Según un macroestudio del PSOE presentado por Caldera
Reforma laboral: Andalucía perderá 150.000 empleos y su PIB caerá un 2,7 %
jueves 22 de marzo de 2012, 18:15h
La reforma laboral "perjudicará seriamente la recuperación económica
de Andalucía", pues provocará la destrucción de 147.000 empleos (31.000
más que en el escenario base) y una contracción de 2,7 puntos del PIB regional,
seis décimas más de lo previsto este mes de marzo por Hispalik a partir de la
desviación de cuatro décimas entre el crecimiento de la economía española y
andaluza. Así se afirma en un macroestudio realizado por la Fundación Ideas.
Estos datos fueron facilitados por el vicepresidente ejecutivo de la
Fundación Ideas, Jesús Caldera, en Jaén, donde ofreció una rueda de prensa con
el consejero de Economía e Innovación, Antonio Ávila. Corresponde a un avance territorializado
para Andalucía del documento de análisis político "Crisis y reforma laboral:
efectos sobre la economía española", que será presentado para toda España
durante la próxima semana.
Caldera aseguró que "el impacto sobre el empleo de la reforma laboral será
más acusado en Andalucía que en el resto de España debido a las peores
perspectivas de las empresas sobre la evolución de sus ventas para 2012, que
arrojan un saldo negativo, lo que anticipa que las empresas van a seguir
ajustando por vía del despido".
El vicepresidente de Ideas justificó estos datos asegurando que la
reducción de salarios contemplada en la reforma laboral reducirá el nivel de
consumo, pues Andalucía presenta una tasa baja de ahorro, incluso en periodos
de crecimiento económico, con lo que el colchón para absorber la caída de la
renta es limitado. Así, según Caldera, de producirse una caída de los salarios
reales del 2,5%, la tasa interanual de empleo se desplomará un 5,3%.
Además, según detalló
Caldera, en Andalucía "el paro no se debe tanto al cierre de empresas, dado que
las altas empresariales han generado 129.037 nuevos empleos, lo que supera los
125.932 empleos perdidos por cierre, sino al ajuste de las plantillas
existentes. De hecho, en 2011, en términos netos, las empresas no nuevas que
mantienen su actividad su actividad destruyeron 41.717 empleos".
Caldera concluyó su
intervención apuntando que la reforma laboral no mejorará la productividad de
la economía andaluza, "sino que, al contrario, introduce incentivos negativos
sobre empresas y trabajadores, quienes tendrán menos incentivos para dedicar
tiempo y esfuerzo en adquirir capacitación específica para la empresa y puesto
de trabajo que ocupan. Igualmente, por el lado de las empresas, la menor
estabilidad laboral reducirá sus incentivos para invertir en la formación de
sus trabajadores".