Miguel Ángel
Revilla, dirigente del Partido Regionalista de Cantabria y ex presidente de esa
comunidad autónoma se niega ahora a dar por terminada su larga y mediática trayectoria política. Cuando
presentó su candidatura al Congreso, afirmó que si no conseguía su escaño en
Madrid eso significaría el final de su carrera como político, pero a falta de
poco más de mil doscientos votos para conseguir su acta como diputado en la
capital de España, Revilla ha declarado ahora que el Partido Regionalista se
presentará a las próximas elecciones europeas, insinuando que su candidato será
él mismo.
A lo largo de la campaña ha insistido en la necesidad de que su voz
sea oída en Madrid para que el AVE llegue a Santander, pero su mensaje no ha
calado entre los cántabros, que han dado sus votos mayoritariamente al Partido
Popular. De hecho, de los cinco diputados en juego en Cantabria cuatro serán
para los populares y sólo uno para los socialistas, lo que hubiera podido
significar también el fin del Partido Regionalista, basado y organizado en
torno a la figura de su derrotado líder, que ha superado ya la edad de la
jubilación además de sufrir algunos problemas físicos en el pasado. Pero Miguel
Ángel Revilla no concibe ya la vida sin los retos de la política, lejos de las
candilejas y de los focos del foro, y si Madrid se resiste siempre nos quedará
Bruselas.
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