El Gobierno de
Mariano Rajoy que acaba de
constituirse se ha fijado un apretado calendario de reformas urgentes para el primer
trimestre de 2012. Lo primero, claro, los nombramientos en los segundos y
terceros escalones de la Administración, los cuales culminarán en buena medida
en el Consejo de Ministros del viernes 30 de diciembre. Luego, una serie de
reales decretos que ya se están preparando para su remisión al Parlamento de
forma inmediata, como el de medidas urgentes del que damos cuenta en
Diariocrítico.
Y a medio plazo, una serie de reformas estructurales para hacer frente a la
crisis económica.
De forma inmediata, el Gobierno va a aprobar un Real
Decreto sobre composición, funcionamiento, presidencia, etcétera de las
Comisiones Delegadas del Gobierno. Significará una reforma casi integral, dado
que el propio presidente, Mariano Rajoy, quiere asumir personalmente la
Presidencia de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, según anunció la
vicepresidenta primera,
Soraya Sáenz de Santamaría.
En segundo lugar, el 7 de enero de 2012 finaliza el
plazo para que sindicatos y empresarios lleguen a un acuerdo para la reforma
laboral. A partir de ahí, el Gobierno elaborará una reforma que irá
inmediatamente al Congreso de los Diputados, y en todo caso antes del 31 de
marzo. El peso lo lleva la ministra de Empleo y Seguridad Social,
Fátima Báñez.
También antes del 31 de marzo de 2012 se remitirá al
Congreso de los Diputados un acuerdo sobre techo de gasto, una vez se conozcan
las previsiones de la Unión Europea.
Y al finalizar el primer trimestre del año, el
Gobierno tendrá ultimada la Ley de Transparencia y del buen gobierno, que la
elaborará el Ministerio de la Presidencia de acuerdo con los agentes sociales.
Una tarea personal de la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, y otra de
las promesas que dejó incumplida el Gobierno de
Rodríguez Zapatero.
En este primer trimestre de 2012 está previsto
también culminar una reforma del Consejo de Radiotelevisión española, con la
renovación de consejero y de presidente, que está vacante.
Y antes de junio de 2012, el Gobierno remitirá al
Congreso una reforma integral del sector financiero. En el Ejecutivo se cree
que no ha acabado el proceso de fusiones, que tiene que haber menos bancos y
cajas, pero mucho más solventes. Se descarta la creación de un 'banco malo' que
recoja los activos tóxicos.