Alguna vez, tal vez, sepamos
todos los datos y detalles del controvertido viaje del Rey a Botswana para
cazar elefantes. Todavía hay dudas sobre si el Gobierno conocía los propósitos del
jefe del Estado, o si apenas los sabía a medias: sabía que se iba de viaje,
pero, según parece, no tenía certeza sobre cuántos días permanecería fuera, ni
qué propósito tenía este viajo privado del Monarca. Parece obvio que el
Gobierno, cuando menos su Presidente, debiera disponer de esos datos, pero ha
sido muy parco sobre el particular, y se ha sugerido que estaba entre los
primeros sorprendidos. Tampoco ha alejado esas dudas el muy poco eficaz
portavoz del PP llamado
Carlos Floriano...
No es menor la sorpresa que ha producido la ausencia de la Reina, "la
gran profesional", como en su día la definió el propio don
Juan Carlos. Doña
Sofía quiso dejar atrás al nieto
Froilán, convaleciente en un hospital, y no se
dio prisa alguna por ver a su esposo legal en otra cama de convaleciente.
Parecería que está bastante harta de "la familia", en general, y de unos más
que de otros de sus miembros. En todo caso, parece que del Rey sí se puede
afirmar que estaba en un lugar equivocado en el momento inadecuado, y otro
tanto cabe decir de la Reina. Hasta el punto de que uno y otro, y los yernos y
algún nieto..., todo ha cooperado muy activamente en que las redes sociales
hayan mostrado su lado más republicano y menos monárquico. Y que, incluso, esos
aires de deseo de renovación de régimen haya aparecido en boca de un dirigente
socialista madrileño, llamado
Tomás Gómez, que parece haberse alineado con
Cayo
Lara e IU, y alejado del discurso "políticamente correcto" del socialismo de
Rubalcaba, que ha insistido en que el PSOE nunca ha criticado la vida privada
del Rey. Pues, a lo mejor, debería... ¿Qué fue de aquella obligación que impuso
Felipe González de que cualquier desplazamiento del Rey debería tener un
acompañante-responsable del Gobierno? Tomás Gómez ha mencionado la eventualidad
de una abdicación, para el supuesto de que el Rey ya estuviera harto de
permanecer en el lugar que le corresponde, al frente de la Nación española y de
sus ciudadanos en todo trance, sobre todo con los más difíciles: cuando se
atraviesan casos como el de Repsol, o la amenaza de intervención, y cuando se
reclaman recortes en toda clase de gastos del Estado. Y todo eso ocurre cuando
Urdangarín se declara inocente de las "hazañas" financieras que se le atribuyen
y cuando
Marichalar se declara no responsable del accidente de su hijo.
Si
Rajoy sabía o no del viaje
del Rey parece ser la controversia del momento: La Zarzuela afirma que Rajoy
sabía que el Rey se iba de viaje a Botswana, aunque la Moncloa sólo admite que
tenía conocimiento de que viajaría al extranjero. Añade la información de El
País que otros presidentes han evitado viajes inoportunos de don Juan Carlos.
Según El Mundo, el Rey c azó con empresarios españoles, y Rajoy anuncia que
despacharán el viernes, pero evita hablar de lo que sabía del viaje. En un
comentario con firma, se lee en este mismo diario que el Rey se ha ido al sur
de África en compañía no idónea durante la semana más negra de la economía.
Opina en un editorial que el peor servicio a la Monarquía es ocultar los
errores de su titular, y que si el Rey aprende de lo ocurrido, la opinión
pública pasará página. Sorprendentemente, es en ABC donde en mayor medida se
destaca la sugerencia de Tomás Gómez de que el Rey debiera abdicar. "Eso sí que
es caza mayor y no la de don Juan Carlos en Botswana", dice el firmante, antes
de arremeter contra el personaje y su opinión. También insiste ABC en que el
Monarca informó al presidente del Gobierno de su viaje privado una semana
antes. La Razón también se alinea y habla de "la Monarquía necesaria". Aunque
luego subraya que "no se trata de plantear un debate sucesorio, pero don
Felipe
tiene demostrado desde hace años su preparación con sumo acierto". Y de Rajoy,
dice que "cierra filas con el Rey y destaca sus ganas de volver a la actividad,
y que al tratarse de un viaje privado, "el presidente v se enteró a raíz del
incidente". Más o menos, lo que sostuvo Floriano: Que se enteró cuando se
produjo el accidente...Es lo que también dice La Voz de Galicia: Rajoy evita
decir si estaba al corriente del viaje y la Moncloa tampoco aclara si el
presidente conocía que estaba en Botswana. Una curiosa ironía con firma de
Jesús Mariñas: Sorprende doña Sofía con su devoción ortodoxa. En cuanto a La
Gaceta, relata que el Monarca viajó con
un grupo de extranjeros en un vuelo chárter, que al Rey se le avisó de que el
safari en Botswana era improcedente y desaconsejable, y que el Gobierno sabía
desde hacía mes y medio que don Juan Carlos iba a viajar a África. Este diario
titula su editorial "abdicación, no", y sostiene que esa pretensión es
improcedente, dada la buena imagen y el buen hacer que como jefe de Estado demuestra en todo
momento el Rey.
Pero es evidente que el
asunto no está, ni mucho menos, despejado ni definitivamente resuelto.
Posiblemente sólo acaba de comenzar.
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