La oposición que tendremos
domingo 29 de enero de 2012, 11:19h
Hemos llegado casi al final de la carrera precongresual entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón sin que se haya producido un verdadero debate --ante las cámaras de televisión, por ejemplo-- entre ellos. Como si el duelo al sol que se dirimirá este fin de semana próximo en Sevilla, para elegir al nuevo secretario general del partido, fuese algo que solo compete a los novecientos y pico delegados que acudirán al conclave o, como mucho, como si el tema fuese algo apenas del interés de la militancia socialista. Y no es eso, no es eso.
Ni milito, ni he militado, ni militare en el Partido Socialista, como tampoco milito en ningún otro partido. Así que pienso que figuro entre esa inmensa mayoría de españoles, cada vez menos silenciosa, a los que interesa la regeneración de los aspectos políticos de su país, que quiere tener una oposición frente a las mayorías absolutas y que piensa que, al final, no es solamente el Gobierno, sino también las oposiciones, quienes deben jugar un papel en el futuro de la nación.
Siento parecer demasiado duro, pero sigo sin ver, gracias a esta falta de debate interno, o por culpa de esta falta de apertura a la sociedad, las diferencias entre la opción A (Rubalcaba) o la B (Chacón). Cada una tiene sus ventajas y sus inconvenientes personales, como ambas tienen su historia, pero ninguna de las dos nos habla con longitud de onda y con amplitud de ideas de lo que debe ser el socialismo, o llámele si quiere usted la izquierda, del futuro. El PSOE, el viejo partido de Pablo Iglesias, necesita no solamente una mano de pintura, sino, pienso, una maquinaria renovada, nueva. Nadie habla, ante el congreso sevillano, de una nueva era, de la etapa inédita que se esta abriendo ante los españoles, ante los europeos.
¿Como afrontar, así, un congreso tan importante? Pues eso: pensando solamente en los delegados que uno y otro pueden captar, que es la mejor manera de seguir sin conectar con la ciudadanía. Sospecho que esta está siendo una oportunidad perdida, porque, con estos mimbres, me cuesta pensar que el candidato/a ganador/a puede lanzar un discurso ilusionante a la opinión publica. O que esta pueda estar segura de que se va a ejercer una oposición constructiva, en la que se pacten los grandes temas que haya que pactar y se combatan las cuestiones que haya que combatir. Ya digo: nos va mucho en esto, pero a veces parece que no se enteran.
fjauregui@diariocritico.com
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (2)
2621 | Divad Ellah - 31/01/2012 @ 08:05:55 (GMT+1)
El problema del PSOE es este: o volver a la respuesta socialista (solución ineficaz a los problemas de hoy), o renovar la social democracia (qué desechar, qué importar, qué mejorar). Es un problema de identidad ideológica... es decir, una crisis estructural del Partido.
2594 | Cuquiña - 29/01/2012 @ 17:58:06 (GMT+1)
Los candidatos del Psoe solo les importa ganar, pero no convencer, como su programa electoral fué el ataque al PP, ahora los dos se esmeran en este cometido sin clavares los rejones entre ellos. Están torrefactos, achicharrados, quemados. Afortunadamente esa simpleza de la oposición fuerte no es imprescindible porque España saldrá adelante porque el PP tendrá que gobernar y lo que digan los socialistas ha quedado desacreditado al menos para una generación. España saldrá adelante mientras ellos buscan otro cuentanubes, que para eso han preparado a las nuevas generaciones de militantes
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