El ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha sido abucheado el jueves en Ávila cuando asistía a un debate con el cardenal Antonio Cañizares sobre el humanismo del siglo XXI, en la Universidad Católica de Ávila.
El moderador del debate, Francisco Marhuenda, director del diario La Razón, tuvo que pedir orden al público.
Después del momento de abucheos, y al comenzar el debate, el cardenal Cañizares reprochó al público su actitud, defendiendo a su 'contrincante' laico. En el fondo era eso: un debate entre fé y laicisimo.
Aunque todo el mundo tenga derecho a la palabra, resulta asombroso que se haya invitado al sr. Zapatero, después de cómo ha dejado España, a un debate filosófico como si fuera Sócrates, Platón o Aristóteles, cuando sabemos que su pensamiento no pasa de la perogrullada porque lo hemos oído decirlas durante ocho años. Ha sido inevitable acordarse del gran debate que se produjo entre el Cardenal Ratzinguer y el gran filósofo alemán Habermas, este de Avila podría denominarse Cañizares versus Habermenos. Cuanta simpleza, cuantos lugares comunes ha dicho, según he visto después de tragarme tan aburrido debate en Internet. Zapatero a tus zapatos, no das más de sí.
No pasa nada porque un político o expolítico sea abucheado y silbado, eso entra en el sueldo. Lo preocupante es que la Conferencia Episcopal de Rouco había fletado 40 autobuses llegados de toda España, entre los sectores más sectarios de los católicos, con el único fin de que fueran a abuchear al expresidente. El debate realmente interesó a muy pocos, como se desprende de los comentarios vertidos en esas webs ultracatólicas que tanto proliferan últimamente.