La columna de Gema Lendoiro: Willy Toledo debe pedir perdón a las víctimas de ETA

Estimado Willy Toledo:

No voy a caer en el recurso fácil de decirte que no recuerdo ninguna de tus películas porque tenerlas, las tienes. Otra cosa es que yo me las haya visto. Claro que no es lo mismo no haber visto el Tercer Hombre que verte a ti en chándal discutiendo en una película de cuyo nombre ahora no consigo acordarme. El caso es que actor eres pero, siento decirte, al final nadie recuerda tu trabajo. Si pienso en Pilar López de Ayala enseguida veo a la Juana de Aranda. Si hago lo mismo con Ernesto Alterio veo a un pícaro intentando engañar con el bueno de Federico Luppi pero es pensar en ti y verte liando un porro abrigadito tu cuello con un pañuelo palestino o con el puño en alto como si estuvieses interpretando el papel de un revolucionario en la época de mayo del 68. No me sale ningún papel tuyo. Mala memoria la mía, ¡qué le vamos a hacer!

A mí las personas que luchan por los derechos de los oprimidos me gustan. Me emociona que alguien tenga el valor de usar su tiempo y sus fuerzas en defender derechos de otros semejantes. Lo que pasa es que yo no te veo coherente. Este verano te vi varias veces de paseo por Asilah, un pueblo de la costa de Tánger, te vi comiendo marisco en uno de sus mejores restaurantes (con tu pañuelo palestino) pero no te vi ni un solo asomo de protesta contra la situación de pobreza que vive ese pueblo que, imagino, habrás comprobado por ti mismo si es que has podido estar lo suficientemente despejado (hacía mucho calor este verano) Es más, estábamos en pleno Ramadán y podías haber aprovechado para atacar contra las autoridades religiosas por consentir esas deshidrataciones en pleno verano sin probar una gota de agua. Porque contra la Iglesia Católica das buena cera y eso que a esta se pertenece si se desea, no como a la comunidad islámica que es más jodido escaparse. Tú mismo lo pudiste ver.

También te he visto un montón de veces lanzando proclamas contra el Estado de Israel y a favor del pueblo oprimido palestino, que sí, que puede que lo esté, no diré yo que no, en esto último estamos de acuerdo, el pueblo palestino está oprimido, pero te equivocas de opresor, no se trata de Israel, sino de su propio gobierno, un grupo nada pacífico que responde al nombre de Hamás y que no ha sido escogido, precisamente en unas urnas, en una democracia, expresión palpable de todas las libertades conseguidas hasta la fecha.

Y ahora, para que no nos desacostumbremos a tus boutades, te desmarcas con un apoyo a los presos de ETA. Hombre, pues no, no puedo estar de acuerdo contigo. No porque han hecho demasiado daño, sangre, han generado demasiado dolor, demasiada sangre. Y eso deberías saberlo. Guillermo, los presos que apoyas no son políticos. No son personas que han sido encarceladas por decir lo que piensan. Están cumpliendo condenas porque han asesinado, muchas veces a sangre fría, por la espalda, como los cobardes y por una razón, porque sus víctimas no pensaban como ellos. Una persona inteligente como tú no puede dejar engañarse de tal manera porque entonces pensaré que eres un fanático más. Los presos de ETA son asesinos, han segado la vida de personas, han violado el principio más sagrado de la vida que es no destruirla. Que los defiendas te coloca en un lugar peligroso que flaco favor te hace si es que algo te hace.

Que además pretendas tener razón y hables de un estado opresor me hace pensar que durante todos estos años poca historia del pensamiento político y filosófico has acumulado porque de lo contrario no podrías defender argumentos y sus contrarios con idéntica vehemencia.

No tienes ni idea del daño que causas a los familiares de las víctimas con tus palabras llenas de daño. Usa la empatía y ponte en su lugar, imagina ser el hijo de un profesor asesinado a la salida de sus clase por defender una Euskadi donde la libertad de expresión sea un hecho, no una utopía. Es una pena inmensa que no salgas en defensa del débil porque, que no te engañen, las víctimas son las que están en los cementerios, no los que están presos en las cárceles. No son presos políticos, son de sangre. Llevamos demasiados años empeñados en conseguir la paz, muchos más de los que tienes y resulta que vienes a ahora diciendo estas estupideces tan hirientes para tantas y tantas personas.

Willy, usa tu fuerza para defender causas nobles, nunca para defender asesinos. Ojalá algún día lo medites y pidas perdón a las víctimas. Porque, francamente, deberías.