Ya se sabe que las relaciones entre le ex presidente del Congreso,
Manuel Marín, y su sucesor en el cargo,
José Bono, no son lo que se dice
muy 'cordiales', por no calificarlas directamente como malas. Pero este
martes, 6 de diciembre, 33º aniversario de la Constitución española, ha
quedado comprobado que las heridas abiertas entre ambos a cuenta de la
polémica abierta por la fotografía de Marín -que él quiere sustituir
por el tradicional cuadro en la galería de retratos del Congreso y Bono
se niega-, no se han cerrado. Así que a nadie le ha extrañado no verle
en la tradicional recepción que celebra todos los años la Cámara baja y
mucho menos su ausencia en el posterior almuerzo que ha celebrado Bono
con sus antecesores en el cargo:
Fernando Álvarez de Miranda; Landelino
Lavilla; Gregorio Peces-Barba; Federico Trillo y
Luisa Fernanda Rudi, al
que se han sumado el presidente en funciones del Gobierno,
José Luis
Rodríguez Zapatero, y el líder del PP,
Mariano Rajoy.
Una comida muy
'íntima' que se ha desarrollado con notable sintonía entre todos los
comensales. Hasta Zapatero y Rajoy aprovecharon para charlar
distendidamente sobre la próxima cumbre europea y los retos que
afrontará España de cara al futuro. Eso durante el aperitivo, porque
luego degustaron vieiras a la parrilla con alcachofas de Navarra,
seguidas de una lubina al horno con crema de calabaza al azafrán y, de
postre, fruta de temporada. Un discreto pero sabroso menú en tiempos de
crisis.
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La 'otra cara' del Día de la Constitución>>