"De vez en cuando la vida te besa en la boca", que canta Serrat. Y otro catalán y admirador del genial cantautor ha interpretado nuevamente la canción. La misma que en la Eurocopa anterior de 2008 ante Italia, cuando Cesc Fábregas marcó el penalti decisivo que eliminaba a los transalpinos. Ahora, con la suerte del campeón, que para eso lo somos, de nuevo Cesc marcó el penalti decisivo ante Portugal en la tanda a la que se llegó tras un partido -prórroga incluida- trabado e igualado. La Roja, en estos pésimos tiempos de crisis para casi todo, nos ha vuelto a dar una alegría y repetirá final cuatro años después ante Alemania o Italia. De vez en cuando la vida te besa en la boca.
La historia se repitió y tuvo que ser otra vez desde los 11 metros. La victoria ante Italia
de hace cuatro años bien mereció una segunda parte gracias a un nuevo
gol de
Cesc. El 'falso nueve', que no jugó de titular, pidió lanzar el
quinto penalti.
Toni Grande, el segundo de
Del Bosque, le dio luz verde y
el catalán, con sangre fría, batió a
Rui Patricio no sin suspense.
Y, claro,
'San' Casillas, por enésima ocasión, paseó su condición de santo
deteniendo el primer penalti portugués y España, que ésta vez sí se
abrazó, jugará una nueva final de Eurocopa, la tercera, mismo número de
títulos que podría conseguir de forma consecutiva si vence el domingo a
Italia o Alemania. De ser así, la historia haría un hueco en sus páginas
de oro a esta selección.
El resultado, único análisis en el fútbol moderno, esclaviza a
jugadores y entrenadores, pero España destierra ganar de cualquier
manera. No le hizo falta dar patadas, tampoco entrar a discutir cada
decisión arbitral, esperó su turno y dio con la tecla. De hecho, dio la
sensación que cinco minutos más de prórroga hubieran bastado para evitar
poner el corazón en un puño. No obstante, España comenzó con dificultades para crear peligro a Portugal. La
primera clara llevó la firma de
Arbeloa, que disparó arriba cuando
estaba libre de marca, a los 8 minutos.
Esta fue la única clara en la
primera parte, donde también la tuvo Iniesta, que lo intentó con un
disparo ajustado tras quebrar a dos rivales. No había oportunidad de abrir el melón y los lusos --aupados en la
velocidad de
Cristiano Ronaldo-- también avisaron. La mordiente y la
electricidad portuguesa fueron el mejor aval para los de
Paulo Bento,
carentes de fútbol, pero efervescentes por su balón a la espalda de los
laterales españoles.
Mejor segundo tiempo
En la segunda mitad, Del Bosque recuperó sus constantes, su idea
original, y cambió a Negredo, la gran sorpresa en el once inicial, por
Cesc Fábregas. El culé mejoró el juego de la 'Roja', más continuo,
natural, próximo al estilo que se tradujo en dos títulos consecutivos.
La impaciencia, pertrechada en un pase largo, empañaba la circulación
española.
Nani buscó las cosquillas a Arbeloa y
Jordi Alba tuvo que medir
sus jugadas en área contraria para no descuidar las labores en defensa.
Al cambio de Cesc se le sumaron el de
Navas, por
Silva, y el de
Pedro
por
Xavi, que estaba exhausto. El de Los Palacios abrió el campo y el
canario evidenció que tenía que haber entrado antes.
Xabi Alonso probó fortuna desde 50 metros y Cristiano metió el
miedo en el cuerpo con dos ocasiones. La primera, libre de marca, la
mandó por encima del larguero; y la segunda, en el minuto final, con una
falta muy cerca del área española que pudo haber mandado todo al
traste. Sin apenas tiros entre los tres palos, España recuperó la cotidianidad y a punto estuvo de inaugurar el marcador.
Iniesta pudo haber repetido honores.
Gran prórroga de La Roja
El de Fuentealbilla remachó un pase de Jordi Alba, magistral en el
costado izquierdo, pero se encontró con la mano de Rui Patricio. El
meta del Sporting de Lisboa sacó el guante derecho para impedir la
gloria española; y Ramos, que rompió los planes con una falta lejana,
rozó el larguero. En el tiempo extra, España llevó las riendas del partido. De
hecho, fue en esta media hora cuando la campeona del mundo dispuso de
otra clara ocasión en botas de Pedro. El tinerfeño no acertó a quebrar a
Alves y llegó tarde al lanzamiento, aunque el pensamiento era
inevitable: a España le habría hecho falta cinco minutos más.
La rapidez de Navas y la mejoría española no bastó para tumbar a
una Portugal aguerrida, sin fútbol, pero con el meridiano objetivo de
frenar el centro del campo de la 'Roja'. Dio igual el cansancio, las
ocasiones perdidas, la fiereza de Cristiano. Dio igual. España sigue
haciendo historia y lo hace con mayúsculas. El domingo, próximo
capítulo.
Ficha técnica
RESULTADO: PORTUGAL, 0 - ESPAÑA, 0. (0-0, al término de la prórroga y 2-4, en penaltis).
--ALINEACIONES.
ESPAÑA: Casillas; Arbeloa, Piqué, Ramos, Jordi Alba; Busquets,
Xabi Alonso, Xavi (Pedro, min.87); Silva (Navas, min.60), Iniesta;
Negredo (Cesc Fábregas, min.53).
PORTUGAL: Rui Patricio; Joao Pereira, Bruno Alves, Pepe, Coentrao;
Veloso (Custódio, min.105), Moutinho, Meireles (Varela, min.112); Nani,
Ronaldo, Almeida (Oliveira, min.81).
--GOLES:
-Tanda de penaltis.
0 - 0, Xabi Alonso, falla.
0 - 0, Moutinho, falla.
1 - 0, Iniesta, gol.
1 - 1, Pepe, gol.
2 - 1, Piqué, gol.
2 - 2, Nani, gol.
3 - 2, Sergio Ramos, gol.
3 - 2, Bruno Alves, falla.
4 - 2, Cesc Fábregas, gol.
--ÁRBITRO: Cuneyt Cakir (TUR). Amonestó con tarjeta amarilla a
Sergio Ramos (min.41), Busquets (min.60), Arbeloa (min.84) y Xabi Alonso
(min.114) en España; y a Coentrao (min.45), Pepe (min.61), Joao Pereira
(min.64), Alves (min.85) y Veloso (min.93) en Portugal.
--ESTADIO: Donbass Arena.
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