¿Un nuevo ciclo político?
miércoles 28 de marzo de 2012, 07:57h
Tras el análisis de los resultados de
las pasadas elecciones autonómicas, el líder de los socialistas, Alfredo Pérez
Rubalcaba, ha declarado que estamos en el punto de partida de un nuevo ciclo
político, caracterizado por el inicio del repunte socialista y el comienzo del
deterioro del PP; en otras palabras, que si los socialistas mantienen firme el
timón, en unos años más serían alternativa realista de Gobierno.
Algunos observadores han comentado
que esa tesis es una expresión de deseo mucho más que otra cosa, porque el
PSOE, sobre todo en Andalucía, ha sufrido una disminución del apoyo notable,
aunque los votos perdidos no hayan ido hacia su derecha como apuntaban las
encuestas sino hacia su izquierda. Sin embargo, la tesis del nuevo ciclo
político tiene un ángulo verosímil: el que se refiere a la disyuntiva en que se
encuentra el Gobierno de Mariano Rajoy.
Desde Seúl, el Presidente del
Gobierno ha dejado claro que no va a dejar de impulsar las medidas de ajuste
duro por la idea de que los resultados de las recientes elecciones han estado
influidos por dichas medidas. Ahora bien, ¿eso quiere decir que está dispuesto
a continuar con el ajuste duro, caiga quien caiga? Una respuesta positiva a
esta pregunta sí daría la razón a Pérez Rubalcaba y su tesis del nuevo ciclo
político. Porque significaría que Rajoy está dispuesto a la eventualidad de que
el rechazo al ajuste siga creciendo y que la deseada recuperación económica no
se produzca claramente antes de tres años, con lo cual sería altamente probable
que el PP perdiera las próximas elecciones generales.
En otras palabras, para Rajoy la
estrategia política correcta sería aquella que permitiera implementar las
reformas y al mismo tiempo sufrir un deterioro electoral mínimo, con un apoyo
siempre por encima del PSOE. Ahora bien, ese objetivo resulta muy difícil en la
práctica y esa debería ser una de las conclusiones del análisis de las pasadas
elecciones. Todo parece indicar que el Gobierno del PP se encuentra ante una
disyuntiva: o suaviza sus medidas en una negociación con otras fuerzas vivas, o
bien es capaz de convencer a la ciudadanía de la necesidad de mantener la
dureza de las reformas. Pero seguir impulsando el ajuste sin que parezca importar
sus consecuencias sociopolíticas (reducción del apoyo electoral y aumento de la
conflictividad social) en poco menos que suicida.
Ahora bien, para conseguir convencer
a la ciudadanía de la necesidad del ajuste duro es completamente necesario una
comunicación estratégica efectiva, con todos sus elementos: liderazgo
mediático, estrategia comunicacional, etc. Y bueno, no parece que esos aspectos
hayan mejorado mucho en los populares, ni respecto del tirón de su líder, ni en
cuanto a sus productos comunicativos (el ejemplo del video sobre la reforma
laboral en medio de la campaña electoral es más que ilustrativo).
Algunos amigos me critican que le de
tanta importancia al tema de la comunicación estratégica. Pero estoy convencido
de que este asunto es clave, especialmente para un Gobierno que asegura que
quiere mantener sus medidas de ajuste. Porque la alternativa de seguir con el
ajuste porque institucionalmente puede hacerlo a partir de su actual mayoría
absoluta en el Congreso estaría reflejando incapacidad para ver el mar de fondo
social. Y es justo a eso a lo que Rubalcaba alude cuando habla de un nuevo
ciclo político.
El Gobierno del PP no ha perdido
todavía su predicamento político, pero puede perderlo. Para evitarlo, solo
puede hacer dos cosas: suavizar en todo lo posible sus medidas o bien convencer
a la opinión pública española de la necesidad de su dureza (para lo cual debe
mejorar notablemente su comunicación estratégica). Claro, también puede
intentar una mezcla de ambas. Pero para iniciar ese camino debe comenzar por
deshacerse de dos velos que le ocultan la realidad: uno, pensar que su mayoría
absoluta en el Congreso le sirve de parapeto respecto de la dinámica
sociopolítica y otro confiar en una pronta recuperación económica que le
permita recuperar el apoyo social. Ambas cosas son espejismos poco útiles. Por
eso insisto en que Rajoy debe abandonar su lógica de dinámica de gabinete. O se
estará cumpliendo la tesis de Rubalcaba de que se ha iniciado un nuevo ciclo
político. Y eso no tanto por una recuperación milagrosa del PSOE como por el
avance del deterioro sociopolítico del PP.