La vicepresidenta primera tiene respuestas para todas las actuales polémicas que han surgido. Se resumen en una: "Había que hacer lo que había que hacer", lo mismo para la reforma laboral de Rajoy -amenazada por un recurso de inconstitucionalidad- que para las manifestaciones de Valencia y la supuesta brutalidad policial. Desde la tribuna de la portavocía del Gobierno, Sáenz de Santamaría ha defendido la presentación de los Presupuestos del Estado después de las elecciones andaluzas, no ha querido hablar del 'caso Urdangarín' y ha hecho una llamada "a la responsabilidad de todos".
¿Es electoralismo puro y duro retrasar la salida de los Presupuestos Generales del Estado para 2012 hasta después de las elecciones andaluzas? No lo es, según la vicepresidenta primera del Gobierno, que ha respondido a las agudas críticas socialistas al respecto con el 'y tú más', para pasar luego al contraataque: "Ese debió ser el motivo por el que [los socialistas de Zapatero-Rubalcaba] no elaboraron los PGE durante once meses" para que el nuevo gobierno [de Rajoy] los tuviera que prorrogar urgentemente.
"El Partido Socialista", ha dicho la vicepresidenta, "está confesando que no presentó los Presupuestos Generales para 2012 por un motivo electoral": las elecciones del 20-N. Y recordó en este que Felipe González, cuando ganó las elecciones en octubre de 1982 no tenía presupuestos y tardó seis meses en presentarlos a las Cortes. "Este gobierno los presentará en el tiempo récord de 3 meses y una semana".
La
misma táctica usó la vicepresidenta para responder al recurso de inconstitucionalidad
contra la reforma laboral que ha anunciado el PSOE: "Respeto las
decisiones de la oposición, pero con 5,2 millones de parados lo más
constitucional que podemos hacer todos es trabajar para poner en marcha el
artículo 35 de la Constitución". Y ya está.
Sobre
la posibilidad de que el PP lleve al Senado una reforma en el controvertido
tema de las lenguas, parece que ahora hay marcha atrás: "No puedo
sugerir", ha dicho, cosas sobre decisiones adoptadas por otro poder diferente
del ejecutivo. Y lo mismo para enjuiciar el 'caso Urdangarín' y la polémica
sobre si debe ser tratado como un ciudadano normal a su paso por los juzgados: "El
gobierno no valora procesos judiciales".
Más
combativa ha estado Soraya Sáenz de Santamaría este viernes con las cargas
policiales en Valencia, y sobre todo en su defensa de la actuación de la
delegada del Gobierno, de la que ha dicho que "ha tratado de ajustarse a
sus obligaciones en una complicada situación". La vicepresidenta ha hecho
en este punto "una llamada a la responsabilidad de todos" y ha
puntualizado que "el gobierno tiene unas obligaciones que cumplir y unos
derechos que respetar".