Era una de las grandes preguntas que muchos se han hecho durante y después de la jornada de huelga general: ¿dónde estaba el jefe de la oposición, el socialista
Rubalcaba? Y es que el gran juicio en torno a la labor de oposición del PSOE está siendo muy dura con los socialistas. Escasa presencia y tanta frialdad que hace pensar que el partido antes gobernante se ha alejado de la clase trabajadora, que parece que poco a poco va aumentando las urnas de IU, y no las del PSOE.
Quizás para evitar los calificativos despectivos de 'líder pancartero', Pérez Rubalcaba se escondió y no quiso ser la cara visible del PSOE en la huelga, dejó a la portavoz parlamentaria,
Soraya Rodríguez, toda responsabilidad y la postura de acudir al Congreso en la huelga terminó de enojar a muchos ciudadanos de izquierdas, por mucho que al inicio de la jornada leyera un comunicado de solidaridad con los manifestantes y huelguistas y acudiera por la tarde a la concentración de Madrid y las principales ciudades del país. Rubalcaba, dicen los expertos, ha perdido una ocasión clara para ser la cara de la oposición y hacer frente a la reforma laboral del PP.
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Los sindicatos amenazan con otra huelga u otra medida de fuerza contra el Gobierno