El compromiso Europeo del Pacto Fiscal
viernes 09 de marzo de 2012, 14:31h
El
Consejo Europeo de 1 y 2 de marzo de 2012 fue histórico por cuanto siguiendo un
calendario ya marcado desde hacia mas de un año, yo diría que, desde el
encuentro que mantuvieron Angela Merkel y Nicolas Sarkozy en Deauville el 20 de
octubre de 2010 y en el que acordaron la reapertura del Tratado de Lisboa para
obligar a los Estados de la Union a asumir lo que luego se llamaría el Pacto
sobre el Euro, un pacto de disciplina fiscal que limita los déficits
presupuestarios al 3% del PIB y que ya estaba en el Pacto de Estabilidad y
Crecimiento.
Aquella
decisión se traslado al Consejo Europeo de 26 de octubre de 2010 y finalmente al
Consejo de la zona euro de 11 de marzo 2011 en la que los países de la eurozona
lo adoptaron e inmediatamente después al Consejo Europeo de marzo de 24 y 25 de
marzo de 2011, bajo el nombre del Pacto por el Euro Plus en el que se incluían una
serie de compromisos que deben asumir los países de la zona euro y los demás
países de la UE que voluntariamente deseen suscribirlo para impulsar la
competitividad ,a base de la contención salarial, fomentar el empleo, reformas
del mercado laboral; asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas ,control
del gasto en pensiones, sanidad y prestaciones sociales, y reforzar la
estabilidad financiera ,reforma de la supervisión financiera.
Quedaba
pendiente realizar la reforma de los Tratados de la Unión y de Funcionamiento
recién elaborados tras el Tratado de Lisboa lo que finalmente se planteó en el
Consejo Europeo de 8 y 9 de diciembre de 2011 en el que Reino Unido se negó a
apoyar dicha revisión de los Tratados al no conseguir que sus socios acordaran
el derecho de veto que le hubiera permitido intervenir en la legislación
financiera de Europa. Los restantes 26 Estados de la Unión asumieron la firma
de un Tratado internacional que contenga dicho acuerdo, concluyéndose entonces
que se realizaría un Tratado intergubernamental que es el que ahora, el 2 de
marzo se ha suscrito por 25 Estados de la Unión, (todos menos Reino Unido y la
Republica Checa) bajo el titulo de "Tratado de Estabilidad, Coordinación y
Gobernanza en la Union Económica y Monetaria".
Este
Tratado contiene 16 artículos dividido en 6 títulos, en el primero de los
cuales se manifiesta el acuerdo de reforzar el pilar económico de la Union
Económica y Monetaria a través de un Pacto Presupuestario que se extiende a los
Estados de la zona euro y aquellos otros Estados firmantes. El titulo segundo
plantea la coherencia de este Tratado con los demás Tratados de la Union y el
Derecho de la Union. Es el titulo tercero el que contiene el llamado Pacto
Presupuestario que contiene los importantes objetivos de mantener el equilibrio
o superávit, la situación presupuestaria de las Administraciones Publicas estableciéndose
un techo de deficit estructural anual del 5% del PIB y solo alcanzar un deficit
estructural máximo del 1% del PIB cuando la proporción entre la deuda publica y
el PIB a precios de mercado este muy por debajo del 60% y los riesgos para la
sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas sean bajos.
Se
plantea asimismo un ritmo de reducción del deficit y un procedimiento de
deficit excesivo, situación en la que se establecerá un programa de colaboración
presupuestaria y económica incluyendo la supervisión de los presupuestos
anuales. Las multas podrán ascender en ultima instancia como máximo al 0.1% del
PIB. Acordando un procedimiento que deberá seguirse para llevar al Tribunal de
Justicia un incumplimiento del Tratado que debe materializarse mediante el
llamado trio de presidencias. El titulo cuarto vuelve a aludir a la
coordinación de las políticas económicas y convergencia y el titulo quinto al
gobierno de la zona euro incluyéndose la creación de la figura del "Presidente
de la Cumbre del Euro".
Es
sin duda un importante Tratado, diríamos que decisivo y verdaderamente
condicionador del futuro de la Union Europea, un Tratado de Estabilidad
Financiera y Control Presupuestario con el que los Estados de la Union sellan
su compromiso con la disciplina presupuestaria, a partir de ahora se celebrará
el correspondiente proceso de ratificación de Tratado en los correspondientes
Parlamentos nacionales que pueden durar un año y en un país como Irlanda se celebrará
un referéndum.
Cabe
reseñar que paralelamente a la suscripción de este Tratado firmado por España
se ha planteado una cuestión concreta que en alguna medida ha provocado una
confrontación relativa entre el gobierno español y la Comisión europea. Se
trata del compromiso realizado por el anterior gobierno español de alcanzar un
deficit de 4.4% de su PIB en 2012. El gobierno actual ha manifestado que el
país culminó el año con un deficit del 8.5%, muy superior al previsto y con un
paro laboral del 23.3%. Ante tales cifras y planteando con cierto razonable
calculo las consecuencias negativas de la crisis actual ha preferido asumir un
deficit publico de 5.8% y por tanto superior al previsto 4.4%, argumentando el
Presidente Rajoy que es una cifra sensata y afirmando que cumplirá en 2013 con
el deficit del 3%. La Comisión se pronunciará sobre esta cuestión en el mes de
mayo en un marco en el que otros países de la Union entienden que no puede
aceptarse la flexibilidad y que las reglas son comunes para todos. La
preocupante situación económica y social que vive España, sin duda debe
producir una actitud tolerante sobre esta decisión del nuevo gobierno español
que argumenta una nueva realidad para este año 2012 de una severa contracción
económica.
En
todo caso reiteramos desde nuestra visión de historiador como la Union Europea
camina sólidamente en medio de dificultades y logra a través de este nuevo
Tratado internacional ajeno al sistema de los Tratados comunitarios y de la
Union avanzar en algo tan necesario e inevitable como una verdadera
construcción de la Union Económica que soporte la propia Union Monetaria
constituida como el mas importante instrumento federalizador que la Union
Europea tiene después de mas de sesenta años de proyecto común de integración
europea, y sobre el que la crisis económica y financiera ha estado a punto de
liquidar, precisamente por falta de instrumentos jurídicos vinculantes.
Por Rogelio
Pérez-Bustamante
Chaire Jean
Monnet
Catedrático Jean Monnet ad personam
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