Serrat y Sabina son dos tipos que no cantan bien pero gustan.
Sus letras son magníficas, especialmente las de Joaquín. Ambos son ya perros
viejos y como longevas que son sus vidas conocen el placer de las cosas buenas,
por eso, aunque sean de izquierda y de la más radical (esa que desprecia al
PSOE por considerarlo de derechas) cuando se trata de vivir, lo hacen imitando
más bien los usos y costumbres de un Marqués de Griñón que los de un
revolucionario con barbas desde las barricadas. Sí, sí, ya sé que no hace falta
ser de derechas para vivir bien pero es que les estoy copiando los argumentos
que critican (con razón además) que la Iglesia vive de maravilla cuando predica
la humildad. Son dos incoherencias similares. Y a la vez son dos estupideces
supinas. Pero me gusta copiárselas.
Serrat y Sabina andan de gira por Argentina y han sido preguntados
por la expropiación de YPF. Han dicho que no se meten en el tema porque Repsol
es una empresa privada (imagino que además no son accionistas y por tanto les
trae al pairo el tema) vamos que no les afecta y que es un tema a tratar entre
la empresa y el gobierno. ¡Y tienen razón! Es un tema entre empresa y gobierno.
Ahora bien lo que sí es discutible es si resulta o no patriota que estos
intelectuales (todavía no sé cómo no son premios Nobel) desprecien así a su
país. Entiendo que ellos aman a su patria si esta es gobernada por el partido
comunista (y lo mismo ni eso) Ya se sabe que en el mundo de la izquierda ser
patriótico es sinónimo de ser facha. Otra cosa es ser nacionalista vasco,
catalán o gallego que entonces eso sí es in, progre, moderno.
Se me ocurre que deberíamos copiar sus ideas y declarar que
los derechos de autor de Sabina y Serrat son patrimonio cultural del pueblo
español, el arte es para el pueblo. De manera que todos y cada uno de sus
beneficios por disco irían a parar a las arcas del Estado, por ejemplo para dar
una educación de mejor calidad. Normalmente esta gente, con esta particular
manera de pensar, suele ser muy dada a la dadivosidad con el dinero de todos,
no así con el propio. No estaría mal aplicarles a ellos las medidas que tanto
propugnan y expropiarles todos y cada uno de sus derechos dejándoles lo
suficiente para vivir. Eso o darles donde más les duele a los autores y a sus
defensores de la SGAE: Comprar sus discos piratas. ¿Por qué no? Además así matamos dos pájaros de un tiro (pero de verdad) se tragan sus propias palabras y de paso los manteros obtienen beneficios. Y si protestan
contestarles como ellos: a mí que no ganes un céntimo con la venta de tus
discos me la sopla, ese es un problema entre tú y tu compañía discográfica.
Puedes seguirme en twitter