Berlín teme que este instrumento aumente su coste de financiación
y reduzca la presión sobre los países con problemas para realizar
reformas. En la práctica supondría tener un competidor para sus bonos
alemanes, que en los dos últimos años han ido ganando peso como valor
refugio para los inversores, frente a la estadounidense incluso. Y de hecho hay cada vez más evidencias de que esto se ha convertido en un pulso entre Alemania y sus intereses particulares, disfrazados de defensa del euro, y el resto de la eurozona que busca un mecanismo para solucionar el sobreendeudamiento de manera conjunta. Según ha anunciado este miércoles
el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, la Unión Europea se plantea reforzar sus poderes para
intervenir directamente en los presupuestos nacionales de los Estados miembros y
suspender el derecho de voto de los que no apliquen los ajustes pactados, así
como la creación de eurobonos, como recetas para reforzar el gobierno económico
de la eurozona y combatir la crisis de deuda.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha reiterado este jueves su oposición a que el Banco Central Europeo tenga un mayor papel para ayudar a resolver la crisis de deuda de la zona euro, señalando que se requieren decisiones políticas."Estoy convencida de que sólo soluciones políticas pueden resolver la situación", dijo Merkel en un acto sobre el sector de seguros celebrado en Berlín. "Si los políticos piensan que el BCE puede resolver la crisis del euro, están entonces equivocados", dijo, agregando que incluso si el BCE asume el papel de prestamista de último recurso, esa decisión no resolvería la crisis. Anteriormente, su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, había dicho que la crisis de deuda está empezando a afectar a la economía real y pidió vigilancia para evitar que se contagie a los bancos y las aseguradoras.
Aún así, Alemania no podrá evitar verse salpicada, a pesar de sus esfuerzos por desviar la atención hacia los países del arco mediterráneo, y de hecho este mismo jueves la agencia de calificación de riesgos
Moody´s acaba de rebajar la calificación de doce bancos regionales. En paralelo,
el presidente del Eurogrupo ha llamado la atención sobre el elevado nivel de deuda sobre PIB que tiene Alemania (86%) frente a otros países como España, con el 62%. Un hecho incomprensible, en opinión de Jean Claude Juncker.
Pero que el mercado está forzando una solución para los países en riesgo también se aprecia por su sensibilización a cualquier decisión. Varias fuentes del mercado indican que se ha producido un aluvión de compras de deuda italiana y española por parte del BCE, apoyado en que las rentabilidades caen con fuerza y el riesgo soberano se aleja de níveles críticos.Sus compras de deuda se redujeron a la mitad durante la semana pasada. Adquirió un total de 4.478 millones frente a los 9.520 de la semana precedente. Y todo esto en plena crisis italiana que mantuvo a los bonos transalpinos a niveles críticos. En total, el organismo presidido por Mario Draghi ha destinado desde mayo a este programa 187.000 millones de euros.
Van Rompuy ha anunciado que presentará un primer borrador con propuestas para
reforzar la eurozona a la cumbre de líderes europeos que se celebrará a
principios de diciembre, justo cuando el nuevo gobierno español ya haya tomado posesión de las carteras. Su objetivo es que las medidas, que según ha dicho
podrían requerir una reforma del Tratado, se aprueben de forma definitiva en
marzo o junio de 2012.
Alemania defiende esta reforma del Tratado para reforzar las sanciones a los
países incumplidores, con el apoyo de otros Estados como Países Bajos, pero la
canciller Angela Merkel ha vuelto a repetir esta semana su rechazo a la creación
de eurobonos.
Van Rompuy estudia si es necesario una mayor armonización de los impuestos y de
las políticas sociales en los países de la eurozona, así como una "mutualización
limitada de la deuda pública", es decir, algún tipo de eurobonos. También ha
pedido una mayor regulación del sector financiero. Estas ideas significan "una soberanía compartida para todos los miembros de
la eurozona, y no sólo su pérdida para los países en dificultades". "Necesitamos
encontrar el equilibrio adecuado entre intrusión y legitimidad, disciplina e
incentivos", ha dicho Van Rompuy.
Por lo que se refiere a los eurobonos, el presidente de la Comisión Duaro Barroso ha
asegurado que "acabarán considerándose como naturales cuando alcancemos nuestro
objetivo de un gobierno reforzado y por supuesto disciplina y convergencia en la
eurozona". "Serán una demostración de los principios de responsabilidad y
solidaridad", ha dicho.
No obstante, Barroso ha subrayado que "la reforma del Tratado no debe ser una
exclusa para no tomar medidas ahora, porque necesitamos actuar ahora" contra la
crisis de deuda.
Europa a dos velocidades
Tanto Barroso como Van Rompuy han defendido un mayor refuerzo de la
cooperación económica entre los países de la eurozona ("entre los 17, ni más ni
menos", ha resaltado el presidente del Consejo Europeo en referencia a los
supuestos planes de París y Berlín de reducir el tamaño de la eurozona) y han
pedido "desdramatizar" el debate sobre "una Europa a dos velocidades". "Es perfectamente natural que los que comparten una moneda común tomen
decisiones juntos", ha dicho Van Rompuy. Y ha confirmado su intención de
convocar a partir de ahora cumbres del Eurogrupo después de cada reunión del
Consejo Europeo.
"No debe haber ninguna división entre los actuales 17 Estados miembros (de la
eurozona) por un lado y los otros 10 (países de la UE), la mayoría de los cuales
tienen como vocación unirse al euro", ha insistido el presidente de la
Comisión.
El enemigo está en Estados UnidosPero inmersos en esta guerra fraticida en Europa, se tiende a olvidar que
Europa está siendo atacada todas las semanas por dos agencias de calificación estadounidenses, Standard&Poors y Moodys, la prensa anglosajona, y las declaraciones del presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, cuyos problemas internos de desequilibrios presupuestarios y pérdida de credibilidad de su deuda, son evidentes. Este miércoles, ha vuelto a dar un toque de atención a Europa. La crisis de la deuda en Europa "es un problema de voluntad política, no técnico", afirmó hoy el mandatario estadounidense en una rueda de prensa que ofreció de manera conjunta con la primera ministra australiana, Julia Gillard. Obama indicó que hasta el momento los países europeos "han hecho progresos", pero la Unión Europea debe dejar claro que está decidida a "respaldar el proyecto europeo".