Más de 4 millones de jóvenes tienen pocas opciones de futuro
"No te olvides de Haití": dos años después del terremoto la situación mejora pero queda mucho por hacer
La gran labor de Unicef y Misiones Salesianas y otras ONG's debe continuar mucho tiempo
lunes 09 de enero de 2012, 13:33h
"Y no te olvides de Haití", como dibuja Forges diariamente desde entonces en sus chites. Algo es algo: porque dos años después, la tragedia ha demudado en drama. El terremoto de Haití, que dejó más de 300.000 víctimas mortales, otras tantas heridas y más de millón y medio afectadas por fallecimientos de familiares o por haber perdido la casa, no es aún historia. Aunque la situación, merced a la ayuda pública internacional -con Unicef en primer lugar- y al desinteresado trabajo de muchas ONG's -como las Misiones Salesianas-, ha mejorado mucho, queda muchísimo por hacer. Por ejemplo, todavía la mayoría de los 4,3 millones de niños menores de 18 años tienen muchos problemas para supervivir en condiciones mínimamente aceptables. Es menester, justo y necesario hacer caso al genial humorista: "No te olvides de Haití".
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1 Misiones Salesianas
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1 Misiones Salesianas
La mejora es evidente, sí. Y se puede cifrar, como el balance de este grupo de los salesianos, pues, por ejemplo, un total de más de 23.000 niños y jóvenes y más de 1.200 profesores ya han vuelto a las aulas en sus centros educativos de Haití. Tras dos años de mucho trabajo y grandes esfuerzos, muchos jóvenes y niños se forman y reciben educación en escuelas y centros de formación profesional que les permitirán ser los protagonistas del progreso de su país. Por ejemplo, más de 850 niños van a la escuela de Cap Haitien y otros 145 jóvenes se forman en la escuela agrícola; en el Centro Politécnico Don Bosco, otros 120 alumnos se forman en diferentes áreas, como la albañilería, la carpintería o la Escuela de Enfermería en Fort Liberté; en Timtake, ya hay más de 600 alumnos; y más de 1.000 niños y jóvenes podrán formarse en el centro de Gressier, que fue visitado en el mes de octubre por la Reina Doña Sofía, y que pronto abrirá sus puertas.
Puerto Príncipe fue una de las zonas más afectadas por el terremoto del 12 de enero de 2010. Además, cientos de miles de personas marcharon a la capital en busca de ayuda y de una oportunidad para sobrevivir. Desde entonces, ya hace dos años, se han conseguido grandes avances. Sin embargo, son muchas las cosas que quedan por hacer en uno de los países más pobres del planeta. Todavía, cerca de 600.000 personas permanecen en los campos de desplazados y no tienen un techo en el que vivir y menos del 25% de los escombros han sido removidos, según el PNUD. Además, el cólera ha matado a más de 7.000 personas en 2011.
En Haití, más del 80% de la población vivía en la pobreza antes del terremoto y la mitad de los haitianos no sabían leer ni escribir. "Haití no es un país destrozado por el terremoto de enero de 2010, es un país expoliado desde mucho antes", recuerda el economista haitiano Camille Chalmers. Sin embargo, "Haití es un país fuerte y el terremoto nos da la oportunidad de hacer un país mejor", explican los misioneros salesianos que trabajan en el país. Las Misiones Saledianas recuerdan que se puede seguir
canalizando la solidaridad a través de la cuenta del Banco Popular 0075
0001 85 0607077059.
Pero, se insiste, queda mucho, muchísimo por hacer. Ya que, la mayoría de los 4,3 millones de niños menores de 18 años tienen "opciones limitadas" para su supervivencia, desarrollo y
protección a pesar de las "pequeñas victorias" logradas para la infancia
en el país, cuando se cumplen dos años del terremoto que asoló el país,
según el informe 'Niños de Haití: Dos años después' elaborado por
UNICEF.
Pobreza crónica y subdesarrollo
Así, el estudio muestra que dos años después del
seísmo que tuvo lugar en Haití el 12 de enero de 2010, el país "sigue
acosado por la pobreza crónica y el subdesarrollo", con más de medio
millón de personas que viven en más de 800 diferentes áreas de
desplazados; un 77 por ciento de haitianos que vivía de alquiler antes
del terremoto y que no tiene hogares a los que regresar; y un brote de
cólera que sigue suponiendo "una carga adicional" para servicios e
infraestructuras.
