Urdangarín y Diego Torres quieren eludir la prisión
martes 01 de mayo de 2012, 11:22h
En
tres diarios nacionales, El País, El Mundo y El Periódico de
Cataluña, se relatan hoy historias fundamentalmente coincidentes
sobre los propósitos de Urdangarín y su socio, Diego Torres, para
tratar de eludir la prisión y llegar a algún acuerdo con el fiscal
que reducizca en lo posible la pena a que serían acreedores por sus
"andanzas" en el Caso Nóos o Caso Palma Arena. Según destaca el
titular de El País, Urdangarín y su exsocio ofrecen al fiscal un
pacto para eludir la cárcel, un acuerdo que implicaría reconocer
los delitos y el abono de los 3,5 millones de euros por los daños
causado a las Administraciones. De manera parecida, cuenta El Mundo
que Urdangarín ofrece declararse culpable si no va a la cárcel, y
que tanto su abogado como el de su socio DiegoTorres han planteado a
la Fiscalía una condena de conformidad. Se comprometen a devolver el
dinero público recibido en Valencia y Baleares y a asumir una pena
inferior a dos años. El Ministerio público se plantearía negociar
si revelan previamente dónde está todo el dinero que han evadido.
En cuando a El Periódico de Cataluña, señala que Urdangarin y su
exsocio Torres están negociando un acuerdo para presentar un pacto
conjunto ante la Fiscalía Anticorrupción que consistiría en
devolver el dinero malversado a través del Instituto Nóos, que
ambos dirigían, y evitar el ingreso en prisión. Según han
confirmado fuentes próximas a la causa, los entornos de ambos
imputados están cuantificando los términos económicos y jurídicos
de la propuesta. Añade eddsta información que, en principio, está
previsto que el abogado del duque de Palma, Mario Pascual Vives, y el
de Torres, Manuel González Peeters, se reúnan en los próximos
días, por separado, con miembros de la fiscalía, a iniciativa de
esta institución, que se ha mostrado receptiva a que se llegue a un
acuerdo, siempre que se cumplan ciertos requisitos. En definitiva,
los dos principales imputados deben estar dispuestos a reconocer
conductas investigadas y asumir el pago de la responsabilidad civil
que se fije para cubrir los perjuicios provocados a las arcas
públicas de distintas administraciones, en especial, Baleares y la
Comunitat Valenciana. La reparación del daño abriría la
posibilidad de reducir la petición de pena, que permite a la
administración de justicia actuaciones más condescendientes con los
arrepentidos. El objetivo de Urdangarin y Torres pasa por que la
petición de pena de cárcel sea inferior a los dos años, ya que la
legislación permite, en este supuesto, que el imputado no ingrese en
prisión. Torres también exige la exculpación de su mujer. Los
fiscales anticorrupción en Baleares ha gestionado de forma hábil
estas herramientas en otros casos, a fin de lograr testimonios de
arrepentidos que han confesado a cambio de un trato penal más
favorable. Aunque la negociación sigue abierta, tanto a Urdangarin
como a Torres les interesa llegar a un acuerdo debido al interés
común por evitar el ingreso en prisión, y por los derroteros que
puede adquirir la causa si se descubren nuevos actos sospechosos. Los
contactos entre las personas que están negociando se han
intensificado desde la incorporación al sumario de correos
electrónicos del duque de Palma, facilitados al juez José Castro
por el letrado de Torres, donde se ponían de manifiesto actuaciones
del Rey que la infanta Cristina trasladó a su marido. «Tengo un
mensaje de parte del Rey que le ha comentado a Cristina para que me
lo diga, que le llamará Camps [el expresidente de la Generalitat
Valenciana] a Pedro [armador y regatista] para comentarle el tema de
la base del Padra [para la Copa América] y que, en principio, no
habrá problemas y que nos ayudarán a tenerla», decía uno de los
e-mails
enviados por Urdangarin a Torres en octubre del 2007, cuando se
suponía que habían roto su relación mercantil por orden de la Casa
del Rey. «El Rey me comenta que un amigo suyo ha hecho la gestión
que le pedimos a Miguel Fluxà (Iberostar) y, sorprendentemente,
Miguel no sabía nada del proyecto. Claro, se ha quedado un poco
parado», le comentó en otro correo el duque de Palma a su exsocio
sobre otra gestión del Monarca. La entrega de estas misivas al juez
fue motivada por el enfado de Torres al ver que el marido de la
infanta Cristina defendía en un escrito remitido al juzgado que la
esposa de su exsocio, Ana Tejeiro, siguiera imputada en la causa,
puesto que apreciaba que su actuación en el entramado de Nóos no
era comparable al de la hija del Rey, quien fue vocal de la fundación
y copropietaria, con su marido, de Aizóon, una de las empresas a las
que, presuntamente, se desvío dinero público.
