Ya se sabe que
Tomás Gómez, el secretario general del Partido Socialista Madrileño, no es del todo bienquisto en el 'cuartel general' del PSOE, en Ferraz. Por eso mismo, su salida del domingo, sugiriendo una posible abdicación del Rey, preocupó, y mucho, a la Ejecutiva federal que encabeza
Rubalcaba y de la que
Elena Valenciano es la 'número dos'. Hasta tal punto preocupó esta declaración de Gómez que Valenciano llamó a algunos medios, de 'motu propio', para hacer hincapié en que el PSOE "no comenta" la vida privada del Monarca. Se ponía así de perfil el principal partido de la oposición en un tema que hace saltar chispas en el cuerpo social español.
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