Quién lo iba a decir, la
suerte del presidente del Consejo del Poder Judicial, y del Tribunal Supremo,
Carlos Dívar, compite, en los últimos tiempos, con la suerte de la ya
famosísima "prima de riesgo", y hasta con la suerte de "la roja" de Vicente Del
Bosque y Fernando Torres.... ¿Quién terminará sucumbiendo, "ante las
desfavorables circunstancias", en las próximas horas o jornadas? Se admiten
apuestas, claro...
El fin de semana se presenta con graves
incertidumbres. Esas ya mencionadas lo son, pero también., o acaso la primera,
lo que hagan los griegos en las urnas, en esta nueva convocatoria a la que llegan tras comprobar la imposibilidad de
formar gobierno con los resultados de la convocatoria anterior. Lo que
determinen los griegos es seguro que nos condicionará a todos, y en primer
lugar a los mercados, en los últimos tiempos tan revueltos y protagonistas.
Todo es, ahora mismo, incierto: Lo que decidirá Dívar, lo que sucederá con la
prima de riesgo y lo que votarán los griegos. Incluso el orden de aparición en
escena de cada una de estas materias es difícil de predecir. De momento, los
mercados tienen la palabra, pero están muy atentos a lo que determinarán los
helenos. Y al margen de esas dos cuestiones, muy entrelazadas, Carlos Dívar
deberá determinar si le ha llegado la hora de arrojar la toalla, como muchos ya
han pronosticado, tras la tensión que viene ejerciéndose contra su
personalidad: sus muchos y comprometedores viajes, sin explicaciones
suficientes o con explicaciones confusas y hasta mendaces, lo han colocado en
una situación que no parece tener otra salida que la dimisión, y la
correspondiente victoria de sus adversarios, que se han demostrado poderosos y
persistentes. Carlos Dívar ha tenido, además, y desde el primer momento, un
enemigo decisivo en la opinión pública, que se ha mostrado exigente con esas
debilidades viajeras a costa del presupuesto público. No están los tiempos como
para transigir con el abuso de "lo público", tan escaso... Esa batalla contra
la opinión la ha perdido Dívar sin contemplaciones y desde el primer momento.
Al propio Dívar acaso le haya resultado más doloroso ver "en los papeles" el
nombre de su "guardaespaldas", su jefe de seguridad y hombre de la mayor
confianza,
Jerónimo E.
Pero son "la famosa prima" y
los griegos las cuestiones que, en
mayor medida, preocupan hoy a los españoles. Es su futuro, en ambos casos, lo
que se juega, al margen de la decisión personal de un individuo que se ha
llegado a creer por encima del común de los mortales sometidos a unos
presupuestos exigentes por razón de la crisis. El futuro del euro, las
condiciones para salir de la crisis, están en juego. Lo vienen estando desde
hace semanas, y la proximidad de lo que decidan los griegos hace más perentoria
la situación. ¿Volverán a imponerse los partidos más decididos a abandonar el
euro, incluso a abandonar la Unión, o cuando menos, a renegociar las
condiciones de su permanencia con la amenaza de proceder a esas otras dos decisiones
extremas? Los griegos vienen siendo el ejemplo extremo de lo que puede
acontecer a los españoles ante una deuda insoportable, en una situación que ha
venido a agravarse por causa del rescate financiero aprobado por el Eurogrupo
el pasado din de semana. Desde España se viene reclamando, insistente y
pacientemente, una actuación más contundente por parte del Banco Central de
Draghi. "Draghi es culpable", parecen proclamar tanto el Gobierno como los
propios banqueros españoles. Draghi, de
una parte, y Joaquín Almunia, por otra parte. El comisario español y
comunitario ha conseguido enardecer contra él las voces más intransigentes tras
manifestar su muy libre, y compartida opinión, de que si algunas entidades
bancarias no consiguen convencer con sus planes de salvamento y con los datos
de una buena gestión, debieran "dejarse caer", o sea, debieran quedarse al
margen de las ayudas en forma de créditos que el Gobierno español viene
negociando con las instituciones comunitarias. Este mismo viernes, "Galicia
contesta a Almunia", como expone en sus grandes titulares el diario La Voz de
Galicia, "con un frente común en defensa de Novagalicia". Con los
particularismos regionales ha topado el comisario. Explica el periódico que la
entidad que preside José María Castellano, y que proporcionó muy suculentas
jubilaciones a sus anteriores "mandos", descarta la liquidación y asegura que
su plan le garantiza el futuro". ¿Es muy osado y atrevido reclamar que cierren
algunas de las Cajas más acosadas por sus deudas? Cuenta este viernes el diario Cinco Días que
Europa ha echado el cierre a una docena de bancos con la crisis. ¿Por qué no
unas cuentas cajas españolas, de muy difícil rescate? ¿Y por qué la persecución
contra Almunia? Al comisario se le atribuyó, en su momento, la presunta
filtración de que el Gobierno había manipulado los datos del PIB de 2011. Los
reiterados mentís de Almunia no han bastado para eliminar esas sospechas de
"traición y lesa patria" que se han esforzado en atribuirle sus adversarios
políticos, o sea, el PP. Las principales
características de Almunia son que está bien informado y suele hablar con
propiedad y con buen criterio. Pero en estos tiempos difíciles, resulta más
sencillo buscar un chivo expiatorio, Y a ser posible, lapidarlo en la plaza pública...
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