Un Gobierno a la medida de Rajoy y de su escudera SSS
jueves 22 de diciembre de 2011, 08:12h
Hay bastante acuerdo en los
juicio emitidos en las horas que han seguido a la divulgación del Gobierno
efectuada por en la tarde noche de este miércoles por el ya presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy. Primero, la impresión de que es un gobierno de notable
solvencia, de reconocidos integrantes,
de personalidades con curriculum... En segundo lugar, que muchos de estos
componentes del nuevo Gobierno tiene en un rasgo común: son amigos y de toda
confianza de Rajoy. Y también es unánime el criterio de que Soraya Saénz de Santamaría, SSS, ha completado, con
sus propios criterios, el Gobierno sugerido por Rajoy. Soraya ha situado,
ciertament6e, a quienes Rajoy quiso, pero también a unos cuantos amigos y personas
de confianza. Hasta el punto de que un
periódico, El Mundo, hace la broma de proporcionar hasta tres veces, tres, la fotografía de la propia
SSS, en el conjunto de los nuevos ministros, atendiendo a las tres tareas que
le han sido encomendadas: vicepresidenta única, ministra de la presidencia y
portavoz del Gobierno, nada menos. Por cierto, que la joven madre SSS es la más
joven del equipo, 40 años, sólo Fátima Báñez es algo mayor, 44, y los demás
ministros pasan de 50 (Luis de Guindos, 51, Ana Mato, 52, Gallardón, 53 Soria,
53, Ana Pastor 54), y hasta 60 y más años en los restantes: Montoro, Arias
Cañete, Wert y Jorge Fernández, 61,
Morenés 63, y García Margallo, 67. Algún
analista observaba la similitud de este gobierno con la organización de una gran empresa privada,
con un presidente-consejero delegado, una directora general, y doce componentes
más en la mesa de las grandes decisiones. No hay duda de que es inequívocamente
"un equipo de Rajoy", pero también un gabinete de SSS, personaje que, en el
tiempo que Rajoy viene presidiendo el Partido, ha hecho una formidable carrera
política con cargos de responsabilidad creciente. Los últimos, la portavocía en
el Congreso, y más recientemente, la
coordinación, por el PP, del traspaso de poderes desde el Gobierno anterior. En
el tiempo en que ejerció de portavoz del PP en el Congreso, Soraya consolidó
las características que nadie le niega: es tenaz, esforzada, trabajadora, y
pésima enemiga de sus adversarios, a quienes, si está en su mano, trata de aplastar.
Que lo digan sus adversarios De la Vega y Rubalcaba. Soraya, con
extraordinario, eficaz y bien ensayado
desparpajo y hasta desfachatez, demostraba en cada ocasión que había trabajado
no sólo su propia intervención, sino muy a menudo, también la de su líder
Rajoy. En adelante, repetirá la jugada: Rajoy preside el Gobierno, nadie lo
duda, pero Soraya dirigirá ese equipo, y controlará sus logros o sus
deficiencias.
La designación del nuevo
Gobierno ha merecido, o está mereciendo,
las demostraciones de amplia satisfacción de, por supuesto, los medios
afines o no al PP, que son la mayoría, -"un gobierno de fieles", dice El País,
"sobradamente preparados", subraya El Mundo, "un Gobierno para relanzar
España", dice ABC, "un gobierno de
fieles para tiempos difíciles, titula La Vanguardia, "Gobierno mariano, un
gobierno previsible", según El Periódico, "el mejor equipo anticrisis", según
La Razón, "con pesos pesados", dice La Gaceta, o "de personas muy próximas a Rajoy", según
indica La Voz de Galicia..., aunque todo
ello no sea obstáculo para recordar algún borrón en el curriculum de algunos
flamantes ministros. A Luis de Guindos se le recuerda abundantemente su
responsabilidad en la delegación española de Lehman Brothers, una
característica en la que "casi coincide"
con otros altísimos responsables de la economía europea, como el presidente del
BC; Mario Draghi, el primer ministro
italiano, Mario Monti, y el primer ministro griego Papademos, alcanzados por la
otra gran quiebra, la de Goldman Sachs. Todos son de la misma escuela del gran
banco americano quebrado que es la mayor representación de la crisis que aún
nos asola. Una sorprendente coincidencia, en tiempos de tecnócratas salvadores
de una economía comunitaria también en quiebra. A Gallardón será difícil
olvidar que batió todos los récords de deuda
de un ayuntamiento, el de Madrid, y que ha cometido la "pifia" de
abandonar una alcaldía revalidada a cambio de un ministerio, dejando en su
lugar, por carambola, a una alcaldesa llamada Ana Botella, que deberá superar
sus presuntos escasos apoyos, la enorme deuda heredada, y la "boina" de
contaminación que viene apareciendo en el cielo de Madrid... A Ana Mato es fácil recordar que fue esposa
del entonces alcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda, cuando operaba la trama
Gurtel, y que esta trama le regaló un Jaguar de cuya existencia Ana Mato no
sabía nada, según confesó...
Este es el gobierno que ya
nos manda, y que origina, por igual, recelos y esperanzas. El tiempo dirá sus
aciertos o errores, y la herencia que reciben y la que dejan. Las urnas, serán las que le juzgarán...