El derecho a manifestarse, la libertad de expresión, la especial protección de los menores... Todos estos derechos fundamentales peligran cuando se da mano libre a unos antidisturbios que lamentablemente poco saben de leyes y mucho de usar desproporcionadamente la fuerza.
Las cargas policiales del instituto valenciano Luis Vives son absolutamente abrumadores. Hay una veintena de estudiantes detenidos (entre ellos, al menos, 3 menores de edad), a los que se suman los insultos que la semana pasada llenaron las redes sociales -"No tienes cuerpo ni de puta", respondió con desprecio un agente a una alumna, según relató tras las manifestaciones, una denuncia de un joven que fue retenido en el calabozo durante 30 horas donde al parecer recibió golpes de la policía y vídeos denunciando las agresiones. Mientras la policía se queja de estar sufriendo "constantes provocaciones".
Menuda valentía demuestran los que corren con porras detrás de los estudiantes. Y todo porque hay quienes no se resignan a callar ante los recortes en educación aprobados por el Gobierno valenciano. 'Muera la inteligencia' que diría Millán Astray.