No son pocos los
diputados -incluidos algunos socialistas- que en el Congreso andan con 'la
mosca detrás de la oreja'. Creen que
Mariano Rajoy y
Alfredo Pérez Rubalcaba, al
margen de sus palpables diferencias ante algunas de las reformas emprendidas
por el Gobierno, como la del mercado laboral, o los PGE, han llegado a un
discreto acuerdo para que el escándalo de Bankia no suponga tener que hurgar en
todo el sistema financiero y los 'pufos' que se están descubriendo.
Es decir, que
no alienten
la creación de una Comisión de Investigación parlamentaria en la que, a
petición de los grupos de la Cámara, tuvieran que desfilar un sinfín de altos
directivos de las Cajas que han quebrado o han tenido que ser nacionalizadas
por el anterior gobierno de
Zapatero, o ahora por el de Rajoy.
UPyD incluso ya ha
adelantado que no descarta pedir las propias comparecencias de Rajoy y
Rubalcaba si se crea la Comisión, lo que habrá espantado a ambos. El PP puede
vetarla y así lo va a hacer. Pero la izquierda real quiere que el PSOE 'se
retrate' y fije su postura en un pleno cuando se debata una iniciativa en este
sentido que ha presentado y que esta semana, por lo pronto, ha rechazado de
nuevo la mayoría del PP en la Mesa del Congreso.
Pero hay otro dato que
hace pensar que Rubalcaba no está dispuesto a mojarse más que lo justo y
necesario en este engorroso asunto que preocupa y mucho a la perpleja
ciudadanía, más que harta de ver lo que está pasando en las Cajas.
Su pregunta de este
miércoles en el pleno de control al Gobierno no versará sobre Bankia ni sobre
nada de eso. El líder de la Oposición le preguntará al presidente "qué
valoración hace de la última Cumbre informal de la Unión Europea", un tema
en el que han acordado no hacer 'sangre' para no dar una imagen de confrontación
permanente.
Por su parte, la portavoz
del PSOE,
Soraya Rodríguez, tampoco se referirá al asunto y querrá saber de
boca de su tocaya, la vicepresidenta
Sáenz de Santamaría, si "está
satisfecho el Gobierno con su política de información". Veremos a ver cómo
se desarrollan ambos duelos... tan descafeinados.