Los datos que se van conociendo sobre el estado de Bankia y su inminente
plan de 'rescate' han abierto una nueva polémica, la del papel del
Banco de España. El Banco de España dio el visto bueno al plan que le
remitió Bankia sobre cómo pensaba terminar su saneamiento, la famosa
auditoría de Deloitte que tiene más agujeros y salvedades que datos
buenos, lo que confirma la discutible gestión del ya ex presidente
Rodrigo Rato, y la nula supervisión del, precisamente, organismo
supervisor Banco de España. Ahora Gobierno y el regulador reconocen que
habrá que inyectarle más dinero público. Desde luego no parece que el
gobernador del banco,
Miguel Ángel Fernández Ordóñez (Mafo), tenga algo
que decir: ni ahora, ni desde el momento que empezó a gestarse esta bola
de números rojos en que se ha convertido la fusión de Caja Madrid,
Bancaja y algunas más.
En tiempos de Rato, Bankia presentó de manera pública unas cuentas de 2011 'maquilladas'. Son los datos de la auditora Deloitte, que detectó que los números del año pasado estaban inflados, según revela este miércoles el diario 'El Mundo'. La auditora ha presentado una discrepancia por una sobrevaloración en las cuentas de Banco Financiero de Ahorros (BFA), y fuentes de Bankia han confirmado al diario que este margen provendría de la matriz principal formada por Caja Madrid y Bancaja, y que recibió en 2010 un préstamo del Estado aún no devuelto por valor de 4.500 millones de euros.
Pero aún hay más. Al día después de que Rodrigo Rato hiciera oficial su salida de Bankia y Economía anunciara que el viernes se conocerá el futuro de la entidad, el Banco de España aún no ha realizado ningún comentario sobre lo ocurrido. La dimisión forzosa del presidente del cuarto grupo financiero del país y el reconocimiento de que en días se procederá a su nacionalización parcial -una intervención de facto- se han llevado a cabo sin que el máximo responsable de la supervisión del sistema financiero español diera explicaciones públicas. Una situación que demostraría que todas las decisiones se están tomando directamente en el Ministerio que dirige
Luis de Guindos.
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Los informes revelan que Bankia maquilló sus cuentas de 2011 y provocaron la caída de Rato