No te pude despedir en la Capilla
Ardiente y dar el pésame a tu familia, como hubiera deseado, por estar ingresado
en el hospital, cosa que a los 92 años suele ocurrir con frecuencia. Pero no
quiero dejar de rendirte el homenaje que tan indudablemente te mereces. He
asistido a muchos funerales de españoles ilustres, en la política, en la
ciencia, la economía, el arte, etc. pero ninguno con el impacto social del
tuyo, no solo nacional sino internacional. ¡Puedes estar seguro, Antonio, que
los españoles que tuvimos la suerte de conocer tus viñetas, no te olvidaremos
nunca¡ Eres un destacado miembro de la actual generación de los nonagenarios que seguimos tu camino.
Desde el día 3 de abril que nos
dejaste, he leído toda la montaña de bibliografía que los Medios de
Comunicación te han dedicado, reconociendo siempre las positivas
características que te han adornado como persona profesional del humor. Y no ha
habido excepciones en las opiniones expresadas por los Medios.
Esta coincidente unanimidad sobre la
forma de juzgar la vida de un español, resaltando cada una de ellos alguna
faceta especial de tu rica personalidad, te muestra en "loor de multitudes" que
los Medios pueden poner, en corto espacio de tiempo, al alcance de los lectores
de prensa escrita, radio, televisión e internet, donde los jóvenes también
seguían y entendían tu genio y tu humor. Aunque como tu has podido comprobar
donde mayor número de "fans", entre tus lectores, los tienes en las Personas
Mayores, de toda clase y condición, que durante tantos años hemos sido
incondicionales tuyos en la alabanza, en el reconocimiento de la obra bien
hecha, en el no fácil camino de la "excelencia" que siempre has seguido, en tu
crítica positiva y generalizada y en tu colaboración de cada día durante 50
años en ABC.
En los 93 años de fecunda vida que
se pueden distinguir en Antonio Mingote Barrachina, existen tres etapas
diferentes por su contenido, la forma y el marco en que tuvieron lugar.
Primera
etapa. La desarrollada en los 17 años de vida familiar en Daroca, en la que
naciste el 17-01-1919 y donde asimilaste las virtudes aragonesas: La franqueza,
la honradez, el sentido de la ética, el patriotismo, la crítica de la vida
humana desde una perspectiva irónica, el humor, análogo al de Cervantes en El
Quijote donde aprendiste a leer, y los cuadros del paisano Goya, que con cuatro
golpes de pincel sabía mostrar no lo que
el retratado parecía que era, sino lo que realmente era. Y también esa
cierta melancolía aragonesa, con condescendencia y comprensión, ausente de
soberbia.
La
Segunda etapa, comprende los nueve años que permaneciste en el Ejército.
Desde 1937 en la guerra, en la que fuiste soldado y Alférez Provisional. Al
concluir la contienda, ingresas en la Academia de Transformación de Oficiales
de Guadalajara de la que saliste Teniente profesional, perteneciente a la
Quinta Promoción de Infantería. Con el empleo de Capitán y estando ambos destinados en la Escuela de
Aplicación y Tiro de Infantería en 1946 solicitaste la baja del Ejército que te
fue concedida con el empleo de Comandante. Te animé en esta importante
decisión.
Fueron tus años de búsqueda
profesional para iniciar el camino de escritor y de genio que llevabas dentro.
Lo encontraste en 1946 en la revista humorística La Codorniz, que se
autodenominaba: "La revista más audaz
para el lector más inteligente", cuando su director Álvaro de la Iglesia te
invitó a integrarte en ella. Y comenzaste a enjuiciar, a aportar y a comentar
las situaciones con cierto distanciamiento ingenioso, burlón y aparentemente
ligero. En 1948 apareció tu primera novela Las
Palmeras de Cartón y el 19 de julio de 1953 comenzaste tu colaboración en
ABC que había ce continuar hasta tu muerte.
Tercera
etapa, durante 66 años, desde 1946, hasta que nos dejaste físicamente el 3 de
abril, tuvimos la suerte de disfrutar de un dibujante, un crítico, un
periodista, un escritor, un académico de la lengua y un ennoblecido marques. De
un autentico hombre genial y de una buena persona.
Las distintas actividades que
realizaste durante más de medio siglo, los Medios de Comunicación las han dado
a conocer con amplitud y detalle, así como los Premios, Doctorados y
reconocimientos que recibiste. Voy a limitarme a destacar tu viñeta en ABC,
durante tanto tiempo y diariamente era esperada la cartulina del día, que medía
18 x 11 centímetros, con una asiduidad ejemplar. Han sido calificadas en
términos siempre elogiosos.
"Las viñetas de Mingote son una
ventana abierta al pensamiento libre, al pensamiento al margen de lo
establecido, desde la que combate la intransigencia, el fanatismo, la
arbitrariedad y el sinsentido", en palabras de Esperanza Aguirre. Otros muchos
políticos y ciudadanos de todas clases han admirado tu especial capacidad de
crítica.
Todas las virtudes y defectos de los
españoles han figurado en tus chistes y aunque resaltabas nuestras
imperfecciones con tu espíritu crítico y reflexivo, nos hacías meditar y
sonreír.
Las caras del Rey de los presidentes
de Gobierno que Mingote conoció durante sus años de periodismo, los ha dejado
grabados como un recuerdo de su actividad política.
