Uno de los primeros que no vio puntos de conexión fue su antes 'vecino' político, el ahora ministro de Justicia,
Alberto Ruiz-Gallardón. El ex alcalde de Madrid garantizó que el Gobierno no modificará el modelo autonómico y aseguró que sólo se planteará modificaciones de las competencias autonómicas con el consenso de las comunidades.
El presidente de La Rioja,
Pedro Sanz (también PP), se mostró como "un convencido defensor del Estado de las autonomías". El consejero aragonés de Sanidad,
Ricardo Oliván (PP), no cree necesario devolver competencias si cada comunidad "se aplica" en hacer sostenible el sistema.
El vicepresidente de Canarias, el socialista
José Miguel Pérez, señaló que devolver competencias "va contra la historia" y es propio de los "herederos de la derechota". La consejera de la Presidencia en funciones de la Junta de Andalucía,
Mar Moreno (PSOE), dijo que no se puede imponer una "ideología centralista" sobre los "grandes consensos" constitucionales.
Desde Cataluña, el presidente de la Generalitat,
Artur Mas, se mostró de acuerdo en que se inicie un proceso de recentralización pero "siempre y cuando" no afecte ni a su comunidad ni al País Vasco. Y sí a las comunidades que "se crearon artificialmente".
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