lunes 18 de junio de 2012, 07:52h
Hay que comenzar la semana con optimismo
y buenas noticias, no podemos dejarnos llevar del desánimo, ni mucho
menos. En estos tiempos donde el
pesimismo nacional parece asignatura obligatoria, hay que dejar bien claro que
seguimos siendo los mejores del mundo. Y no es fanfarronería. España lleva 20 años consecutivos siendo
líder mundial en materia de donación de órganos y trasplantes.
Y para seguir dando una lección de generosidad
a una sociedad donde todo parece reducirse al cambio monetario, no pasa un mes en que no batamos nuestro
propio record, o inauguremos uno nuevo. El récord de junio ha sido importantísimo.
Hemos conseguido que en 24 horas, siete pacientes en "urgencia
cero", es decir en peligro de
muerte inminente, hayan salvado la vida "in extremis", gracias a los trasplantes.
Para lograr esta hazaña participaron un
total de veintiséis hospitales de diez comunidades autónomas. Tres de las
"urgencias cero" eran cardíacas, otras tantas pulmonares y una
hepática, y de los siete pacientes que consiguieron continuar viviendo, uno era
un niño.
La generosidad de diez familias hizo
posible que en esas 24 horas se efectuaran otros treinta trasplantes más, ya no
tan urgentes. Catorce de riñón, seis de hígado, cinco de pulmón, tres de
corazón y dos dobles de páncreas-riñón.
Hermosa lección. Diez donantes
salvaron la vida de 37 personas. Pero además de su ejemplar solidaridad, para
que un trasplante tenga éxito, se necesita
una eficiente labor de coordinación entre los centros sanitarios, servicios de
emergencia, transportes y protección
civil. Y en esto también damos lecciones.
El Sistema Español de Transplantes es
un ejemplo de vitalidad y eficacia. Los pacientes españoles que necesitan un
trasplante, siguen siendo los que más posibilidades tienen de conseguirlo del
mundo. España lidera las donaciones, ningún país tiene una tasa de 35.3
donantes por millón de población.
Llevamos 20 años siendo los primeros y
seguiremos así, porque en otra cosa no, pero en cirugía de
trasplantes, en donación de órganos y en solidaridad no hay quien nos supere.
Somos los mejores del mundo.