En conjunto, la dilatada obra de
Mingote constituye una visión de la microhistoria de España y de los españoles,
Su capacidad de síntesis y buena utilización del idioma español, le valieron
ser Académico de la Real Academia Española desde el 20 de noviembre de 1988.
Antonio Mingote, fuiste un hombre
afortunado en tu vida. Tuviste la inmensa suerte de conocer a una singular
mujer: Isabel Vigiola, se enamoraron, se casaron y convivieron 46 años juntos.
Tuvieron un hijo Carlos, dos nietos Pablo y Héctor, su sobrino Oscar Vigiola y
su "ahijado" José Antonio. Viviste rodeado del cariño de una familia.
Pero en esa familia, Isabel además
de esposa ejemplar fue tu colaboradora, tu inteligente secretaria que te
permitió dedicarte a lo que te apasionaba: a escribir, a dibujar, a tu trabajo,
sin obstáculos ni impedimentos. Siempre había orden en la casa, en la
biblioteca, en el despacho. Y un ambiente sosegado y tranquilo en el que el genio podía dar rienda suelta a sus
inquietudes y reflexiones. Para hurgar, investigar en la actualidad social y
plasmar en la viñeta la noticia más trepidante, la última preocupación que
estaba en la calle y que al día siguiente, el lector veía recogida en la 4ª
página de Opinión de ABC. Supiste crear tu propio observatorio social que te
permitió estar siempre al día de la noticia contrastada.
Tus miles de viñetas han influido de
distinta forma en la Sociedad Civil española. Pero recuerdo una que supo calmar
la tensión y el temor que durante la Guerra Fría la URSS había sabido trasmitir
a los españoles si España entraba en la OTAN.
Estamos en enero de 1982 y España
era el aspirante número 16 para integrarse en la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN). La URSS quería impedirlo a toda costa y organizó una
hábil propaganda de OTAN NO y diarias marchas sobre la Base Aérea hispano-norteamericana
de Torrejón de Ardoz. El lema era sencillo: "Si España se integraba en la OTAN,
mañana podían caer misiles SS-20, en la Base y en la ciudad de Madrid". El
temor estaba generalizado y el NO avanzaba día a día.
Mingote publicó en enero de 1982,
una viñeta en la que se encontraba una española joven, estupenda y con cara de
enamorada, junto a su novio, un soldado vestido de uniforme. La leyenda decía
así: "Veremos si sigues acordándote de mi
cuando entremos en la OTAN y empecéis los militares a tratar con esas chicas
extranjeras".
España entró en la OTAN el 30 de
Mayo de 1982, y nunca cayeron misiles soviéticos en España.
Mingote Académico
En 1987 fuiste nombrado miembro de la Real
Academia Española y pasaste a ocupar el sillón "r". Tu discurso de ingreso,
leído en 1988, se tituló "Dos momentos del humor español. Madrid Cómico - La
Codorniz". Asististe Antonio todos los jueves a las sesiones. Un total de 1400
veces. Aprovechabas para leer a los clásicos pues la modernidad enraíza con
ellos. Demostrabas tu capacidad para saber escuchar y aprender cosmología o
visión global del mundo. Se completó tu formación en la Real Academia desde
cuyo sillón "r" tanto aprendiste y también aportaste tu conocimiento y saber
popular. Fuiste un completo humanista crítico lleno de sensibilidad.
Mingote, Marqués de Daroca.
El 2 de diciembre de 2011 te fue
concedido por el Rey Juan Carlos I el título de Marqués de Daroca. Fue un
reconocimiento a tu fecunda vida de nonagenario para que sirviera de ejemplo y
guía de posteriores generaciones.
Ante tu fallecimiento, la Casa del
Rey señaló que "los Reyes lamentan en su misiva la "irreparable pérdida de ese
trabajador incansable" y subrayan que el "fino humor" y la "excepcional
inteligencia" con la que examinaba la realidad constituyen "un valioso legado"
que permite a todos "conocer mejor la sociedad española"
Don Juan Carlos y Doña Sofía
destacan la "cualidades humanas e intelectuales" de Mingote, que "te han hecho
acreedor del reconocimiento y el cariño de todos"
En términos muy afectuosos y
cariñosos se expresan también los Príncipes en el telegrama con el que
manifiestan a María Isabel Vigiola su pésame del célebre dibujante, humorista y
académico.
La Cumbre de Naciones Unidas sobre
el Envejecimiento, celebrada en Madrid en 2002, no pasó desapercibida para
Antonio Mingote. Como Persona Mayor cumplió con el criterio expresado por
Naciones Unidas: "La Humanidad no puede
desaprovechar la sabiduría y la experiencia de los 600 millones de Personas
Mayores en el Mundo, que deben, mientras puedan hacerlo, tratar de devolver a
la Sociedad Civil parte de lo mucho que de ella han recibido para su formación".
Esto lo ha sabido realizar Antonio, que ha entregado lo mejor de si mismo hasta
el último momento. ¡Todo un ejemplo! ¡Todo un critico genial!
*Fernando De Salas López es Coronel de
Infantería, Diplomado de Estado Mayor del Ejército y de la Armada. Licenciado
en Derecho. Doctor en Ciencias de la Información. Académico Correspondiente de
la Real Academia de Doctores de España. (RADE).