Pero
lo esencial es que Urdangarín y Torres quieren enterrar el hacha de
guerra y tratan de alcanzar un acuerdo que les permita plantear a la
fiscalía la posibilidad de eludir la prisión a cambio de reconocer
los hechos por los que se les investiga y reparar el daño económico
que han causado al erario público y el daño moral causado a la Casa
Real. El diario El País cree saber que ha sido el yerno del Rey
quien ha tomado la iniciativa para poner fin a esta guerra abierta
que mantiene con Torres a propósito de sus responsabilidades en el
Instituto Nóos, la entidad sin ánimo de lucro con la que ambos
lograron, durante cuatro años, diez millones de dinero público a
través de Administraciones gobernadas, en su mayoría, por el PP.
¿Devolver 3,5 millones bastaría para "olvidar" los diez
millones recaudados a Camps y Matas? Sería un formidable negocio
para los dos "pillos". Pero al menos tendrían que reconocer sus
fechorías y pagar "algo" por ellas. A cambio, terminaría esta
guerra con tantas víctimas: Primero, Urdangarín y Torres, además,
de sus respectivas mujeres y familia, y luego, los expresidentes
autonómicos generosos con dinero público y obsequiosos con "el
yernísimo". Parece que el principal escollo para sellar el acuerdo
es, precisamente, determinar quién de los dosimputados debe asumir
la mayor parte del desembolso. En su declaración ante el juez José
Castro, Urdangarin afirmó que desempeñaba un papel "institucional"
en Nóos y descargó
toda la responsabilidad en Torres.
La tesis del esposo de la infanta Cristina, sin embargo, ha sido
desacreditada por decenas de testigos e imputados en la pieza
separada del caso Palma Arena. El pago de los 3,5 millones para
cubrir la responsabilidad civil por los perjuicios causados es
necesario para que, si se llega a una conformidad, pueda aplicarse a
Urdangarin y a Torres la atenuante de reparación del daño. Cuenta
El País que Urdangarin y Torres negocian entre sí para presentar
una propuesta conjunta a la fiscalía, que podría dar su visto bueno
a cambio de que se cumplan ciertos requisitos. El objetivo de los dos
imputados es que, si se impone una pena privativa de libertad, esta
sea inferior a los dos años de cárcel, de forma que puedan eludir
el ingreso efectivo en prisión. En el caso del duque, además, se
impone la necesidad de evitar la celebración de un juicio que podría
erosionar aún más la imagen de la Monarquía.
Según fuentes judiciales, el yerno del Rey podría ser juzgado por
los delitos de malversación, prevaricación, fraude a la
Administración y falsedad documental. El delito de evasión fiscal
por un cobro a través de una
cuenta en Suiza
no formará parte, en principio, de la acusación, ya que la cantidad
defraudada no supera la cuota mínima que fija el Código Penal. Por
lo demás, cabe recordar que la colaboración de imputados con la
justicia y los pactos de conformidad con la fiscalía son habituales,
aunque implican confesarse culpable. Los arrepentidos declaran su
implicación en supuestos delitos en investigación para beneficiarse
de un mejor trato en la sentencia. El avance de la instrucción
judicial y la acumulación de indicios, suele precipitar la decisión
del imputado. Por este reconocimiento, los arrepentidos merecen ser
beneficiarios de atenuantes penales: reducción de los tipos
delictivos y de las posibles penas. Pactan para no entrar en la
cárcel o cumplir penas bajas. En especial han de reponer totalmente,
más un tercio de carga, el daño patrimonial causado a la
Administración si se trata de malversación, cohecho o fraude. El
pacto de conformidad puede ser global entre todos los coimputados y
comportar la no celebración de la vista pública. El fiscal conduce
con los letrados las negociaciones y los acuerdos y los somete al
tribunal, en anuencia con aquéllos que están sentados en el
banquillo.
Y
sobre todo, el acuerdo que se busca significaría el fin de un
escándalo que ha roto a la familia real y ha dejado muy erosionada
su imagen pública. Otra cosa es que pueda rehacerse esa imagen
dañada del mismísimo Rey, que redemostró incapaz de poner freno a
la avaricia insaciable del yernísimo....