El pueblo español en general es
poco dado a aceptar órdenes y legislaciones de lo que ellos consideran "vida
privada". Pero sucede en ocasiones que la vida privada no es tan privada cuando
se habla de la seguridad de los menores de edad. Si se hiciese una encuesta sobre
qué le parecería a usted que se sancione a los padres que no escolarizan a sus
hijos (en la etapa obligatoria) lo más probable es que la inmensa mayoría
aprobasen la medida. Y estamos hablando de educación y, por supuesto, hablamos
de intervención del Estado.
Sin embargo si hablamos de la
polémica del proyecto de ley de sancionar con duras penas a los padres que no
lleven a los niños bien anclados en sus sillas de seguridad en los coches,
parece que no existe la misma unanimidad. A mí particularmente no me gusta que
el Estado decida sobre mi seguridad. Me pongo el cinturón de seguridad por
convicción y no por las multas. Y a mi hija la llevo bien sujeta por idéntica
razón. Que una persona (adulta) no se ponga el cinturón no me importa. Es su
problema, no el mío. Sin embargo sí entiendo que hay que sancionar a los padres
que no se lo ponen a sus hijos porque, en este caso sí (yo así lo entiendo al
menos) el Estado debe velar por la seguridad del menor en caso de que a estos
les haya tocado padres pelín irresponsables.
La medida me parece correcta aunque
quizás quitar la custodia sea un poco exagerado. Suponga que la ley que estudia
implantarse tendrá sus particularidades y estudiará caso por caso. Y, supongo también, que una vez aplicada la
ley y pasado el tiempo aceptaremos como algo lógico y normal que el Estado
intervenga en nuestras vidas privadas de la misma manera que hemos aceptado las
normas de seguridad vial, que nos prohíban fumar en los bares, que nos prohíban
comprar alcohol a determinadas horas...Y me parece bien la ley porque no hablamos
de nosotros adultos sino de menores de edad que no tienen la culpa de que les
toquen padres irresponsables. Pero ya puestos a poner leyes desinadas a
proteger a los niños de padres alocados me pregunto cómo es posible que no
existan unas para esos padres tan "bien informados" que deciden no poner las
vacunas a sus hijos. Quitarles la custodia, no pero quizás prohibirles después
el uso de la sanidad pública si contraen una enfermedad derivada de esa
decisión, sí. Al fin y al cabo si ellos son los responsables de salud de sus
hijos que lo sean con todas sus consecuencias.
Como siempre una gran polémica. Y
aquí se unen dos de las grandes, por un lado la libertad del individuo, por
otra la tendencia natural que todos los padres tenemos a pensar que tenemos
todo el derecho del mundo a escoger lo que queremos para nuestros hijos.