No obstante, el informe coincide con el de los salesianos e indica que la
situación de los niños en el país va "mejorando lentamente" y que hay
"claras evidencias" de mejoras y progreso para la infancia en las áreas
de educación, salud, nutrición y protección infantil. De esta forma,
indica que, con los proyectos que apoya UNICEF, más de 750.000 niños han
vuelto a la escuela, de los que unos 80.000 asisten a clase en 193
escuelas resistentes a seísmos; que más de 15.000 niños con desnutrición
han recibido asistencia vital en 314 programas de alimentación
terapéutica y que 95 comunidades rurales han emprendido nuevos programas
de mejora del saneamiento.
Además, remarca que en el área de
protección infantil, un "gran paso" ha sido que el gobierno de Haití ha
reforzado su marco legal para los niños que viven en instituciones. De
esta forma, con el apoyo de UNICEF, se ha lanzado el primer Directorio
de Centros Residenciales de Asistencia por el que ya se han evaluado más
de la mitad de los 650 centros del país y en el que ya han sido
inscritos más de 13.400 niños de los 50.000 que se calcula que viven en
centros residenciales. Asimismo, la ONG subraya que el
gobierno haitiano también ha firmado el Convenio de la Haya sobre
Adopción Internacional, que protege los derechos de los niños, sus
padres biológicos, y los padres adoptivos, estableciendo unos estándares
básicos para las adopciones.
"Hay evidencias de pequeñas
victorias en todas partes, aunque permanecen serias lagunas y
deficiencias en las estructuras básicas de gobierno de Haití", ha
señalado la representante de UNICEF en Haití, Françoise
Gruloos-Ackermans. "No nos equivoquemos: el país sigue en una situación
frágil, acosado por la pobreza crónica y el subdesarrollo. Sus débiles
instituciones dejan a los niños vulnerables ante cambios bruscos y el
impacto del desastre", ha añadido.
Décadas de degradación y desgobierno
"El país necesitará apoyo
firme y fuerte para superar los retos que aún afronta", ha remarcado, al
tiempo que ha apuntado que, "mientras la cifra de muertes y el nivel de
destrucción por el terremoto fueron sin par en los tiempos modernos,
los recursos movilizados tras el desastre también fueron excepcionales".
"Juntos presentan una oportunidad única en la vida para situar a Haití
en una trayectoria que detenga y dé marcha atrás a décadas de
degradación y desgobierno", ha agregado.
En el último año de
su programa de transición para la recuperación tras el terremoto, UNICEF
ha implementado simultáneamente una combinación de asistencia
humanitaria, desarrollo de capacidades para la reconstrucción
institucional y la incidencia política. Sin embargo, la organización ha
indicado que necesita 24 millones de dólares para atender necesidades
humanitarias inmediatas en 2012 y otros 30 millones de dólares para
asistencia al desarrollo a largo plazo.
El terremoto de Haití de 2010 ocurrió el 12 de enero de 2010 a
las 16:53:09 hora local con epicentro a 15 km de Puerto
Príncipe, Según el Servicio Geológico de Estados
Unidos, el sismo habría tenido una magnitud de 7,0 grados y se habría
generado a una profundidad de 10 kilómetros.4 También se registraron una
serie de réplicas, siendo las más fuertes las de 5,9, 5,5 y 5,1 grados. Este terremoto ha
sido el más fuerte registrado en la zona desde el acontecido en 1770. El
sismo fue perceptible en países cercanos como Cuba, Jamaica y República
Dominicana, donde provocó temor y evacuaciones preventivas.
Los
efectos causados sobre este país, el más pobre de América Latina,[cita
requerida] han sido devastadores. Los cuerpos recuperados al 25 de enero
superaban los 150.000, calculándose que el número de muertos excedería
los 200.000.6 7 Los datos definitivos de los afectados fue dada a
conocer por el primer ministro Jean-Max Bellerive en el primer
aniversario del sismo, el 12 de enero de 2011, conociéndose que en el
sismo fallecieron más de 300.000 personas, 350.000 más quedaron heridas, y más
de 1,5 millones de personas se quedaron sin hogar. Se considera una de
las catástrofes humanitarias más graves de la historia.