Las polémicas pulseras Power Balance se pusieron de moda hace unos años por venir asociadas a una mejor salud y rendimiento físico... sin que estos fuesen verdaderamente en el pack.
De nada le sirvió a la empresa que hasta
Leire Pajín, ministra de Sanidad en funciones, se 'sumase' al engaño al
lucir en su muñeca uno de estos brazaletes. Ahora el fabricante, demandado por varios clientes en EEUU, ha declarado encontrarse al borde de la bancarrota por tener que abonar indemnizaciones por valor de 57 millones de dólares (42,5 millones de euros) por publicidad engañosa ya que Power Balance nunca proporcionó evidencias contrastables de sus promesas.
No es de extrañar que Twitter haya 'explotado' con el timo de las pulseritas mágicas y rápidamente
Power Balance se ha convertido en Trending Topic.
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