"Todo puede ir a peor", incluso Buenafuente

El espectáculo, que comienza como un musical y deja al público algo desubicado con lo que está a punto de ver, se introduce y finaliza con la misma frase: "porque todo puede ir a peor". Una nada esperanzadora estrofa que canta (a coro) el cuarteto de Andreu Buenafuente, Ana Morgade, Berto Romero y José Corbacho. A partir de la frase se desarrolla una obra que tiende a caer en esa mala costumbre del egocentrismo y autorreferencialismo de algunos monólogos. Las risas no faltaron, pero tampoco lo hizo esa regla universal no escrita de que al público le gusta lo que tenga que ver con el público.
 
El formato es sencillo: un escenario, un micrófono, un que otro taburete (cuando necesario), unos zapatos de charol y listo. Las intervenciones individuales pegaron su pistoletazo de salida con Corbacho y sus lecciones sobre 'el valor de la mentira', seguido por una pausa musical de temática poco (o demasiado) común, un inicio fuerte y divertido que dio pie a Berto y a su 'espíritu de la escalera': sin duda el mejor del espectáculo.
 
Morgade quiso aprovechar su papel de novata como punto base del monólogo, pero fue la más floja de los cuatro. Su idea de humor inteligente se vio reducida a los tópicos sobre hombres y mujeres. Un tema que puede hacer gracia en otro contexto, pero esta vez las expectativas eran demasiado altas.
 
Para los que conocieron Buenafuente, el programa televisivo, la obra Terrat Pack no será mala, ni será buenísima, sino que "no será lo mismo", tal y como esperaban algunos de los espectadores que atravesaban masivamente las diminutas puertas del teatro. Falta esa vena política y social que caracterizaba los chistes de Andreu, así como su estrecha relación con el público y con 'su colega' Berto. Los artistas coinciden poco en escena a lo largo del espectáculo, y cuando lo hacen el diálogo es breve. El desarrollo narrativo parece estar enfocado en el hablarle al público -que no con el público-.
 
Tras bambalinas
 
Terrat Pack es una iniciativa bajo la dirección del propio Andreu Buenafuente que llega al teatro después de que el pasado 30 de junio se hubiera dejado de emitir 'la joyita' televisiva Buenafuente. Inicialmente la puesta en escena contaba con la presencia de Jordi Évole, pero en esta versión ocupa su lugar Ana Morgade, para aportar algo de 'toque femenino' a la historia.
 
El teatro estaba lleno en su día de premier, cómo no. Con actores de la pequeña pantalla, periodistas, famosos de oficio poco específico y el resto de mortales, pero tal vez una gran parte de los asistentes pretendía encontrarse algo comparable con el programa de entretenimiento que transmitiese en su día la Sexta y, sin embargo, con lo que se terminan encontrando es con una obra entretenida, pero nada más.