miércoles 23 de noviembre de 2011, 08:15h
Tras su toma de
posesión, el ya presidente Mariano Rajoy no va a tener los
tradicionales "cien días de gracia" para aterrizar y adoptar las
primeras medidas como jefe del Gobierno, sino que ya le están
pidiendo desde los cuatro puntos cardinales que adopte medidas
económicas urgentes. La canciller Merkel, en su telegrama de
felicitación a Rajoy le dijo, sin "cortarse": "Enhorabuena
por la clara confianza que le han dado los españoles... para llevar
a cabo reformas necesarias y rápidas para España y para Europa".
Que Rajoy tendría que
tomar posesión de la presidencia del Gobierno con unas tijeras en
la mano a nadie sorprende, porque se veía venir, porque se contaba
con ello... Pero que se lo exijan con tal celeridad, desde Berlín,
desde París, desde Washington, desde el "Financial Times" o
desde la agencia de calificación Ficht es...llamativo.
El futuro presidente, que en estos días conforma su equipo de
Gobierno, tiene que responder al mismo tiempo a dos preguntas: "¿a
quién voy a nombrar?" y "¿por dónde voy a comenzar la poda
para hacer caja?".
Se trata de una prueba complicada porque de la respuesta a ambas
preguntas se derivará un notable descontento: el menor grave es el
de quienes quedarán fuera del Gobierno porque no hay sitio para
tantos aspirantes que se sentirán marginados; pero lo más duro será
para millones de españoles, muchos de ellos votantes del PP, que
comprobarán, a la fuerza, cómo les bajan los salarios y les suben
los impuestos; los ponen en la calle con más facilidad, y les suben
las tasas del transporte, del agua, de la gasolina, de las matrículas
universitarias... Está todo inventado, y ahí tenemos al presidente
de la Generalitat, Artur Mas, que ayer inició en Cataluña el ciclo
de la "cirugía de hierro" tras esperar a las elecciones del
domingo para no provocar ni cabrear al personal.
Y aunque Rajoy haya
confesado que no tiene una "vara mágica", tal es el afán de que
comience su intervención cuanto antes que hay muchas personas que
están pidiendo que, excepcionalmente, se abrevien
los trámites de la investidura y tome posesión de su cargo en unos
días, y no en el plazo de un mes, como está previsto... Se basan en
que, en esta ocasión, tanto la constitución de las cámaras como el
debate de investidura pueden ser trámites más cortos puesto que,
con mayoría absoluta, las discusiones de programa o las candidaturas
alternativas no vienen a cuento.
En fin, que ha llegado
la hora de la verdad y que, mientras a Rajoy le pican espuelas para
que salte a la arena, la ministra en funciones de Cultura, González
Sinde, se despide de su cargo, según publica el diario "ABC",
dando la vuelta al mundo en viajes oficiales: ha regresado de Tokyo,
París y Oporto, y ahora se marcha a México, Nueva York y Moscú.
Urgen a Rajoy para que coja el toro por los cuernos, pero los que se
van no tienen prisa en
marcharse.