Artur Mas apuesta por el pacto fiscal y amenaza con anticipar elecciones
martes 24 de abril de 2012, 07:57h
La llegada al poder del PP
fue celebrada por los convergentes que gobiernan Cataluña con guiños de
complacencia. Además, la delegada del PP, Alicia Sánchez Camacho, "se dejaba
querer" por el Govern. La aprobación de los presupuestos del Govern hacía
prever una creciente colaboración entre las dos fuerzas conservadoras
catalanas, CiU y PP, y que se iba a
repetir la historia del entendimiento de Aznar y Pujol, hace unos años. Pero
había un inconveniente serio: el pacto fiscal que CiU aspira a sacar adelante,
a toda costa. El pacto, y la deuda que CiU reclama al Gobierno central . CiU ya
lo reclamó a Zapatero, y ahora insiste en sus quejas a Rajoy . Como
consecuencia de las dos quejas, se está haciendo irrespirable la relación de
los dos partidos que gobiernan en Madrid y en Barcelona. Y ahora, cuando "toca"
aprobar los presupuestos del Estado, el PP reclama a CiU, por boca de Cospedal,
que le devuelva el favor de dar su apoyo, como hizo Sánchez Camacho en el
Parlament, pero Durán insiste en que se incumplen, por parte del PP, todos los
compromisos inversores con Cataluña y con las finanzas de la Generalitat. El
presidente Artur Mas, entrevistado en TV3 ha llegado a asegurar que se plantea,
incluso, adelantar las elecciones en Cataluña si el Gobierno amenaza con
intervenir la Generalitat. En esas declaraciones, Mas ha admitido que la
intervención de la Generalitat por parte del Gobierno, una medida prevista en
caso de incumplimiento de los objetivos de déficit, es posible puesto que la
situación financiera del Gobierno catalán es "francamente delicada", aunque se
ha mostrado confiado en que esto no vaya a ocurrir, ya que su Ejecutivo está
haciendo importantes recortes en el gasto. "No buscaré unas elecciones
anticipadas, no las deseo, pero tampoco quiero dar la imagen de que la
legislatura tiene que durar cuatro años como sea", ha dicho Mas, quien hace
meses que va insinuando un posible adelanto electoral en un intento de buscar
apoyos entre los partidos que ahora no desean unas elecciones anticipadas,
especialmente el Partit dels Socialistes (PSC). De hecho, el primer secretario
de los socialistas catalanes, Pere Navarro, ha respondido tajantemente a Artur
Mas. "Lo que hace falta ahora es gobernar y dar respuestas a la gente. Ir
anunciando cosas como ésta no me parece la mejor manera de dar seguridad",
ha dicho. Dice también Mas que lo que él llama "soberanía fiscal" (el pacto
fiscal, o finanzas autónomas del tipo "fueros vascos") es "inevitable", haya o
no pacto con el Gobierno de Mariano Rajoy, y asegura ahora que tiene poca
confianza en alcanzar el denominado "pacto fiscal" por la vía del diálogo. En
su opinión, el Gobierno de Mariano Rajoy difícilmente aceptará una financiación
para Cataluña en la línea de la que tiene el País Vasco. Pero el presidente
catalán no tira la toalla y ha anunciado una próxima reunión con el presidente
del Gobierno central para abordar el asunto. En cualquier caso, Mas asegura
que,con o sin pacto, la "soberanía fiscal de Cataluña es inevitable porque el
70% de los catalanes están a favor de ello". En cuanto a la líder del PP
catalán, Alícia Sánchez-Camacho, ha anunciado que el viernes se reunirá con el
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la Moncloa, para conversar sobre la
agenda política y su aplicación en Cataluña, pero que en el encuentro no
abordarán la cuestión del pacto fiscal.
Volviendo a las
declaraciones del president de la Generalitat,
insiste en que pasará a la ofensiva y
emprenderá la difícil campaña que convencer al Gobierno de Mariano Rajoy de
la necesidad de que Cataluña cuente con un pacto fiscal que mejore su
financiación y aligere el peso que soporta desde que llegó la crisis económica.
Aunque Mas
reconoce que no mantiene demasiadas esperanzas en que el Ejecutivo 'popular'
llegue a bendecir la propuesta de pacto fiscal (apoyada, de momento, sólo por
los independentistas de ERC), "lo tengo que intentar". Mas tiene claro que la soberanía fiscal llegará,
con o sin el acuerdo con el Estado. Para iniciar esa 'ofensiva', el president
ha revelado que tiene pendiente una reunión con Rajoy en la que le explicará la
propuesta de pacto fiscal, pero será una reunión discreta, que no trascenderá,
porque cree conveniente quitar presión a la cita para que el presidente del
Gobierno no se vea en la necesidad de hacer declaraciones a posteriori, ni
tampoco él mismo. Mas señala: "nunca hemos hecho una apuesta tan rotunda
como la del pacto fiscal" y aunque "no creo que lleguemos a
convencer, vale la pena intentarlo". "Quiero explicar al presidente
Rajoy la transcendencia del pacto fiscal y eso requiere poca presión pública y
mucha claridad de exposición". Pero, añade, aunque fracase el diálogo,
"tendremos una Hacienda propia, en cualquier caso"."Yo deseo que
sea a través de un pacto, pero el objetivo de la soberanía fiscal llegará en
cualquier caso porque el 70% de los catalanes así lo quiere. En esto no hay
fragmentación social". El president tiene claro que Cataluña recaudará los
impuestos, los gestionará a través de una Hacienda propia y entregará el resto
al Estado, una cantidad en concepto de solidaridad, pero una cantidad que
estará sujeta a un calendario y a condiciones, de manera que esas aportaciones
al resto del territorio español serán decrecientes a medida que pase el tiempo.
Sobre la viabilidad de su propuesta, el jefe del Ejecutivo catalán ha avisado
sobre el creciente distanciamiento entre Cataluña y España, de manera que si la
propuesta tiene un 'no' como respuesta en Madrid, el president deja todas
puertas abiertas: La consulta popular es una de esas posibilidades, ero no
necesariamente la única. Ni siquiera ve necesario hacerla en 2013. Mas anuncia
que el Parlament prevé aprobar una ley de consultas para dotarse de "una
herramienta". Pero el president ya no se fía del Ejecutivo español y no
descarta que en el Gobierno central tengan intenciones ocultas como la de
intervenir Cataluña con la excusa de que la Generalitat no logra retener la
sangría del déficit y no estuviera en la senda del cumplimiento pactado en el
Consejo de política Fiscal y Financiera (1,5% de déficit para 2012). En tal
caso, el president no descarta adelantar las elecciones porque "mi
intención no es llegar al 2014 sea como sea". Reconoce Mas que el Estado
podría intervenir Cataluña por la "situación francamente delicada"
que atraviesan las finanzas catalanas, aunque confía en la fortaleza de la
Generalitat para salir adelante. El president reclama los 759 millones de euros
pendientes de 2008 y los 219 del 2009, correspondientes a la disposición
adicional tercera del Estatut. Mas ha recordado que no es cierto que el Estado
no deba estos importes a Cataluña y que hay políticos en las hemerotecas en los
que se reconocen tales deudas. "No busco la confrontación porque sí, sino
que se paguen las deudas a Cataluña" y "si no cobramos estas deudas
habrá una gran desconfianza", advierte Mas.