El grupo Ardor de Estómago pagará 288.000 euros por llamar "hijo de puta" al Rey

Los acusados, que han sido juzgados en la Audiencia Nacional por un delito de calumnias e injurias contra la Corona, se enfrentan a una multa de 1.800 euros por cabeza solicitada por la fiscal de Ana Noé y de 288.000 euros por parte de la Fundación de la Nación Española (DENAES), que ejerce la acusación popular y solicita otros 100.000 euros en concepto de responsabilidad civil.

El guitarra Miguel García Granda, de 25 años; el batería Ibai Rivas Arbinaga, de 30; y el bajo Endika Berecibar Lacalle, de 22; se han declarado "inocentes" y, tras negarse a contestar a las preguntas de las acusaciones, se han limitado a apuntar con monosílabos que no crearon la canción ni la interpretaron y que ni siquiera comparten su contenido.

Los tres, que lejos de la estética habitual de los grupos de punk rock han acudido a la sala de vistas vistiendo camisa y zapatos, también han señalado que están en paro o acabando sus estudios y que dependen económicamente de sus familias. Uno de sus abogados incluso ha negado la propia existencia del "supuesto grupo".

En el tema musical, denominado 'Una historia real', Ardor de Estómago se plantea preguntas como "¿quién mató a su propio hermano con una escopeta de caza en circunstancias poco aclaradas?, ¿quién fue nombrado sucesor por un asqueroso dictador?, ¿quién hizo levantarse a Tejero y a... dejándolos en la estacada? o ¿quién salió luego por televisión como líder de la transición?". La respuesta en el estribillo, repetida una veintena de veces, siempre es la misma: "El hijo puta el rey Juan Carlos, el hijo puta el rey bastardo".

En el juicio, que ha quedado visto para sentencia, ha comparecido como testigo el alcalde de Segovia Pedro Arahuetes (independiente en las listas del PSOE), que ha reconocido la existencia de "una negligencia" y un "fallo en cadena" porque la canción fue incluida en un disco editado por el Ayuntamiento con motivo de la Muestra de Música Joven de 2009 sin que nadie "supervisara su contenido".

En este sentido, ha hecho responsable al entonces concejal de Educación, Juventud y Deporte, Javier Arranz, y a los técnicos de su departamento. "Entre unos y otros me confirmaron que no habían supervisado el contenido de las canciones del CD", ha señalado antes de apuntar que en cuanto tuvo conocimiento de lo sucedido cesó a los responsables, pidió disculpas a la Casa del Rey y puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía.

El exedil, que ha detallado que se encontraba "pasando una tarde tranquila en el complejo de golf de El Espinar" cuando se enteró de los hechos, ha culpado de la publicación de la canción a los funcionarios de su departamento, que "tenían que haber revisado el contenido de las letras". "Hubo una baja psicológica del anterior coordinador y con el desconcierto puedo entender que al nuevo se le pasara", ha dicho.

"Si hubiera escuchado la canción, habría tomado las medidas que se tomaron y no hubiese salido el CD como salió", ha añadido Arranz antes de señalar que no lo supervisó personalmente porque "tenía otros millones de cosas que hacer" y que el "escándalo" que provocó la canción le permitió "centrarse en lo realmente importante", en referencia a que se "casaba en diez días". Uno de esos funcionarios, Víctor Herrero, ha asegurado que él tampoco escuchó la canción en un concierto que tuvo lugar antes de la grabación del disco y que tampoco asistió a ésta.

En la exposición de su informe definitivo de conclusiones, la fiscal Ana Noé ha solicitado que los tres acusados sean condenados a seis meses de multa con una cuota diaria de 10 euros por no existir "ninguna duda" de que formaban el grupo Ardor de Estómago y escribieron e interpretaron una canción en la que se hacía "un evidente menosprecio a la figura del Rey y a la institución que representa". El abogado de DENAES, Juan Ramón Montero, ha asegurado que las afirmaciones contenidas en la canción son "absolutamente repugnantes, ofensivas y denigrantes" hasta el punto de que, según ha dicho, "duele hasta repetirlas".

El letrado de Miguel García e Ibai Rivas, por su parte, ha negado la relación de sus representados con la canción y les ha presentado como víctimas de un "tema puramente político" y un "montaje periodístico", ya que los hechos fueron denunciados por el Grupo Popular de Segovia. "Mis defendidos son españoles y no son partícipes de ninguna minoría. Y no se puede negar que Segovia sea España", ha dicho.