Expertos en América Latina discutieron sobre la naturaleza de las
reformas constitucionales, el desarrollo histórico en la región desde
los años 80 y las normas de oro para llevar a buen puerto una reforma.
El experto en reformas constitucionales, Gabriel Negretto,
destacó la naturaleza compleja y "bifronte" de las constituciones en
iberoamérica, donde "la influencia de los intereses de corto plazo se
encuentra enfrentado".
Asimismo, Negretto destacó la extensión de los cambios en
Latinoamérica donde vieron la luz de media en cada país 11
Constituciones desde la independencia, 6 en el siglo XX y prácticamente
una Constitución desde 1978 al 2008, así como 140 reformas en toda la
región en este último periodo.
El experto destacó además que hasta el año 1993 había una mayor
restricción, en algunos casos absoluta, para la reelección. Fue a partir
de la Constitución de Fujimori cuando empiezan a observarse reglas de
reelección más permisiva, facilitando la perpetuación de individuos en
el poder.
Ante reglas como una reelección más permisiva, "las Constituciones no
pueden permanecer inmutables y es lógico que se hayan reformado o
cambiado" pero recordó que "la inestabilidad alimenta la inestabilidad, y
los cambios frecuentes hacen que sean más frecuentes".
Las normas de oro
El magistrado Juan Luis Rascón afirmó que, hablando
de la Constitución "no vale cualquier reforma ni hacerlo de cualquier
manera". Así, para que se pueda llevar a cabo con garantía tiene que
haber estabilidad social, política, jurídica y económica.
Rascón valoró que "se ha de buscar el máximo consenso político y
social para garantizar que va a llevarse a efecto, no vale el
cortoplacismo".
Destacó la importancia de que exista "un mandato electoral justo y
nosotros los españoles no podemos alardear de ello". También que exista
"un Estado de derecho fuerte, en el que se imponga la ley que emane del
Parlamento".
El reconocimiento de los derechos fundamentales es "el esqueleto
ético", para ello hay que "contar con un poder judicial fuerte,
respetuoso con la ley pero que defienda y proteja cada caso".
También destacó que debe haber transparencia institucional, "saber
hasta donde van las instituciones" o la "necesidad de partidos
democráticos realmente democráticos", algo que en España no termina de
suceder, "esos partidos internamente no son democráticos".
Por último valoró una participación ciudadana efectiva, "no vale una democracia pasiva, la democracia es el día a día".
Dos grupos en la región
El expresidente boliviano Jaime Paz Zamora destacó
que en los años 80, por primera vez desde la Constitución de Cádiz,
"coincidimos todos siendo democráticos, algo que daba optimismo,
coincidió con el fin de la guerra fría, el triunfo del neoliberalismo".
Una década muy importante para América Latina aunque "desde el punto de vista neoliberal los 80 fue una década perdida".
Reconoció que "con el neoliberalismo quedaron unas normas básicas"
aunque en América Latina ante este fenómeno se dieron dos reacciones:
"surgieron los países evolucionarios y los revolucionarios ante la
coyuntura".
Si por un lado los evolucionarios tenían la posibilidad de encarar
esto y acomodarse a la situación de una democracia que funciona
globalizadamente, los revolucionarios consideraron que era el momento de
replantear todo "porque el shock neoliberal fue brutal, fue un gran
precipitador que hizo saltar en América Latina una cantidad de problemas
que las democracias trataban de llevar adelante".
Con un proyecto medioplacista, Jaime Paz afirmó que este conglomerado
de países tiene a Fidel Castro como ideólogo, quien "a través de la
democracia logró tener la presencia en América Latina que las guerrillas
y la lucha armada nunca le dieron", con "un gran distribuidor de pelota
que se llama chávez, un mediocampista con dinero que puede alimentar un
programa como el de Bolivia".
Sí destacó de estos líderes que "están planteando la lucha contra la
discriminación de frente" un problema que sufre toda la región, y
consideró que en su proyecto la reelección es fundamental, "si no se
reelige el caudillo, no funciona, y hay una gran mayoría que quiere
reelección porque son lideratos que han resultado creíbles en la lucha
contra la discriminación".
Reformas interesadas
La reforma de la Constitución para el analista del Real Instituto Elcano Carlos Malamud debe responder a dos cuestiones previas, "el de la oportunidad y la necesidad".
Malamud destacó que el comienzo de la década de los 90 marca un
parteaguas, "por un lado la reforma constitucional argentina, donde
Menem introduce la figura de la reelección, versus la reforma colombiana
del 81 que no introduce la reelección, sino que la introducirá Uribe
años después".
En su opinión "las reformas constitucionales tienen que ver con la
voluntad de poder de los dirigentes y de la debilidad institucional". El
problema que plantean estas reformas es que "todas se hacen con el
mismo patrón, todas implican modificar las normas a mitad de partido y
beneficiar a quien gobierna".
Prueba de ello es que "salvo el caso de República Dominicana, los
demás presidentes que cambiaron la Constitución en su beneficio ganaron
en las siguientes elecciones".
Otra cuestión que no recogen las constituciones "es la presencia de
familiares directos en la vida política, y las constituciones deberían
prohibir que los familiares se aprovechen de su paso por la casa de
gobierno presentándose a la elección siguiente".
- Todas las noticias sobre el Congreso Iberoamericano de Periodismo
- Más información en la web oficial del Congreso:
http://www.congresonuevoperiodismo.com/