Un amigo me comentaba esta
mañana que, en este Día de la Constitución, media España está de
puente..., de acueducto en este caso..., y la otra media está en el
paro. Es una exageración, pero toda exageración contiene alguna
verdad en el punto de partida. Y en este caso refleja la verdad de
una nueva formulación de las dos Españas,
que ya no son la de Caín y la Abel, la de rojos y la de azules, la
de izquierdas y la de derechas...., sino la de personas que tienen un
trabajo y la de cinco millones de españoles que están en el paro.
Ahí está la diferencia: levantarse al amanecer para ir a trabajar,
o ver cómo el tiempo pasa dolorosamente sin contar con nosotros.
No hay que sacarle los
colores a la Carta Magna, que no tiene la culpa de lo que pasa: se
trata de una hoja de ruta, de un itinerario, de un GPS para
encaminarnos por la senda de la justicia social y del bienestar. En
el libro de la Carta Magna las hojas no son contratos de trabajo ni
certificados de experiencia laboral ni avales para que los
empresarios puedan sacar sus negocios adelante. La Carta Magna
incluso podría no
estar escrita, como ocurre con otros países que llevan la
Constitución en la cabeza y en el corazón...
Cómo han cambiado los
tiempos desde aquella condena bíblica de "ganarás el pan con el
sudor de tu frente"... Ahora, en España y en otros muchos países
(aunque en España especialmente,
porque registramos uno de los índices de paro más altos del mundo,
y el mayor de Europa), tener trabajo no es una maldición del cielo
sino una bendición de las circunstancias. En "Protagonistas",
como saben, nuestros teléfonos están abiertos a todos ustedes, para
que se expresen con total libertad, para que compartan con los demás
oyentes sus elogios, sus críticas, sus preocupaciones, sus
inquietudes... Y les aseguro que, si esos micrófonos abiertos son un
espejo en el camino de la sociedad, atravesamos por los peores
tiempos que hemos conocido en muchos años, por la etapa más
dramática, por la multiplicación de paro y angustia, que no es
precisamente la multiplicación de los panes y los peces... Uno
pensaba que, con los años que lleva ante el micrófono, ya estaba
curado de casi todo, y no es así. Quienes tenemos trabajo somos unos
privilegiados, y yo cada día salgo más preocupado, más agobiado,
más triste al escuchar a las personas que cuentan su caso, que
lloran en vivo y en directo porque carecen de medios para sostener a
sus familias, porque carecen de subsidios, porque no pueden más...
Hoy la celebración de
la Constitución, ese documento en que los españoles nos otorgamos
la confianza mutua, pensamos especialmente en los parados, que es el
mayor drama de España. Por favor, que nadie se sienta ajeno a este
problema. Que nadie mire por encima del hombro a los que sufren. Que
Rajoy llegue al Gobierno con la obsesión de aliviar el paro que
crece y nos hiere y nos asfixia.
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