Ya ni se ven, no se
escuchan, ni se oyen. Entonces aparece en escena un tercero,
ese que sirve como complemento.
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Ana de Calle
Sexóloga y Terapéuta de Pareja
www.elsexoesvida.com
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